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Troyanas en YouTube. Canales para Heroínas

DECÁLOGO DE UNA TROYANA

1. Una troyana siempre es una emprendedora, no porque sea necesariamente una mujer «exitosa», sino porque ha comprendido que el fracaso forma parte de su aprendizaje y que el éxito es pasajero, por lo que siempre está iniciando proyectos, empezando de cero, aprendiendo, lanzándose al abismo. 

2. Una troyana nunca olvida su pasado, no por resentimiento o apego, todo lo contrario, porque sabe que la desmemoria se paga caro, porque sabe que la repetición absurda de los mismos errores convierte la existencia humana en una ruina.

3. Una troyana se sabe empoderada, pero no por ser mujer o ser de Troya, o porque la palabra «empoderamiento» está de moda, sino porque tiene consciencia plena de su lugar en el mundo y de todo lo que puede hacer, porque se tiene a sí misma y ahí radica su mayor poder. 

4. Una troyana siempre ama, siempre arde, siempre tiene el corazón grande, hinchado, lleno de cenizas, de luces, de arena, de mar. 

5. Una troyana piensa y se preocupa por su entorno, entiende de política, de religión, de ciencia, si quiere marchar, marcha y si quiere permanecer callada, calla, pero siempre sabe discernir, aunque elija entre el silencio o la rebelión. 

6. Una troyana calza tenis para correr, tacones en las recepciones y chancletas para limpiar. Adora la buena música, la gran literatura, el cine de autor, pero…. cuando escucha música bailable se «despelota». 

7. Una troyana es intensa, muy intensa, por eso lucha por un decreto ley que apruebe una enmienda en La Poética, en la que Aristóteles reconozca a las mujeres, a los niños y a los esclavos como parte importante de la sociedad. 

8. Una troyana acepta y estima, también, a los que no piensan como ella, aunque no compartan sus gustos ni su forma de vivir. 

9. Una troyana es atea, gracias a Dios. Cree en el Destino, la Ciencia, la Astrología, la Numerología, la Biodecodificación, la Medicina alternativa, el politeísmo y el sincretismo, pero sin fanatismos que terminen limitando su libertad, su relación con «el otro» y su disposición de estar abierta a nuevas experiencias y saberes. 

10. Su color, el Rojo aseptil. Su tamaño, Infinito. Su talla, Única. Su virtud, la resistencia. Su mineral, el carbón. Su estado, en llamas. Su vicio, Troya. Su sino, trágico. Su enigma, El Caballo de Troya. Su destino, tú.

EL FIN DEL PRINCIPIO 

Casandra decide amar, temer y partir

Y estoy aquí, en el fin del principio. Parto a territorio desconocido.
Dejo a Lumen huérfano y moribundo.
Dejo a un padre que evoca La Habana de los ochenta y a un abuelo que muere de miedo a la muerte.
Mi madre, como la Penélope de Serrat, me deja partir bajo la promesa del rescate.
Los amigos abandonados me recordarán ahora
con la inquietud de quienes temen perder algo.
No es mucho, solo en apariencia.
Abandono una vida, desecho todo lo construido.
El espacio se me antoja pequeño,
apretado.
No quiero días predecibles.
Despierto y mi realidad no se parece a mi sueño,
entonces me invento otra quimera y corro tras ella.
Siempre serán más las personas que no conocí, las calles no caminadas, los sucesos no vividos, pero esa es la parte que no se cuenta…
Me pregunto, ¿cuándo, todo lo que tenía dejó de parecerme suficiente?, ¿en qué minuto ya no pude conformarme?
Yo creía en estas ruinas, añoraba levantarlas.
Puedo demostrar que mi plan no era tan descabellado.
¿En qué momento me dejé sola?
¿Cuándo, una parte de mí ya no pudo seguirme?
Desde mi rincón el mundo parecía tan seguro, confortable, finito…
¿Cuándo empecé a sospechar que afuera, tal vez, habría más?
Estoy en el fin del principio.
Llevo solo lo imprescindible, pues no se debe saltar con mucho peso.
Espero regresar y contar las historias que ahora susurro,
sueño despierta.
Si algún día,
la quimera de hoy se convierte en un círculo asfixiante y apretado,
prometo, nuevamente, el salto.

SOLEDAD LÍQUIDA

Andrómaca está en crisis

¡La soledad me mata!, literalmente. “Es mala consejera” dicen, y tienen razón. La soledad es este dolor en la boca del estómago, estas ganas de salir corriendo y llegar a un lugar donde nadie me conozca, y donde la soledad sea esa condición de ser un desconocido para todos y de que todos lo sean para mí. Pero esta es, sobre todo, una soledad líquida; corriendo dentro de mí como la sangre, entrando por mi cuerpo y saliendo de él. Sentimiento enfermizo que lo confunde todo, que lo amarga todo, que convierte una boda en un funeral, disfraza a un mendigo de rey, pero en realidad oculta al ser harapiento y sin esperanza que hay detrás. 

La soledad de la mujer casada, la soledad de la mujer soltera, la soledad de la novia que quiere casarse, la soledad de la divorciada, la soledad de la que ama en silencio a un amor imposible, la soledad de la que ama al hombre que duerme a su lado convencida de que él no la ama, la soledad de la que duerme con dos. La soledad de la que ama para siempre a uno solo y está segura de que nunca amará a ningún otro. La soledad de que la ama a una mujer. 

¡Qué extraña vocación! ¡Qué oficio dañino! ¡Qué perversa esclavitud! Esclavitud que esclaviza al otro con la misma intensidad que te esclaviza. 

La formalidad esclaviza. El romance esclaviza. El amor esclaviza. El desamor esclaviza. 

La compañía esclaviza. La soledad también esclaviza. 

Somos esclavos de la idea de que, tal vez, algún día no nos sentiremos solos. 

WARNING 

Visiones de Helena

Pongamos las cosas en claro, nadie nunca me explicó qué era el amor, acaso, nadie lo sabe. 

En lugar de clases de Educación Cívica, deberían dar clases de Educación Sentimental, nadie te prepara para lo que más trabajo da en la vida, para lo que más cuesta aprender: las Relaciones Humanas.  

Nadie nunca me dijo que era tan difícil el amor recíproco, ni me explicaron que el sadomasoquismo forma parte de casi todos los intercambios amorosos. 

 Cuando era chiquita me dijeron que las mujeres fáciles eran tiradas al montón, que nadie las amaba. Resulta que a las mujeres difíciles nadie las soporta, las desechan rápido porque el intercambio de fluidos debe correr a más velocidad que los avances tecnológicos.  

“Si te besan los pechos en la Secundaria se te poncha el desarrollo”, decía mi abuela, y resulta que las más besadas de mi aula eran también las que más rápido parecían desarrollarse. “Si te entregas rápido, te dejan”, resulta que si te resistes te dejan más rápido aún.   

Aprendes pronto que la mejor manera de tener a un hombre es aprender a gozarlo y a gozarte con él, que si no eres desinhibida y avispada de nada sirven tus atributos físicos, mucho menos los intelectuales, y muchísimo menos 

“el buen corazón” y esas estupideces.   

Nadie me dijo lo que es el amor, que se trata de un par de amigos que se cuentan cosas al regresar del trabajo, que tienen sexo a veces con intensidad y otras con rutina, que hacen planes y cosas juntos, como arreglar una casa, poner un negocio, viajar juntos, compartir los desvaríos familiares, tener un hijo o tener amantes, y compartirlos, representarse en sociedad, mientas se re/presentan como más o menos soñaron que serían. 

Nadie me advirtió sobre la profunda decepción que puede provocar el amor. Cuando veo a las mujeres de cuarenta años me aterro, la mayoría pasó toda su juventud lavando ropa, tratando de tener contento, enamorado, atado al hombre que amaban, construyendo una familia, para luego quedarse solas, a cargo de los hijos. Luego de las separaciones los hombres siempre encuentran quien los ame, otra mujer que los acoge y quiere conquistarlos “for ever”; a ellos les aterra empezar de cero aunque en el fondo siguen en el mismo lugar. Las mujeres separadas, en cambio, sí que empiezan de cero, convencidas de que por un buen tiempo no quieren otros calzoncillos en casa que no sean los de sus hijos; en efecto, intentan varias veces, pero en lo profundo ya no quieren regresar a lo de antes, se dedican entonces a tener las aventuras que no tuvieron en su juventud, con la diferencia de que ya no son tan jóvenes. 

Pasaron mucho tiempo tratando de convencer a alguien de que podían ser las únicas, de que podían ellas mismas ser varias a la vez: la puta de la cama, la ama de casa de la ropa limpia, la profesional que trabaja y la madre de los 

hijos.  

No quiero ser la ÚNICA, en realidad, no puedo ser la única aunque quiera, no puedo siempre ser todas a la vez. Desisto. Renuncio al empleo, es agotador y no tiene garantías. Del mismo modo, un hombre no puede ser el ÚNICO, no podría aunque se esforzara. 

El amor me deja una profunda decepción porque no fue lo que me contaron. Sin embargo, seamos optimistas, sí, no puede ser tan malo. Se crean lazos, el sexo se sistematiza, y en medio del vagar cotidiano todo lo demás va desapareciendo…. Y llega nuevamente la hora de compartir el café, el té o el cigarro. 

TRUEQUE 

Hécuba y el niño

Le digo a este niño que le cambio su CARRO (hecho con plástico robado de los tanques aéreos) comprado en La Cuevita, por este CABALLO. Dice un rotundo 

“No”. Y yo le digo: “pero este no es un caballo cualquiera, es el CABALLO DE TROYA, es la conquista y la trampa, es el misterio, es el enemigo comiendo a tu lado, dándote un abrazo y las buenas noches. Es un Troyano, un virus en el sistema, este Caballo puede más que tu ÁLMENDRÓN, porque no necesita ruedas, ni petróleo, ni gasolina, este Troyano vuela y mata. ¿Qué dices ahora?”.  

Él me mira, observa su CARRO como si lo viera por primera vez, revisa el CABALLO con desconfianza, y elige quedarse con su ALMENDRÓN.  

Sin embargo, este niño ya no será el mismo, se ha quedado con dudas, ahora sospecha, ha perdido la inocencia, la seguridad. Ya nunca más se conformará solo con su CARRO, y cada noche soñará con el CABALLO DE TROYA. 

ENIGMA 

Las preguntas de Hécuba

«París, La Habana, Troya…» dicen los actores de Las grandes ciudades bajo la luna, y yo pienso en Cuba.  

Pienso en los Caballos de Troya que nos frecuentan, pienso en eso que tanto desean regalarnos, intercambiarnos, comprarnos o vendernos.  

Imagino la Gran Piñata que estamos prestos a abrir, a tirar de sus hilos como si fueran venas, buscando una manera sofisticada (acaso la más primitiva de todas, acaso la misma de siempre) de sobrevivir.  

¿Qué lluvia de obsequios nos aguardan en el interior de los Caballos de Troya? ¿Cuántos miles de ojos nos miran desde adentro de sus panzas? ¡Qué raro brillo el de esas miradas!  

En medio de tantas culpas, ¿”cuál” es nuestra Helena? De cualquier manera, saldrá exonerada, como suele suceder en estos casos. 

Para adquirir el libro completo online: 

https://ruthtienda.com/inicio/1505-troyanas-en-youtube.html

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