Santa Clara

Cuento perteneciente al cuaderno Asco, que obtuvo Mención en el Premio de la Ciudad de Nueva Gerona 2023…

(…) de la cual nada se sabe. No porque aprenda el oficio voy a estar muerto. Ficticio no es el mar (…) sino la llave que arrincona lo más grave de su hondura en la cabeza.

"Mi casa la conoce todo el mundo porque entra mucha gente; unos abrazan a mamá, otros a Zoila, muy pocos a Zenaida que se levanta todas las mañanas y hace el café para los hombres. “Dígase hombre y se han dicho todos los derechos”. Entran en mi cuarto, estrujan mi cama. Mamá siempre sale colorada y le enseña el cuello a Zenaida..."

Detrás de los hierbazales ocres dispuestos a arder / a consecuencia de una reseques muy antigua, / absorbiendo el agua que emana de la tierra / me dejo hundir por los vericuetos del fango.

"Quiroga, como todos, me dice Hemingway porque escribo en su bar y porque no diferencia entre poetas y narradores; pero ni él mismo sabe que lo que hace a este lugar tan especial es que junto a las mesas se mueven solo para mí las hembras más hembras de la historia."

Quien haya vivido en la ciudad de Santa Clara tiene que haber oído al menos mentar al Fide Stevenson, el que ahora es despachador de guaguas de la terminal de ómnibus intermunicipal…

Negocios ilícitos, vicios, traiciones, crímenes. Todo es válido en el barrio Condado, donde la calle es… la calle y el asesino… siempre es el asesino