El final
Charles Dickens
"Scrooge corrió hasta la ventana, la abrió y sacó la cabeza. Ni niebla, ni bruma; un día claro, luminoso, azul, vigorizante, frío; uno de esos fríos que alegran y que animan; dorada luz del sol; un cielo divino; dulce aire fresco; campanas jubilosas. ¡Maravilloso!"
El último de los espíritus
Charles Dickens
"—¡Fantasma del futuro! —exclamó—, os temo más que a ninguno de los espectros que conozco. Pero, como sé que os proponéis hacerme el bien, y como espero vivir para ser un hombre distinto del que era, estoy preparado para aceptar vuestra compañía y para hacerlo con el corazón agradecido. ¿No hablaréis conmigo?"
El segundo de los tres espíritus
Charles Dickens
"Scrooge se adelantó tímidamente e inclinó la cabeza ante aquel espíritu. No era ya el Scrooge empecinado de antes; y, aunque los ojos del espectro eran sinceros y amables, no se atrevió a mirarlo de hito en hito."
El primero de los tres espíritus
Charles Dickens
"Les repito que una mano invisible corrió las cortinas de la cama. No las cortinas de los pies, ni las que Scrooge tenía a la espalda, sino aquéllas hacia las que miraba. Las cortinas de su cama se corrieron y Scrooge, incorporándose desde una posición medio recostada, se encontró frente a frente con el visitante sobrenatural que las había abierto, tan cerca como, ahora, estoy yo de usted: y téngase en cuenta que, en espíritu, estoy pegado a su codo."
El fantasma de Marley
Charles Dickens
"Nadie lo paraba en la calle para decirle, con alegre sorpresa: «Mi querido Scrooge, ¿qué tal está? ¿Cuándo vendrá a verme?». Ningún mendigo le pedía un óbolo, ni los niños le preguntaban la hora, ni tampoco hombre o mujer se le acercaron una sola vez en toda su vida para averiguar cómo ir a tal o cual sitio."