Ensueño de año nuevo
Colette
Las tres volvemos a casa empolvadas, yo, la pequeña doga y la perra de pastor flamenca. Ha nevado en los pliegues de nuestras ropas. Yo llevo charreteras blancas; en la cara chata de Poucette se funde un azúcar impalpable, y la perra de pastor centellea toda, desde su puntiagudo hocico a su cola semejante a una cachiporra.
El cura de Tours
Honoré de Balzac
El abate Birotteau cree vivir en el mejor de los mundos posibles, al menos en la medida de sus modestas pretensiones. Realiza las tareas de su apostolado como algo rutinario y ocupa una espaciosa y bien amueblada habitación en casa de la señora Gamard, donde su existencia es muy cómoda, ya que su anfitriona se ocupa de que no le falte de nada. Su mayor ambición es obtener una canonjía, dejando que transcurra el tiempo para que dicho bien le caiga como fruto maduro.
La obra maestra desconocida
Honoré de Balzac
A finales del año 1612, en una fría mañana de diciembre, un joven, pobremente vestido, paseaba ante la puerta de una casa situada en la Rue des Grands-Augustins, en París...
La cúpula de los Inválidos
Honoré de Balzac
"Tomé la calle de Babylone y caminé melancólicamente hacia los bulevares, adoptando como punto de referencia la cúpula de los Inválidos. Al dar la vuelta a no sé qué calle, ¡vi que la cúpula venía hacia mí!…"
Laurette o el sello rojo
Alfred de Vigny
"El dormitorio de una reina no puede estar más limpiamente ordenado que el de un marino, dicho sea sin querer presumir. Cada cosa tiene su pequeño espacio y su pequeño clavo. No se mueve nada. El barco puede moverse todo cuanto quiera sin desordenar nada. Los muebles están hechos según la forma de la embarcación y del pequeño camarote que uno tiene. Mi cama era un cofre..."
Canción de la danzarina
Colette
Pero desnuda en tus brazos, sujeta a tu lecho por la cinta de fuego del placer, me llamaste, sin embargo, danzarina, al ver agitarse bajo mi piel, desde mi pecho ofrecido a mis pies crispados, la inevitable voluptuosidad...
La torre de las ratas
Victor Hugo
En este punto, la historia se hacía terrible. El pueblo hambriento no se dispersaba y seguía rodeando el palacio del arzobispo, gimiendo. Hatto, enojado, hizo rodear aquellas pobres gentes por sus arqueros que detuvieron a hombres y mujeres, ancianos y niños, y los encerraron en un troje al que prendieron fuego...
Los zarcillos de la vid
Colette
Se acostaba cuando sonaban las siete, las siete y media, en cualquier sitio, a menudo en las viñas en flor que huelen a reseda, y dormía de un tirón hasta el día siguiente...
El grande de España
Honoré de Balzac
Sus gestos y su voz tenían un no sé qué vulgar, y su rostro, presa de los rubores que el trabajo de la digestión le imprimía, no realzaba por ningún rasgo sobresaliente el conjunto de su persona; tenía la frente despejada y poco cabello en la cabeza...
El elíxir de larga vida
Honoré de Balzac
Las siete cortesanas de Ferrara, los amigos de don Juan y el mismo Príncipe lanzaron un grito de horror. Doscientos años más tarde y bajo Luis XV, las gentes de buen gusto hubieran reído ante esta ocurrencia. Pero, tal vez al comienzo de una orgía las almas tienen aún demasiada lucidez...
La mujer que comía poco
Alfred de Musset
Había una vez un matrimonio en el que el marido era pastor de un rebaño de cabras. El pobre hombre se dirigía todos los lunes a la montaña y no regresaba a casa hasta el sábado. Estaba delgado, delgado como un junco. Y su mujer estaba gorda, gorda como una vaca...
Los deseos ridículos
Charles Perrault
Érase una vez un pobre leñador que estaba harto de la vida tan penosa que llevaba y solía decir que tenía ganas de ir a reposar a los bordes del Aqueronte; porque veía que, en su profundo dolor, jamás el Cielo cruel no había querido concederle ni uno de sus deseos...
El arca y el aparecido
Stendhal
El humor siniestro de don Blas se agravó más aún, porque, al verle de cerca, observó que don Fernando era guapísimo: rubio y, a pesar del mal paso en que se encontraba, con una expresión muy dulce. Don Blas miraba pensativo a aquel mozo...
Así fue salvado Wang-Fo
Marguerite Yourcenar
El viejo pintor Wang-Fo y su discípulo Ling erraban a lo largo de los caminos del reino de Han. Avanzaban lentamente porque Wang-Fo se detenía de noche a contemplar los astros, y de día para mirar las libélulas...
Cuentos completos de La Comedia Humana
Honoré de Balzac
"Cuentos completos de La Comedia Humana" es una recopilación de cuentos del escritor francés Honoré de Balzac, publicados originalmente en el siglo XIX. La obra es parte de una serie más grande conocida como "La Comedia Humana", que retrata la sociedad francesa de la época. La obra incluye más de 90 cuentos, que se dividen en varios volúmenes, y cubren una amplia gama de temas y personajes. Los cuentos tratan sobre la vida en la ciudad y en el campo, la aristocracia y la clase trabajadora, y temas como el amor, la avaricia y la corrupción. Entre los personajes más notables se encuentran Rastignac, un joven ambicioso que intenta subir en la escala social; Eugenia Grandet, una mujer rica y egoísta que trata a su hija con crueldad; y Vautrin, un astuto delincuente que siempre tiene un plan bajo la manga. En general, "Cuentos completos de La Comedia Humana" es una obra rica en personajes y temas, y ofrece una visión detallada de la sociedad francesa de la época. Es…
Bola de Sebo
Guy de Maupassant
Durante muchos días consecutivos pasaron por la ciudad restos del ejército derrotado. Más que tropas regulares, parecían hordas en dispersión. Los soldados llevaban las barbas crecidas y sucias, los uniformes hechos jirones, y llegaban con apariencia de cansancio, sin bandera, sin disciplina...
Cuentos crueles
Philippe A. Villiers de L’Îsle-Adam
Esta recopilación de narraciones breves es la producción más conocida y más característica del autor; original hasta la extravagancia, desigual y a menudo vigorosa, manifiesta en ella su múltiple inspiración. El absoluto idealismo se refleja en Vera, la mujer que después de la muerte continúa viviendo en el recuerdo del amado, hasta el día en que éste, imaginándola muerta, la hace verdaderamente morir. En Desconocida presenta una delicadísima figura de mujer que, pese a ser sorda, escucha las palabras del alma, y renuncia al amor imposible para no estropearlo con su desventura; en El Intersigno desfilan los signos premonitorios de la muerte. Otra fuente de inspiración es el horror, como en el relato titulado Convidado de las últimas fiestas, en el que aparece un gran señor que, aficionado a las ejecuciones capitales, se siente feliz cuando puede sustituir al verdugo. La más cruda ironía predomina en Las señoritas de Bienfilâtre, una de las cuales falta a su deber y muere a causa de ello, después de haber amado sinceramente a…
La obra maestra desconocida
Honoré de Balzac
Este relato breve y sabroso, que es en verdad una tensa novela, la de la lucha de años del pintor Frenhofer por atrapar la vida misma, acabó por ser una fábula: la del arte de hoy, Rodin, Cézanne o Picasso (cuyo encuentro con la obra de Balzac reseñan las ilustraciones de esta edición), pero también Rilke o Schónberg y Thomas Mann, todos ellos vieron en el juego de barajas en que se enfrascan los tres pintores, — con una pintura y una mujer de por medio y la vida por prenda — la cifra del acto de creación. El propio Balzac entendió poco a poco que había encontrado con ese relato la clave de su obra. Como bien muestra Francisco Rivera, Balzac conjura en él sus demonios, y echa al traste el obstáculo que la belleza antepone en arte a lo real: mejor fragmentos de obra, pedazos de cuerpo, un pie, vivos, que por supuesto una obra sin vida, un cadáver exquisito. Pero peor aún es la vida sin la…