Naturaleza muerta con Lezama
Mauricio Escuela
El gordo se sienta con un tabaco en la puerta de su casa y la gente lo saluda con un "quéhaydonlezama", él mira y devuelve el gesto. Es tan infeliz como yo, tiene cara de no conocer el sexo…
El juego de las estrellas
Laura Domingo Agüero
No tengo conciencia clara de mi espacio. Me desnudo lentamente. Soy como una estatua, una cosa blanca y resistente, y un poco fría. Sobre mí resplandecen muchos instrumentos...
Colección del siglo
Javier Rabeiro Fragela
Me sumo a la opinión de que la antología El martillo y la hoz y otros cuentos, (Isliada Editores, 2011), constituye una muestra efectiva de lo mejor de la narrativa cubana actual. De una manera de narrar donde la calidad y la seducción se toman de la mano.
Yunier, entre garzas y leones
Daysi Cué Fernández
Un grupo de leones, con la boca cosida por alambre, huye de una bandada de garzas hasta lanzarse por un precipicio. También una mujer, tan desesperada como los leones, se lanza al vacío para escapar de una realidad cada vez más insoportable...
¿Te hago el cuento de la Toma del Cuento?
Rafael Grillo
Camino a lo The Walking Dead, estilo zombie en Los Ángeles; a pasito de espectro en Comala; y voy creyendo que así “ahorro energía”. Bruto que soy: al ardor de Apolo añado la braza del cigarrillo y me brotan toses, estertores casi...
Elementos comunes
Yonnier Torres
El agua mancha la ciudad. La gente cruza la calle con bolsas de nylon atadas a la cabeza…
El martillo y la hoz
Emerio Medina
Comunistón, le dijo Fello. Por lo del martillo y la hoz colgados en la pared de la sala, cruzados como en la bandera, en simetría perfecta sobre el fondo azul opaco. Y a él no le importó que le dijeran comunista. Que se rieran, si querían, pero no iba a renunciar al placer de contemplarlos, no le importaba que le dijeran ruso, o comemierda, que para Fello era lo mismo, y para los otros también, los amigos de siempre...