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Van Helsing´s Project

del libro Isla en rojo de Carlos Javier Mondeja

A Marina Abramovic.

“El arte es un asunto efímero. El arte es un asunto efímero.
El arte es un asunto efímero.”
Fragmentos de “Adiós, arte infectado”, Van Helsing´s Project.

Palabras al catálogo del MoMA:

El joven espectador que recorra las galerías de este museo en busca de la poesía de Memories, muestra fotográfica itinerante de Van Helsing´s Project, quizás no recuerde aquellas épocas —no tan lejanas— en que sus creadores caminaban por las calles habaneras. Tal vez tampoco sepan que, después del último brote de la enfermedad en el año 2026, era muy usual ver que los infectados compartían las aulas y los procesos creativos junto a los humanos…

Sucedió así en Cuba, donde Van Helsing´s Project lanzó sus primeras raíces artísticas. Puede metafóricamente decirse que el antiguo Instituto Superior de Arte (ISA), actualmente en planes de reconstrucción tras el último terremoto que devastó sus edificios, fue la Meca de la tolerancia para el arte de los infectados. Aunque algunas zonas públicas eran vedadas para ellos, en aquel campus universitario gozaban de total libertad.

En la Isla, los últimos tres años habían sido especialmente benévolos para los enfermos. Se les permitía viajar en transportes comunes. Los comedores escolares guardaban raciones frescas de sangre que se vendían a precios irrisorios. Las marcas distintivas —dos círculos rojos que el Ministerio de Salud tatuaba en las frentes de los infectados— se continuaban haciendo por una cuestión de precaución. Ya en el 2050, Cuba aprobaría una ley que le otorgaba a cada ciudadano el derecho de proteger su intimidad, su condición, de las miradas curiosas. Pero, desde la temprana fecha del 2026, no eran pocos los que se dejaban crecer el pelo para cubrir los círculos. Casi nadie dejaba visibles las marcas.

No eran pocos los infectados que ingresaban anualmente en carreras artísticas. Mostraban habilidades especiales para la pintura, el teatro y el baile. Mayor resistencia. Menos dolor físico y casi nunca necesitaban dormir para reponer fuerzas. Los estudiantes humanos los emulaban —intentaban hacerlo—, pero siempre los mejores resultaban ser los otros.

Se hizo una costumbre imitar los estilos de pintura de los infectados. El uso del color rojo se convirtió en la obsesión de las nuevas promociones de artistas. Los bailarines trataban de captar aquellos nuevos pasos que desvirtuaban completamente las técnicas ya conocidas: no resultaba simple obviar la noción de gravedad y de equilibrio. Los performances de infectados comenzaron a hacerse populares en el campus, y no pocos humanos se brindaban como modelos de las acciones, como objetos vivos o sujetos para interactuar.

El performance art, sin dudas, el terreno donde se expandió el caldo de cultivo de los artistas.

La historiografía nos recuerda que Van Helsing´s Project nació de la unión de un grupo de amigos: cinco infectados (Anna, KG, KV, Yoanna y Primm) y dos humanos (Alyssa y VC). Su primera action — “Blood and hungry”— ocurrió justo frente a la rectoría del Instituto, y fue parte de una huelga de hambre que realizaban los estudiantes por las malas condiciones para crear un arte de vanguardia.

El hecho artístico consistía en que Anna, KG, KV, Yoanna y Primm eran obligadas a comer alimento humano —chícharos, arroz y huevo— mientras sus otros dos compañeros las golpeaban con crucifijos. Las marcas de la cruz abrieron brechas rojas en la carne de los performadores. Pronto, la alergia por intolerancia a la comida para humanos se hizo notar. Los vómitos. La asfixia. Los gritos. A pesar de que era evidente la necesidad de ingresar de urgencia a KV en un centro asistencial para infectados; este se negó.

En la segunda parte, Alyssa y VC comenzaron a engullir porciones alarmantes de sangre. Anna, en un lapsus de inspiración, se abrió una vena y quiso alimentar a Alyssa con su propia sangre contaminada. El resto de los estudiantes que contemplaban la action intervinieron a tiempo para evitar el desastre.

Como consecuencia de “Blood and hungry”, apenas siete horas después de finalizado el performance, KV fue declarado muerto en uno de los centros de asistencia para infectados (2016-2040). Mantuvo la conciencia hasta unos minutos antes de su fallecimiento. La causa oficial de la muerte fue choque anafiláctico.

Ante los reclamos estudiantiles y la afluencia mediática, el rector del Instituto prohibió cualquier acción relacionada a Van Helsing´s Project. Se levantó un expediente de advertencia a los jóvenes —tanto los infectados como los humanos— que habían participado en la protesta. Anna fue expulsada por varias semanas y se le señaló que, si volvía a atentar contra la vida y salud de otro compañero, sería definitivamente separada de los estudios. De nada valió la aclaración de Alyssa, quien admitía la posibilidad de la infección como un acto artístico, un derecho estético de elección.

Los próximos ocho meses de Van Helsing´s Project fueron, quizás, los más prolíferos de toda la historia del grupo. Desde la clandestinidad, continuaron organizando acciones y performances que, por lo común, ocurrían en espacios abandonados de las facultades o cuartos de la beca. Eran pocos los asistentes a las representaciones. Pronto, un grupo de seguidores fue nucleándose. La popularidad de Van Helsing´s Project creció como una metafórica enredadera en los terrenos de la universidad: en silencio y frente a los ojos de las autoridades.

Aunque no quedan registros gráficos ni fílmicos de la producción de esta etapa, muchos de los receptores y asistentes a estos procesos comentaron que se sentían parte de uno de los momentos de viraje histórico en las artes escénicas y el performance.

Reflejo sangriento y doloroso de la realidad.
La historia de un país y de una era. Maravillosa poesía”.
Bruno N.M. (Pintor y actual profesor del Instituto Superior de Arte).

Esto es demasiado, ¿hasta dónde piensan llegar?:
me preguntaba cada vez que asistía a uno de sus performances.
Aquellos meses fueron los más intensos de mi
vida.
Uno podía infectarse y ya. Era genial… Y además, estaba el arte”.
Akira Ramírez. (Crítico, graduada de Teatrología).

“La más locas de todas eran Alyssa y Anna. Militantes y extremistas.
Para ellas, el arte era infección y muerte.
Coqueteaban con esa idea. Se veían peligrosas.”
Un receptor anónimo.

Sin dudas, fue ese un momento de revolución en los postulados de Van Helsing´s Project. Primero, se produjo la incorporación de un nuevo miembro al grupo de performadores. Víctor Reme era un estudiante de nuevo ingreso, único humano de una familia de infectados. Comenzó a colaborar esporádicamente con algunas de las intervenciones de espacio de Van Helsing´s antes de la muerte de K.V. Su cercanía y fanatismo por las acciones lo convirtieron en el miembro más joven del proyecto y uno de sus principales ejes hasta su fallecimiento (2018-2050).

También entonces se produce el performance “I want the infection now”, considerado el iniciador de la “tendencia hardcore” de Van Helsing´s. La idea original fue incubada por Alyssa y Anna, quienes ejecutaron la acción como sujetos activos mientras el resto del grupo optaba por la pasividad. Los asistentes a este performance superaron las expectativas del proyecto al sobrepasar la cifra de más de doscientos (hasta el momento, eran apenas treinta los que acudían a los espacios clandestinos). “I want the infection now” sucedió entre las ruinas de la antigua Facultad de Artes Escénicas del Instituto, a las cuales los estudiantes persistían en llamar Elsinor. La acción era, más que acto estético, un llamado al sentido de la libertad en el arte con repercusiones en el campo de la autonomía humana:

“En un círculo silencioso, los integrantes del grupo rodearon a las figuras de Anna y Alyssa. Aunque se habían corrido rumores de que no todos en Van Helsing´s Project estaban de acuerdo con radicalizar sus procesos artísticos, la acción tuvo lugar con la presencia de cada miembro. El silencio y la sangre eran los componentes fundamentales del performance. Anna se dispuso a desnudar a Alyssa, mientras esta recitaba en susurros algunos fragmentos de la Biblia, el Corán, La Orestíada y poemas de William Blake. Despojada de sus ropas, Alyssa se colocó de espaldas contra el suelo de piedra roja y porosa de Elsinor. Dio un solo grito antes de que Anna se arrojara sobre su cuello y comenzara a morderla.
Muchos de los asistentes relataron la imposibilidad de permanecer sin intervenir en el acto: la cifra inicial de doscientos fue reducida a más de la mitad. Quienes pudieron quedarse y observar el performance, cuentan que fue acto de pura poesía. Eleos y phóbos. Eros y Thánatos. Mientras Anna engullía la sangre de Alyssa, esta llegaba repetidas veces al orgasmo. Los versos de William Blake fueron sustituidos por fragmentos de la “Carta a un joven poeta”, de Rilke. La palidez de Alyssa fue haciéndose cada vez más evidente. Pronto, las fuerzas no la acompañaron y tuvo que dejar de recitar. El movimiento de uno de sus dedos marcaba el paso del tiempo y la cercanía de su muerte. Cuando ya no pudo articularlo, Primm y Yoanna detuvieron la acción.
Alyssa pidió, con voz apenas audible, que se le otorgara el derecho a elegir entre una vida como infectada a una muerte como humana. I want the infection now, fueron sus últimas palabras. De inmediato, Anna y Primm se abrieron las venas y dejaron que la sangre manara. Alyssa fue alimentada por primera vez y renació como la séptima infectada de Van Helsing´s Project.”
“Mi vida en el arte infectado: un estudio crítico de las poéticas escénicas presentes en los performances tempranos de Van Helsing´s Project”, de Lizandra Ilich.

Algunos de las principales intervenciones, performances y acciones del período que media entre el año 2040 y el 2041 tuvieron como leitmotiv el dolor y el sufrimiento. “Caída” fue uno de los performances menos conocidos del grupo en esta etapa. Los jóvenes fueron amarrados en grupos que dividían a los infectados de los humanos. Se escupieron mutuamente por espacio de seis horas, sin decir una sola palabra. “Crisis” apostó por develar las aristas de la violencia sexual cometida contra las mujeres portadoras del virus. Yoanna, Primm, Anna y Alyssa se azotaron los senos y la vulva con ristras de ajo mientras Víctor mantenía con cada una de ellas relaciones sexuales desprotegidas.

Víctor Remes, quién lo duda, era el seguidor más acérrimo de la estética radical que inauguraron Anna y Alyssa; la misma que terminaría por desmembrar al grupo unos diez años después:

“Un juego mortal se inicia con Remes. Dador de vida o de muerte, enemigo o amigo, conejillo de indias o torturado: sus roles son muchos. Puede lastimar hasta un punto cercano al desprecio y luego se deja romper. Su participación en “The haunt” fue de las más destacadas del período hardcore de Van Helsing. Nadie podrá olvidar cómo fue cortándose los dedos de una mano para ofrecérselos a los infectados del grupo, en una liturgia que tenía mucho de telúrica, pero también de parodia a los ritos católicos”.
Pedro Amarás, crítico de arte del Performance Now Journal.

Con la action titulada “Cero/Dirty/Cero”, Van Helsing´s Project llega al principal punto de crisis de sus años como estudiantes del Instituto Superior de Arte. Fue la gota que colmó el metafórico vaso de los rectores y profesores que veían peligros potenciales en los ideales del proyecto y sus integrantes: entendían que aquellas provocaciones en torno al arte y el sujeto/objeto artístico llegaban a ser lesivas para la salud y dignidad del Instituto.

Obviemos por un segundo la cadena de performances y acciones que llevaba realizando el grupo (las que, sin dudas, debieron llegar por algún canal de conocimiento a las autoridades universitarias en algún momento), para centrarnos en “Cero/Dirty/Cero”.

“Nos interesaba hablar del tabú. Nada más que eso”, declaró Remes en una entrevista que concedió algunos días antes de su muerte.

Con estas palabras, Van Helsing´s Project firmaba su acta de culpabilidad justo en las frentes de quienes le prohibían realizar “un arte impuro, un arte infectado”, en el campus universitario. “¿Los infectados? Ceros a la izquierda. Sucios de mierda. Eso éramos. Eso somos todos”. Aquella frase amaneció sobre las paredes de la rectoría y en cada pasillo de las facultades. En la biblioteca y el comedor. En los cuartos de la beca y los baños. Junto a las palabras, los estudiantes y profesores, cada ser vivo que habitaba los predios del Instituto Superior de Arte, descubrieron que habían amanecido con una sorpresa: el tatuaje de los infectados poblaba la frente de todos. Dos círculos rojos engarzados chorreaban una sangre que no parecía ser tinta, sino pura realidad.

El escándalo alcanzó proporciones mayúsculas, y Van Helsing´s Project volvió a inaugurar las listas de atención de los medios de difusión masiva.

Aunque muchos de los estudiantes encontraron que aquel acto era un llamado a la igualdad, y exhibieron sus tatuajes de falsos infectados con orgullo frente a las cámaras, no todos respondieron de igual manera. El carácter indeleble de las marca fue uno de los motivos que convirtió a la acción en lo que, más adelante, nombrarían como “arte infectado”.

No vale la pena advertir que Van Helsing´s Project fue acusado por delitos lesivos contra los humanos y por ridiculizar la sensibilidad de los enfermos.

Ninguno de los miembros quiso luchar por mantenerse en los predios del Instituto. El año 2041 llegaba a su fin cuando Van Helsing´s Project decidió abandonar los espacios cerrados de la academia y enfrentarse al mercado del arte.

“Dejamos el Instituto porque sí… Ellos tenían miedo de que nuestro arte infectado les quemara. No todo el mundo puede llevar la cabeza en alto si en ella tiene dos círculos de sangre, ¿no?”: fueron las primeras declaraciones que hizo el grupo en diciembre del 2041. Ya para entonces habían logrado deshacer buena parte de las demandas de algunos padres que vieron en las marcas de sus hijos —algunos de ellos eran todavía menores de edad— “una herejía”.

“Mi hija todavía se cubre la frente… no ha podido superarlo… andar por la vida así es muy difícil, nadie le cree cuando dice que no está infectada (…) Era una simple estudiante del Instituto, no tenía nada que ver con los sujetos esos que la marcaron…  a ella y a todos los demás…”
Fragmentos de la declaración de Julia Rentería, madre de Isabel García (joven afectada por la action “Cero/Dirty/Cero”).

Hablar de “Cero/Dirty/Cero” se convirtió en un tema tabú para Van Helsing´s Project. A lo largo de la carrera del grupo evitaron las preguntas o se enfrentaron abiertamente a quienes insistían. Creo, y no temo equivocarme, que es el performance que han decidido olvidar. Algunas excusas han bordado a lo largo de una década, pero “Cero/Dirty/Cero” sigue siendo una cortina de humo en su producción.

“¿Por qué lo hicimos? Bueno… esa respuesta es fácil. Te la contesto con otra pregunta: ¿acaso hay que explicar el arte? El arte carece de sentido. Puede que a alguien no le guste, pero es la verdad. Se hizo porque sí… era necesario… ¿Alguien pudo preguntarle a Da Vinci por qué escogió a una modelo semejante para su Gioconda? ¿Alguien inquirió sobre determinados “motivos artísticos” de una obra x cuando se enfrentó a la poesía de Marina Abramovic o Andy Warhol? Ahora que lo pienso, puede que ellos sí hayan respondido algo coherente… pero eso no nos importa. No somos Da Vinci. No somos Andy Warhol. No somos Marina (…) ¿Nuestras víctimas? ¿Qué víctimas? Aquí hablamos de un objeto de arte. Ellos son objetos de arte que caminan por las calles. No hay que sentir vergüenza por eso. Si alguien les tatuara a La Gioconda en la frente, ¿se sentirían así?”
Yoanna, entrevista concedida en 21 de junio del 2046.
“El arte no tiene por qué gustarle a todo el mundo. Pero sucede.
Todos quieren ser arte y ese es el precio.”
Anna, entrevista concedida el 21 de junio del 2046.

La palabra víctima huele a mierda… (Risas).”
Víctor Remes, entrevista concedida el 21 de junio del 2046.

“Cero/Dirty/Cero” es considerado, además, el performance más caro de la historia del arte. Solo en conceptos de pago por lesiones, Van Helsing´s Project ha gastado millones a lo largo de una década. Las demandas, en la actualidad, siguen existiendo; y aún hoy se presentan diferentes causas contra los miembros del grupo —individual y colectivamente.1

Durante varios años, diferentes academias e instituciones internacionales intentaron convencer a Van Helsing´s Project de repetir esta experiencia con un nuevo grupo de humanos. Hasta su disolución, los miembros se mantuvieron firmes en la idea de no reproducir “Cero/Dirty/Cero”… a pesar de que el resto de sus performances, acciones e intervenciones han recorrido el orbe en innumerables ocasiones.

La llamada “etapa free” del proyecto comienza hacia finales del año 2039 y hasta 2041, cuando Anna y Alyssa son recluidas en un centro penitenciario en la Isla de la Juventud. Aunque las actividades performativas de Anna y Alyssa continuaron existiendo con independencia de su condición como reclusas, el resto de los miembros de Van Helsing´s Project tomaron un año sabático, al que calificaron como “necesario para repensar sus estrategias de promoción e intenciones artísticas.” La producción de esta etapa consistió, grosso modo, en la exhibición de los cuerpos de los infectados a modo de los retablos de la tradición judeocristiana.

“Vía Crucis” fue la acción más polémica del año 2040 y enfrentó a los artistas de Van Helsing´s Project contra los estratos fundamentalistas, fanáticos y ortodoxos de la religión. Los miembros recibieron diversas amenazas de muerte y uno de ellos —KG— sufriría heridas mayores cuando un amotinado realizó un acto terrorista en una de las plazas donde el proyecto realizaba su más reciente intervención. Luego de varias operaciones, KG decidió separarse de Van Helsing´s. No había recuperado el uso de ambas manos y se sentía incapaz de enfrentarse a los espacios abiertos.

“Vía Crucis” fue calificada por la crítica del momento como obscena y terrible. Remes fue el principal explorador de los motivos de la acción. “Provocar, provocar, provocar. Ese es mi lema”, confesó en su diario personal. “Eso fue Vía Crucis”. Hablamos de la asunción de Remes al transformarse en la parábola de un Jesús delirante que conducía a sus discípulos a lo largo de los espacios de una plaza. Se exploraron también los conceptos de la violencia humana contra los infectados. A los espectadores se les permitió herir, golpear y maldecir a aquel nuevo Jesús que parodiaba, incluso ridiculizaba, la pasión y muerte de su homónimo del siglo I. Con la crucifixión de Remes que, como carnero sacrificial observaba todo con una risa, se llegó al momento más paroxístico del arte contemporáneo, según diversas voces especializadas que descubrieron en “Vía Crucis” un acto de desmitificación, de “arte infectado”.

Del 2042 al 2046 comenzaría el proceso de dar a luz —en un particular caldo de cultivo— diversas resemantizaciones de obras de arte del pasado, recreadas por los performadores desde la burla, la parodia o la ironía; siempre en relación con las polémicas entre lo humano y lo infectado. A pesar de lo interesante de los postulados, el producto estético de estos años no se considera parte de lo mejor de la producción de Van Helsing´s Project. Incluso, los miembros han llegado a criticarlo en diversas entrevistas:

La decadencia: el arte viejo no tenía nada que decirnos”.
Alyssa, entrevista concedida en abril de 2050. (Inédita).

Remes se deprimía con aquellos performances.
Nosotros a veces nos burlábamos de él. Pero tenía razón
.”
Anna, entrevista concedida en marzo del 2051. (Inédita).

El cisma iniciado en el 2041 comenzaba a lanzar sus raíces por encima de los miembros del grupo, quienes en este período se contentaron con hacer remakes de sus performances más conocidos.

Anna y Alyssa, a la par, continuarían desarrollando la tendencia hardcore del proyecto en diversas intervenciones que asumieron un carácter ocultista y de fanatismo, a medio camino entre el arte y el ritual. Tampoco existen registros que nos permitan referir esta etapa más allá de lo puramente anecdótico. Anna y Alyssa impedían la entrada de críticos y/o periodistas. Incluso, le negaron varios permisos de asistencia al resto de  los miembros de Van Helsing´s Project: estos, a la larga, dejaron de interesarse en las actividades independientes de Anna y Alyssa. Por su parte, ambas han negado todo aspecto mesiánico relacionado a sus performances… aunque sí afirmaron que ciertos actos vinculados a sus seguidores incluían la adoración de imágenes y fotos.

“Diosas. Diosas de la sangre. Eso eran”.
Entrevista a un sujeto (no identificado), en abril del 2051.

“Nos gustaba probar de ellas. Nunca había visto algo semejante. El resto de los Van Helsing´s Project no eran más que estatuas. Muy bonitos, sí. Muy profundos, sí. Pero huecos. De piedra. Ellas hablaban de la carne, de la epidemia, de la contaminación… cosas que me resultaban muy conocidas.”
Testimonio de un infectado, asistente a uno de los action-rituales de Anna y Alyssa.

“Demasiado rojo y muy poco arte”.
Declaración de Primm, en septiembre del 2052.

A finales del 2043, Anna y Alyssa comenzaron a apartarse radicalmente del grupo, a firmar sus espectáculos con las siglas A/A y los dos consabidos círculos de los infectados. Se comenta que fue entonces cuando ambas iniciaron sus relaciones amorosas, aunque en su diario, Remes escribió:

“Lo de Anna y Alyssa fue una total hipocresía. Llevaban años en eso. El A/A no fue una excusa para unirse. Unirse no fue una excusa para A/A. Pero estaba yo, y ellas me amaban…”

Una afirmación semejante ha dado lugar a diversos comentarios sobre el suicidio de Remes en el año 2050, luego de la disolución definitiva de Van Helsing´s Project y de la gira internacional “I want the infection now 9.0”.

Mientras los miembros de Van Helsing´s Project luchaban contra la disolución, y Anna y Alyssa fundaban el A/A, Remes se encontraba envuelto en su realización de una muestra en solitario, a la cual tituló “Family and canibalism”. Esta vez, su apuesta iba centrada en la difusión del dolor de las familias dispares, las cuales debían convivir con la sed constante de sangre de algunos de sus miembros y combatir el terror de los otros. “Family and canibalism” inauguró el mutilated performance, conocido en la actualidad como uno de los giros más innovadores en la cultura y el arte universales. Por espacio de dos semanas, Víctor dejó de alimentarse y solo comió de la carne que su hermana menor —Vero Remes, declarada enferma a los tres meses de vida— se cortaba del cuerpo: porciones que eran apenas suficientes para satisfacer el hambre de un niño. Dos días antes del término del plazo propuesto por el artista, su hermana se negó a continuar. Remes nunca la perdonó. En su diario se lee: “Esa perra no merece llamarse infectada. Es una oveja. Puta. PUTA.”

En el 2045, los miembros de Van Helsing´s Project se reunieron para su último performance juntos. Ya habían decidido separarse y aquel era un acto simbólico para despedir una época. El 29 de noviembre de ese año se realizó la muestra “I want the infection now 2.0” en la habanera calle de Obispo. Los artistas, desnudos, recitaban fragmentos de William Blake, Rilke y Esquilo. Muchos pensaron que sería un remake de uno de sus clásicos performances. Pero “I want the infection now 2.0” fue un epicentro artístico, evento que afianzó, definitivamente, la tendencia hardcore en concordancia con el conceptualismo. Poesía y convulsión. Rabia. Posibilidades extraordinarias. Eso fue… y mucho más. Aquella tarde, más de dos mil voluntarios humanos marcharon frente a Van Helsing´s Project como corderos del sacrificio. Apenas dos horas después, más de la mitad habían sido vaciados de sangre. Primm y Yoanna fueron elegidas como las “maquinarias de la muerte”. V.C y Remes les infligían heridas con agua bautismal y crucifijos de variadas dimensiones. Anna y Alyssa, una vez que los “objetos de arte” se encontraban a un paso del fallecimiento, procedían a infectarlos… para así recibir a los nuevos hermanos que se incorporaban a la vida.

I want the infection now 2.0” tuvo otras seis intervenciones en territorio cubano. Pronto, se requirió la presencia de cordones humanos que impidieran el acceso a las manadas de jóvenes que rogaban/deseaban la infección. “Sangre y vida eterna” eran los lemas del momento. Las autoridades intentaron reprimir a las muchedumbres, pero todo intento fue en vano. El arte era lo más importante, y aquellos humanos estaban deseosos de probarlo en la sangre y la piel propias.

En Santiago de Cuba se dio la reyerta más terrible, cuando un grupo de padres —que intentaban arrastrar a sus hijos fuera de la fila que esperaba por la conversión— fue masacrado por los jóvenes infectados.

“Fue el mejor momento de mi vida”.
Lya Guelmes, joven infectada en el performance “I want the infection now 2.0”, en Santiago de Cuba.

“Enseguida que me convertí tuve hambre…
no lo dudé… aquellos viejos sabían a asco líquido”.
Lucas Duarte, infectado en el performance “I want the infection now 2.0”, en Santiago de Cuba.

“Todos éramos mayor de edad. A los niños no se les permitía… mayores de dieciocho. No sé por qué cojones tuvieron que meterse…”
Manuel Palma, infectado en el performance “I want the infection now 2.0”, en Santiago de Cuba. Hijo de uno de los atacados.

El éxito de “I want the infection now 2.0” cruzó los mares. Van Helsing´s Project inició una gira por Europa y luego por Suramérica de más de dos años, después de que el Ministerio de Justicia los declarara libres e inocentes por los eventos ocurridos en la matanza de Santiago. Aunque esta decisión ha sido cuestionada a lo largo de la historia del arte, lo cierto es que el performance fue realizado con el consentimiento de los hombres y mujeres que decidieron marchar a la conversión, todos mayores de dieciocho y en plenas facultades mentales.

I want the infection now” tuvo otras ocho ediciones en diferentes países, y más de dos millones de objetos de arte. Son esos muchachos y muchachas que se llaman ahora “Van Helsing´s sons and daughters” y que suelen ser exhibidos en las galerías más importantes del orbe tras la disolución del grupo.

En el 2048, agotados por dos años de gira y varios de rupturas y desequilibrios internos, los conflictos de Van Helsing´s Project llegaron a un punto cismático. Los detalles permanecen envueltos en esa nube de leyenda que se crea en torno a los mitos vivos. Poco o nada se sabe con claridad del acontecimiento, pero un comunicado del 1 de abril del 2048 anunció la disolución del grupo:

“Esto es todo. Hora de terminar. Es mejor así. Van Helsing´s Project está roto, irreversiblemente. Y sangra. El arte es un asunto efímero. El arte es un asunto efímero. El arte es un asunto efímero.”(Fragmentos de Adiós, arte infectado.)

Las protestas de humanos e infectados ante aquel asunto que los sobrepasaba, cuya decisión no estaba en las manos de ninguno de ellos, alcanzó puntos alarmantes por todo el planeta. A pesar de eso, los miembros se negaron a dar conferencias o mesas de prensa para explicar los motivos. Rehuyeron los medios. Dejaron de aparecer juntos.

En la actualidad, cuatro años después de su disolución, la leyenda ha crecido hasta convertirse en mito.

Los objetos de arte, hombres y mujeres que participaron en los performances de Van Helsing´s Project son venerados, estudiados en las academias y, como ya mencionábamos anteriormente, exhibidos en galerías. Unos pocos se han subastado a precios exorbitantes.

El 2050 estuvo marcado por el dolor de la partida. Víctor Remes, después de intentar construir durante más de cuatro años una carrera en solitario, fue descubierto en su habitación: llevaba muerto más de ocho días y su cuerpo comenzaba a apestar. Se llegó a considerar la idea de un asesinato a manos de fanáticos que no habían podido superar la disolución de los performadores ni la decadencia del que —según muchos— era el más brillante de todos los miembros del grupo. Pero las autoridades dictaminaron que el motivo de la muerte había sido suicidio: ingestión de pastillas junto a sangre contaminada. Bajo la cama de Remes se encontraba una botella vacía y pedazos de periódico que reproducían cada palabra de Adiós, arte infectado, el manifiesto de despedida de Van Helsing´s Project.

Aun así, las leyendas proliferaron cuando se difundió la noticia de que habían encontrado, sobre la frente del cadáver, un tatuaje de dos círculos rojos. Algunos, inmediatamente, apuntaron hacia Alyssa y Anna como culpables. Ellas nunca respondieron a las provocaciones y se contentaron con realizar —en diversos lugares de la Isla—algunas exposiciones de A/A.

En el entierro de la más joven estrella del performance solo asistió Primm, en representación de todos los miembros de Van Helsing´s Project. Esporádicamente se les ha visto a los otros. Pocas veces han concedido entrevistas.

“¿Qué hago ahora?… Muchas cosas. El arte ya no me importa.”
Entrevista realizada a Primm, el 30 de septiembre del 2050, para Performance, hardcore and Infected Art Magazine.

Bajo la luz de lo mistérico, Van Helsing´s Project ha pasado a la historia del arte universal. Renovadores. Provocadores. Cargados de polisemia y desestructurando todos los discursos y lenguajes del performance.

Por eso —y más— es que el MoMA se complace en abrir sus puertas a Van Helsing´s Project. Esta exposición pretende establecerse como el recuerdo de aquellas épocas pasadas, de la niebla y la sangre que ellos derramaron sobre el Theatrum Mundi… De aquello que perdura inevitablemente.

“Un lenguaje visceral, que nos recuerde las cosas eternas…
eso es lo que quiero”.
Víctor Remes, diario.
“Claro, teníamos sed de sangre… eso siempre…
pero había algo más… algo, ¿sabes?”
Provocaciones de un artista infectado,
entrevista a Alyssa (inédito).

NOTA:

Todos ellos, con la excepción de Remes —quien era menor en el momento de los acontecimientos y, por tanto, sin responsabilidad legal— han sufrido períodos de cárcel y reclusión debido a “Cero/Dirty/Cero”. La condena mayor fue impuesta a Alyssa y Anna en el 2041, cuando ambas fueron llevadas a un centro de detención para infectados en la Isla de la Juventud. Cumplieron 11 meses de condena, y fueron liberadas por buen comportamiento. En su tiempo de encarcelamiento, dieron lugar a cinco performances individuales y varias intervenciones del espacio carcelario,  a las que —evidentemente— nunca se incorporaron el resto de los miembros del grupo. La crítica ha comentado y coincide en que este fue el comienzo del cisma de Van Helsing´s Project.

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