Arturo, la estrella más brillante
Reinaldo Arenas
Arturo, el hijo de la vieja Rosa, asiste a un concierto musical y a la salida de éste, y aún embelezado por las dulces notas y acordes musicales de tan hermoso evento, se encuentra en medio de una de las tantas redadas, que con cierta frecuencia realiza la policías en contra de todos aquellos jóvenes que gustan de llevar el pelo más largo de lo habitual o que usan vestimentas muy demasiado apretadas o que por sus ademanes, más delicados de lo habitual, parezcan homosexuales, motivo más que suficiente para ser detenidos y condenados a realizar trabajos forzados en un campo de concentración exclusivo para ellos. Es aquí, que empleando su prodigiosa imaginación, Arturo construye un mundo irreal, que lo proteja y aleje de la barbarie que lo rodea.