Los domingos de Jean Dézert
Jean de la Ville de Mirmont
Jean Dézert es un individuo melancólico que podría estar emparentado con el mismísimo Bartleby. Aquejado de una falta atroz de imaginación, se aburre mortalmente. Y ya empieza a resignarse a su propia mediocridad cuando, un domingo, como para intentar distraerse, decide seguir los consejos de los folletos publicitarios que le entregan por la calle: toma un baño caliente con masaje, se corta el pelo en un «lavatorio racional», almuerza en un restaurante vegetariano anti-alcohólico y finaliza la jornada asistiendo a una conferencia sobre salud sexual amenizada con una velada musical. Es entonces cuando aparece la pizpireta y alocada Elvire Barrochet, que le aborda en pleno Jardin des Plantes para hacerle la vida imposible.
La formación de una marquesa
Frances Hodgson Burnett
Esta singular novela de Frances Hodgson Burnett, una de las favoritas de Nancy Mirford, empieza como La Cenicienta y termina como Rebeca. Emily Fox-Seton, que se gana la vida haciendo encargos para las damas de la alta sociedad y vive –a sus treinta y cuatro años– en una pensión de tercera categoría, cautiva contra todo pronóstico a uno de los mejores partidos de toda Inglaterra, el marqués de Walderhurst. El marqués no es un hombre romántico: «No tengo disposición al matrimonio –le dice– pero tengo que casarme, y usted me gusta más que cualquier mujer que haya conocido». Una vez instalados en la gran mansión de Palstrey Manor, Emily tendrá ocasión de conocer la otra cara del final feliz: no contaba con que se ha interpuesto en los planes de unos siniestros parientes de su marido venidos de la India, que esperaban heredar.
El amante
Marguerite Duras
Marguerite Duras, adolescente, en el período que ella reconstruye en este libro. Marguerite Duras se convierte de la noche a la mañana, con El amante, en una autora solicitada por todos los públicos. Y, además, recibe poco después, en noviembre de 1984. el prestigioso Premio Goncourt. A todos emociona sin duda esta narración autobiográfica en la que la autora expresa, con la intensidad del deseo, esa historia de amor entre una adolescente de quince años y un rico comerciante chino de veintiséis. Esa jovencita bellísima, pero pobre, que vive en Indochina, no es otra que la propia escritora quien, hoy, recuerda las relaciones apasionadas, de intensos amor y odio, que desgarraron a su familia y, de pronto, grabaron prematuramente en su rostro los implacables surcos de la madurez. Pocas personas —y en particular mujeres— permanecerán inmunes a la contagiosa pasión que emana de este libro.
La tempestad de nieve
Aleksandr Pushkin
A finales de 1811, en tiempos de grata memoria, vivía en su propiedad de Nenarádovo el bueno de Gavrila Gavrílovich R**. Era famoso en toda la región por su hospitalidad y carácter afable; los vecinos visitaban constantemente su casa, unos para comer, beber, o jugar al boston a cinco kopeks con su esposa...
Diez esquelas de amor para la isla
Rafael Grillo
Prólogo de la antología Isla en Rosa. Historias cubanas del amor y sus desdichas, que se presenta en la 26 Feria Internacional del Libro de La Habana…