Morfina

Fantasma. Foto por SHTTEFAN en Unsplash

Ser polvo

Santiago Dabove

"¡Inexorable severidad de las circunstancias! Los médicos que me atendían tuvieron que darme, a mis pedidos insistentes, a mis ruegos desesperados, varias inyecciones de morfina y otras sustancias para poner como un guante suave a la garra con que habitualmente me torturaba la implacable enfermedad: una atroz neuralgia del trigémino..."