Relatos Nicaragüenses

La historia de un picaflor

Rubén Darío

Sumérgete en el mundo de la naturaleza con “La historia de un picaflor” del insigne poeta Rubén Darío. Este cuento te llevará en un viaje poético a través del ecosistema y el papel de las aves en la polinización. Aprende sobre la importancia de proteger y conservar nuestro entorno mientras disfrutas de la belleza de la prosa de Darío.

La extraña muerte de fray Pedro

Rubén Darío

"Y, depositando el envoltorio en manos del asombrado fray Pedro, desapareció, sin que éste tuviese tiempo de advertir que debajo del hábito se habían mostrado, en el momento de la desaparición, dos patas de chivo..."

Huitzilopoxtli

Rubén Darío

Tuve que ir, hace poco tiempo, en una comisión periodística, de una ciudad frontera de los Estados Unidos, a un punto mexicano en que había un destacamento de Carranza. Allí se me dio una recomendación y un salvoconducto para penetrar en la parte de territorio dependiente de Pancho Villa, el guerrillero y caudillo militar formidable...
Oxford

Thanatopía (Cuento)

Rubén Darío

—Mi padre fue el célebre doctor John Leen, miembro de la Real Sociedad de Investigaciones Psíquicas, de Londres, y muy conocido en el mundo científico por sus estudios sobre el hipnotismo y su célebre Memoria sobre el Old. Ha muerto no hace mucho tiempo. Dios lo tenga en gloria...
The old clock on the stairs. Por Taylor, William Ladd, 1854-1926

El velo de la reina Mab

Rubén Darío

La reina Mab, en su carro hecho de una sola perla, tirado por cuatro coleópteros de petos dorados y alas de pedrería, caminando sobre un rayo de sol, se coló por la ventana de una buhardilla donde estaban cuatro hombres flacos, barbudos e impertinentes, lamentándose como unos desdichados...
Ninfas y sátiro

El sátiro sordo

Rubén Darío

Habitaba cerca del Olimpo un sátiro, y era el viejo rey de su selva. Los dioses le habían dicho: “Goza, el bosque es tuyo; sé un feliz bribón, persigue ninfas y suena tu flauta”. El sátiro se divertía.
Rubí. Foto por Joshua Fuller en Unsplash

El rubí

Rubén Darío

-¡Ah! ¡Conque es cierto! Conque ese sabio parisiense ha logrado sacar del fondo de sus retortas, de sus matraces, la púrpura cristalina de que están incrustados los muros de mi palacio!...
Mensajeros escitas se encuentran con el rey persa Darío

El rey burgués

Rubén Darío

¡Amigo! El cielo está opaco, el aire frío, el día triste. Un cuento alegre… así como para distraer las brumosas y grises melancolías, helo aquí...
Pájaro azul. Foto Amy Luschen en Unsplash

El pájaro azul

Rubén Darío

París es teatro divertido y terrible. Entre los concurrentes al café Plombier, buenos y decididos muchachos -pintores, escultores, poetas- sí, ¡todos buscando el viejo laurel verde!, ninguno más querido que aquel pobre Garcín, triste casi siempre, buen bebedor de ajenjo, soñador que nunca se emborrachaba, y, como bohemio intachable, bravo improvisador...
Mrs. Richard Brinsley Sheridan. Por: Thomas Gainsborough

El caso de la señorita Amelia

Rubén Darío

Que el doctor Z es ilustre, elocuente, conquistador; que su voz es profunda y vibrante al mismo tiempo, y su gesto avasallador y misterioso, sobre todo después de la publicación de su obra sobre La plástica de ensueño, quizás podríais negármelo o aceptármelo con restricción; pero que su calva es única, insigne, hermosa, solemne, lírica si gustáis...
Card. Foto por Allie Smith en Unsplash

La tarjeta

Sergio Ramírez

"Y cuando la mayoría de edad le llegó, llena de sudor y de trabajo, ya no iba a los burdeles ni a las cantinas de la costa, y todo lo que ganaba se lo daba a su mamá y entre todos se ayudaban a vivir. Después se hizo celador nocturno de una casa de comercio en Managua..."
The Man Made Mad with Fear, por Gustave Courbet

El cobarde

Sergio Ramírez

"Se bajó con una confusión de extraños sentimientos y con unas ganas enormes de volverse a su casa; pero había un tanto más de doscientos kilómetros que el volverlos a recorrer podría matar a su padre del corazón. Conoció la pensión por el rótulo mal pintado y con mala ortografía: «SE ASEPTAN COMENZALES»..."

Cuento de Nochebuena

Rubén Darío

"Avino, pues, que un día de Navidad, Longinos fuese a la próxima aldea…; pero ¿no os he dicho nada del convento? El cual estaba situado cerca de una aldea de labradores, no muy distante de una vasta floresta, en donde, antes de la fundación del monasterio, había cenáculos de hechiceros, reuniones de hadas, y de silfos, y otras tantas cosas que favorece el poder del Bajísimo, de quien Dios nos guarde."