Relatos

Librería Lello, Portugal. Foto por Ivo Rainha en Unsplash

Cuando las bibliotecas se hacen laberinto

Víctor Lowenstein

Cuando una biblioteca se vuelve laberinto, gran pánico cunde por sus pasillos, que empiezan a ser interminables. Las estanterías parecen ondular con todos sus libros, que adquieren dimensiones amenazantes...

Alexandre

Guy de Maupassant

"Aquel día, como todos, a las cuatro, condujo Alexandre hasta la puerta de la casita del matrimonio Maramballe la silla de minusválido de tres ruedas en la que paseaba hasta las seis, por prescripción facultativa, a su anciana e inválida patrona..."

Abril, en Río, en 1970

Rubem Fonseca

"Nely vivía en un departamento de dos ambientes en la playa de Botafogo, con una compañera que sabía de nuestro asunto, una chica medio jorobada que se llamaba Margarida, muy buenita; cuando yo iba a dormir con la Nely, ella se iba a dormir al living, se acostaba en el sofá y fingía no oír los gemidos que provenían del dormitorio..."

Los nutrieros

Rodolfo Walsh

"Chino Pérez tapó con tierra el fogón, y luego tendió la mirada a lo lejos. El agua había tomado un color plomizo, y en el oro verde de los juncos se alargaban las primeras sombras. Por los confines de la laguna, ensimismada en la quietud vesperal, entre las últimas barreras de juncos, flotaban a ras del agua nubecillas de vapor."

Después de la tormenta

Ernest Hemingway

"Aquella había sido una buena tormenta. Mi lancha era la única que se veía. El agua estaba blanca como un barril de lejía y desde Eastern Harbor a Cayo Southwest no podía distinguirse la playa. En medio de la ribera se había abierto un gran canal. Los árboles fueron derribados y flotaban enteros, había pájaros muertos, ramas; de todo."

Ese hombre

Rodolfo Walsh

"Me pregunta si conozco el cuento del vasco. Escucho el cuento del vasco, rodeado de parientes, que no quería firmar el testamento. El índice del Viejo va y viene despacio sobre el índice izquierdo, preparando la pregunta, la pausa, el corte de manga, su porfiada respuesta. Y ahora no sé cuál es mi risa, cuál es la suya, la del Papa Juan divertido a su modo en el cromo."

Un punto en la oscuridad

Javier Rabeiro Fragela

"Ella era una víctima de guerra. Tenía los pies y las manos cercenadas. En el pecho le latía una gran herida. De la cabeza saltaban infinitos hilos de sangre. Estaba deshecha. Parecía uno más de los adornos barrocos y oxidados que ¿adornaban? las casas coloniales que estaban a su alrededor. Unas casas desgastadas por el tiempo, roídas hasta los huesos, apuntaladas, pidiendo la eutanasia desde el lenguaje braille de sus tristezas."

Mariela

Emerio Medina

"Ya están al hacer el anuncio de la salida. La gente se va acercando al camión, son sesenta o setenta personas, van a ir apretados, la mitad tendrá que ir de pie, todo el viaje de ochenta y seis kilómetros de pie dentro de ese cajón de hierro, quien sabe si alguien se quede por el camino y alguno pueda ir sentado el resto del viaje"

Una dama de negro, los autos, las gaviotas…

Amir Valle

"“Una hermosa mujer”, me dije, y observé bajo su saya negra el contorno perfecto de las nalgas. Pude ver sus piernas también perfectas. Y aprovechando que a ella sólo le importaba lanzar aquellos papeles hacia el mar, dueña de una mágica precisión que colocó cada hoja arrugada sobre la cresta de las olas, pude detener mis ojos en sus senos regios, como dos pequeñas colinas redondeadas, bajo el oscuro manto de la blusa."

El escriba

Raciel René Prat Primelles

"Una fuerza, no de hombre, me llevó dentro, donde todo era limpio y relucía cual cobre pulido. Tronó una voz sobre mi cabeza igual al ruido de muchas aguas. No entendí el idioma de la voz, pero me postré con las manos extendidas en señal de reverencia. El suelo me arrastraba en su corriente, y me llevaba al lugar que parecía el trono de Su Majestad, de zafiro era."

Apnea

Carlos Duarte

"Primitivo quedó mudo. Se tapó la cara con el pañuelo para no presenciar el triste panorama de la celebración de los “orientales”, pero no pudo evitar que golpeara sus oídos, proveniente del solar vecino, la atronadora avalancha de la conga santiaguera."
Fotografía: Jesús, de Escael Marrero

Ante los ojos de Dios

Argenis Osorio

"Yo me fui con las Perlas del Son. Estaba muriéndome de aburrimiento en la Casa de Cultura del Nuevo Vista Alegre, entre intrascendentes y tanta buena gente que no tenían donde estar ni donde ir y la directora de la agrupación me dijo: ven con nosotras, nos hace falta un representante."

Alguien tiene que quererte

Nonardo Perea

"Ese nunca creyó en nadie, hace diez años no sé nada de él. Sé que esta vivo porque de vez en cuando voy de pasada por La Habana del Este y visito a su madre. Robertico está de lo mejor, vive en Mallorca y trabaja como showman en un hotel."

Chanel y el rayo verde

Roy Jorge

Por fin estás aquí, arrodillada en la arena rugosa, sintiendo el agua fresca que a veces llega desde atrás y acaricia tus pies; él, frente a ti, de pie, con el sol moribundo alumbrándole el rostro y el bosquecito de casuarinas a sus espaldas; es el sitio ideal, según te lo indicó la cartomántica —que tú gustas nombrar pitonisa— para poner en marcha el sortilegio...

Naturaleza muerta en re menor

José Antonio Martínez Coronel

Quisiera decirlo, contar la historia múltiple de mi familia, a ver si nos vamos conociendo los cubanos de acá y los de allá, a ver si por fin empezamos a creer en nosotros mismos y nos sacamos las victrolas y discotecas de la cabeza y aprendemos a recorrer nuestras calles, a leer en nosotros mismos la historia múltiple de nuestra familia...

Fuga de capital

Yunieski Betancourt

Gilberto mira el reloj. Ha pasado casi una hora desde que le inyectó la droga al “paciente”. Según sus cálculos, en cualquier momento debe despertar con la percepción temporal interrumpida, requisito indispensable para efectuar la transferencia de conciencia...

Algunas cosas perduran

Pedro Juan Gutiérrez

Anoche, en medio de la música, las borracheras y la algarabía habitual de cada sábado, Carmencita le cortó la pinga a su marido. No sé cómo fue porque intento mantenerme al margen de esta gente. En realidad estoy aterrado, pero ellos no deben percibirlo. Si olfatean que me molestan y que me dan miedo, estoy perdido...

El galán de las lechugas

Baudilio Espinosa Huet (Bao)

Mi empate con el ángel claroscuro ha estremecido a la fauna cuyo hábitat principal se reparte entre El Antro, La Marquesina y el Parque. Yo los tenía acostumbrados a darme mi jebita linda a menudo. O linda o riquita, o inteligente, o de moda. Vaya, jebitas de esas que marcan puntos...

Azul y el único juego importante

Michel Encinosa Fú

Azul es una muchacha azul. Azul cree tener un escarabajo en su corazón. Mira, me dice, toca, no lo sientes. Yo solo siento que no deberías tocar el corazón de una muchacha azul, así tan sencillo, en público, solo porque ella te lo pida...

Cuadrados

Claudio del Castillo

Hace una semana que no duermo. Cada noche doy vueltas y más vueltas en la cama sin que el sueño llegue a mí. Lidia, cada noche también, refunfuña a mi lado y me da de codazos. Solo entonces me estoy quieto, pero no consigo apartar la mirada del óleo que adorna la pared...