Atiguibas
Julio Ramón Ribeyro
"Un detalle para completar el ambiente de las tribunas populares de entonces: la de “segunda”, a la que íbamos mi hermano y yo, era de cemento hasta las diez primeras gradas y de madera hasta la parte más alta. No había en ellas baños ni retretes..."
El loco de los balcones
Mario Vargas Llosa
El loco de los balcones es una obra de teatro del escritor peruano Mario Vargas Llosa, publicada en 1993. La trama se centra en la figura de Ibsen Bravo, un fotógrafo obsesionado con la conservación de los balcones coloniales de Lima, que se enfrenta a la corrupción y la modernización que amenazan su patrimonio cultural. La obra es una crítica a la destrucción de la identidad y la memoria histórica de una ciudad, así como una reflexión sobre el papel del artista y el compromiso social. La obra se divide en dos actos y nueve escenas, que alternan el presente y el pasado de los personajes. El primer acto se sitúa en 1990, cuando Ibsen Bravo regresa a Lima después de 20 años de exilio en París, donde se dedicó a la fotografía. Allí se reencuentra con su antiguo amor, Josefina, que ahora está casada con un empresario que planea demoler los balcones para construir un centro comercial. Ibsen intenta convencerla de que lo abandone y se una a su…
Cuento quiromántico
Ciro Alegría
"¿Decía? Sí: entré a un pequeño bar y tomé asiento ante una mesa que estaba, como todas, lustrosa de mugre y tenía una apariencia neurótica. Frente a mí, un hombre bebía cerveza. El bar estaba atendido por una mujer semi destruida, lo que no me llamó la atención, pues tendría más de cincuenta años..."
Calixto Garmendia
Ciro Alegría
"Sucedió que vino una epidemia de tifo, y el panteón se llenó con los muertos del propio pueblo y los que traían del campo. Entonces las autoridades echaron mano de nuestro terrenito para panteón. Mi padre protestó diciendo que tomaran tierra de los ricos, cuyas haciendas llegaban hasta la propia salida del pueblo..."
Alienación
Julio Ramón Ribeyro
"Todo empezó la tarde en que un grupo de blanquiñosos jugábamos con una pelota en la plaza Bolognesi. Era la época de las vacaciones escolares y los muchachos que vivíamos en los chalets vecinos, hombres y mujeres, nos reuníamos allí para hacer algo con esas interminables tardes de verano."
Al pie del acantilado
Julio Ramón Ribeyro
Nosotros somos como la higuerilla, como esa planta salvaje que brota y se multiplica en los lugares más amargos y escarpados. Véanla como crece en el arenal, sobre el canto rodado, en las acequias sin riego, en el desmonte, alrededor de los muladares...
Navidad en los Andes
Ciro Alegría
Marcabal Grande, hacienda de mi familia, queda en una de las postreras estribaciones de los Andes, lindando con el río Marañón. Compónenla cerros enhiestos y valles profundos. Las frías alturas azulean de rocas desnudas. Las faldas y llanadas propicias verdean de sembríos, donde hay gente que labre, pues lo demás es soledad de naturaleza silvestre...
La guerra del fin del mundo
Mario Vargas Llosa
A finales del siglo XIX, en las tierras paupérrimas del noreste del Brasil, el chispazo de las arengas del Consejero, personaje mesiánico y enigmático, prenderá la insurrección de los desheredados. En circunstancias extremas como aquellas, la consecución de la dignidad vital solo podrá venir de la exaltación religiosa -el convencimiento fanático de la elección divina de los marginados del mundo- y del quebranto radical de las reglas que rigen el mundo de los poderosos. Así, grupos de miserables acudirán a la llamada de la revolución de Canudos, la ciudad donde se asentará esta comunidad de personajes que difícilmente desaparecerán de la imaginación del lector: el Beatito, el León de Natuba, María Quadrado... Frente a todos ellos, una trama político-militar se articula para detener con toda su fuerza el movimiento que amenaza con expandirse. La guerra del fin del mundo, primera novela que Mario Vargas Llosa situó fuera del Perú, es un relato exhaustivamente documentado, tanto a través de lecturas como de viajes sobre el terreno en el que tuvo lugar…
El puma de sombra
Ciro Alegría
Fue que nuestro padre Adán estaba en el Paraíso, llevando, como es sabido, la regalada vida. Toda fruta había: ya sea mangos, chirimoyas, naranjas, paltas o guayabas y cuanta fruta se ve por el mundo...
El barco fantasma
Ciro Alegría
Por los lentos ríos amazónicos navega un barco fantasma, en misteriosos tratos con la sombra, pues siempre se lo ha encontrado de noche. Está extrañamente iluminado por luces rojas, tal si en su interior hubiese un incendio...
De cómo repartió el diablo los males por el mundo
Ciro Alegría
Voy a contarles, y no lo olviden, porque es cosa que un cristiano debe tener bien presente, esta historia que nosotros no olvidaremos jamás y que diremos a nuestros hijos con el encargo de que la repitan a los suyos, y así continúe trasmitiéndose, y nunca se pierda...
Las enseñanzas de don Juan
Carlos Castaneda
"Como Lázaro vuelto de la tumba" (dijo algún crítico), un antropólogo narra la primera etapa del aprendizaje que lo convertirá en "hombre de conocimientos" bajo la guía de un brujo yaqui. Con diversos medios, don Juan sumerge a su discípulo en una "realidad no ordinaria", tan objetiva como la cotidiana pero totalmente distinta, inexplicable para nuestros esquemas de pensamiento pero no para la sabiduría antigua que el maestro transmite con impecable coherencia lógica y poética. Así, al tiempo que socava la "descripción del mundo" en que Castaneda ha creído, don Juan propone otra —vasta, maravillosa, terrible— y, con lecciones prácticas, enseña a habitarla desde el nivel más inmediato. Conforme pierde defensas, el aprendiz va experimentando el estado de ser al que lo llevan las enseñanzas, la "vida de guerrero", y sucumbe ante el primer enemigo de un hombre de conocimiento: el temor. No fue, sin embargo, una derrota definitiva: Castaneda reanudó su aprendizaje y ha publicado otros dos libros sobre él, considerados, como Las enseñanzas de don Juan, clásicos contemporáneos.
La madre
Ciro Alegría
"La selva rodeaba una barraca hecha de esbeltos tallos de palmera y levantada en un claro logrado a golpe de hacha, donde los tocones rojos parecían heridas. El vasto cuerpo del bosque había sido mutilado para que el sol se tendiera sobre la casa y los hombres..."
Warma kuyay
José María Arguedas
Noche de luna en la quebrada de Viseca. Pobre palomita, por dónde has venido, buscando la arena por Dios, por los cielos. —¡Justina! ¡Ay, Justinita! En un terso lago canta la gaviota, memoria me deja de gratos recuerdos...
Los escoleros
José María Arguedas
El wikullo es el juego vespertino de los escoleros [escolares] de Ak’ola. Bankucha era el escolero campeón en wikullo. Gordinflón, con aire de hombre grande, serio y bien aprovechado en leer, Bankucha era el “Mak’ta” en la escuela; nosotros a su lado éramos mak’tillos no más, y él nos mandaba...
El joven que subió al cielo
José María Arguedas
"El joven volvió a la tarea. Desde el instante en que llegó a la orilla del sembrado estuvo mirando el campo, inmóvil y atento. Esa noche la luna era brillante. Hasta la alborada estuvo contemplando los contornos del papal; así, mientras veía, le temblaron los ojos, y se adormiló unos instantes..."
El lazarillo de ciegos caminantes
Alonso Carrió de la Vandera
El lazarillo de ciegos caminantes es un libro de viajes, género muy frecuente en el siglo XVIII y que produjo abundantes obras descriptivas de las poblaciones y la geografía de América española. Empero, indica el literato Antonio Lorente Medina, un rasgo peculiar de El lazarillo... es el empleo del lenguaje literario, particularmente los recursos de la novela picaresca, tales como el humorismo satírico, las anécdotas, los refranes, etc. El mismo título de la obra se distingue de otros relatos más asépticos de la época titulados Viajes, Relación de viajes, Historia de Viajes, etc. No obstante, lo central en el libro es la descripción realista de la sociedad, a la cual se subordina el arte literario...
Siempre hay caminos
Ciro Alegría
Siempre hay caminos es, sin duda, una de las novelas cortas de Ciro Alegría mejor logradas, gracias a la simbiosis de cosmovisión, paisaje y psicología del hombre de tierra adentro, identificado con su soledad, su sentido de lo mágico y lo mítico. Su nudo argumental es un triángulo amoroso formado por campesinos de la sierra norte del Perú: el aventurero Candelario, su burda y conflictiva conviviente Micaela, y una desconocida que llega un día y se queda en la casa, sin revelar su origen y que apenas dice llamarse Eulalia Díaz…
Agua
José María Arguedas
"El varayok’ [alcalde indígena; lleva una vara como insignia de autoridad] había puesto ya la mesa para el repartidor del agua. Esa mesa amarilla era todo lo que existía en la plaza abandonada en medio del corredor, solita, daba la idea de que los saqueadores de San Juan la habían dejado allí por inservible y pesada..."
Cuarzo
Ciro Alegría
"Fabián llevaba también ese regalo para su pequeño: cuarzo, luz de piedra. No era lo único. En una esquina del pañuelo tenía amarrados quinientos soles, sólo algunos de metal firme, a la verdad, pero los billetes valían en las tiendas del pueblo. Su mujer tenía vista una falda de percal floreado. Él andaba aficionado de una cuchilla. El pequeño quería una sonaja. Justo el domingo próximo irían al pueblo."