
Trilogía de la Luna
Edgar Rice Burroughs
En 1923 apareció el primer volumen de la serie lunar. Como en el ciclo de Marte y en el de Venus, todo empieza en Barsoom. Gracias a John Carter los barsoomianos han establecido con la Tierra contactos por radio, el comienzo de un apasionante diálogo entre los dos planetas. A partir de ese momento, cada pueblo intentará enviar una astronave al mundo amigo. La de la Tierra, bautizada como Barsoom, alza el vuelo con una tripulación de cinco hombres en dirección a Marte el día de Navidad de 2025. Pero tendrá que pasar por la Luna, donde los astronautas descubrirán un universo donde se codean maravillas y peligros. Así comienza una saga que no es solamente la de la grandeza y la decadencia de la civilización lunar, consecuencia de la guerra entre los pueblos de la Tierra y los de la Luna. Es también el ciclo de aventuras de un nuevo héroe en la gran tradición burroughsiana. O, más exactamente, de una dinastía de héroes, los Julian, que, a través…

Música en la noche
Aldous Huxley
Durante su vida, Aldous Huxley se ganó la reputación de ser uno de los gigantes de la prosa inglesa moderna y uno de los mejores comentaristas sociales de su época. Conocido sobre todo por sus novelas, Huxley se sentía también muy cómodo con la forma del ensayo. Abarcando desde el periodismo hasta las reseñas críticas y las reflexiones literarias, políticas, culturales y filosóficas, sus ensayos constituyen uno de los ejemplos más finos del género en la literatura moderna. Música en la noche es ya todo un clásico. En este volumen, el autor de "Un mundo feliz", comunica sus puntos de vista acerca de diversos temas (la tragedia, el silencio, el arte, la gracia, la historia, el puritanismo, la belleza), apuntando siempre a cuestiones fundamentales de la condición humana. La indudable originalidad del ensayista se ve favorecida por la gran cantidad de recursos que le proporcionan su vasta cultura y su enorme curiosidad. Los ensayos aquí reunidos sorprenden por las grandes intuiciones, los agudos comentarios y las ingeniosas e inesperadas observaciones…

Allá en Michigan
Ernest Hemingway
Jim Gilmore llegó a Hortons Bay procedente de Canadá y compró la herrería al viejo Horton. Era bajo y moreno, con grandes bigotes y manos grandes. Era bueno poniendo herraduras y no tenía mucho aspecto de herrero ni con el delantal de cuero puesto. Vivía encima de la herrería y comía en casa de D. J. Smith...

Preciada puerta
William Goyen
-Hay alguien tirado en el campo -vino a decirnos mi hermanito. Eran las ocho en punto de la mañana y hacía tanto calor que la hierba despedía humo y los saltamontes cantaban. Durante días, había corrido la voz de que llegaba un huracán. Desde ayer sentíamos sus indicios: una quietud en el aire seguida por la abrupta ondulación del viento; el cielo parecía más alto y se veía lavado...

Cuatro caminos hacia el perdón
Ursula K. Le Guin
En un mundo donde toda la humanidad está dividida en bienes y propietarios, donde tradición y liberación se entienden como términos contrapuestos y las mujeres son esclavas de esclavos, la libertad toma muchas formas: conocimiento, amor, compasión o coraje. Los planetas Werel y Yeowe, en los extremos del universo, albergan una sociedad compleja y perturbadora, en la que unos pocos e inolvidables personajes luchan por llegar a ser plenamente humanos. En esos mundos remotos –que se parecen mucho al nuestro– no hay preguntas insignificantes ni tampoco fáciles respuestas.

Sueños de robot
Isaac Asimov
-Anoche soñé -anunció Elvex tranquilamente. Susan Calvin no replicó, pero su rostro arrugado, envejecido por la sabiduría y la experiencia, pareció sufrir un estremecimiento microscópico. -¿Ha oído eso? -preguntó Linda Rash, nerviosa-. Ya se lo había dicho. Era joven, menuda, de pelo oscuro. Su mano derecha se abría y se cerraba una y otra vez. Calvin asintió y ordenó a media voz...

El experimento
Fredric Brown
-La primera máquina del tiempo, caballeros -informó orgullosamente el profesor Johnson a sus dos colegas-. Es cierto que solo se trata de un modelo experimental a escala reducida. Únicamente funcionará con objetos que pesen menos de un kilo y medio y en distancia hacia el pasado o el futuro de veinte minutos o menos. Pero funciona...

El burlado
Jack London
Aquél era el final. Subienkow había recorrido un largo camino de amargura y horrores, guiado, como una paloma, por el instinto que lo llevaba hacia las capitales de Europa, y allí, en el punto más lejano, en la América rusa, el sendero acababa. Estaba sentado en la nieve con los brazos atados a la espalda, esperando la tortura...

La novia llega a Yellow Sky
Stephen Crane
El gran Pullman avanzaba por las vías con tal dignidad de movimientos que una mirada desde la ventana parecía simplemente probar que las planicies de Tejas caían hacia el este. Vastas extensiones de césped verde, huecos rellenos de mezquites y cactus, grupitos de casas, bosquecitos de árboles tiernos y graciosos, todo se extendía al este, hasta el horizonte, un precipicio...

La aventura del padre Vicentio
Bret Harte
Una víspera de Año Nuevo, hace unos cuarenta años, el padre Vicentio, que venía de la Misión Dolores, seguía lentamente su camino a través de las arenosas colinas. Cuando trepaba por la cresta más elevada, cerca de la Misión Creek...

El amo de Moxon
Ambrose Bierce
-¿Lo dices en serio?… ¿Realmente crees que una máquina puede pensar? No obtuve respuesta inmediata. Moxon estaba ocupado aparentemente con el fuego del hogar, revolviendo con habilidad aquí y allá con el atizador, como si toda su atención estuviera centrada en las brillantes llamas...

Cómo dirigí un diario de agricultura (una vez)
Mark Twain
No sin algún temor me encargué, temporalmente, de la dirección de aquel periódico de agricultura. Casi lo mismo que le hubiera ocurrido a un labrador a quien encomendaran de improviso el mando de un navío. Pero, en fin, yo me encontraba en una de esas situaciones en que la cuestión económica se sobrepone a todas las demás...

Memoria de mayo
William Goyen
Anduvo perdido todo el día por Roma. Era un mayo frío, oscuro y lluvioso. Una mala primavera, una primavera maldita. Las flores no se abrían. Estaban demoradas, encogidas por el frío y el tacto pálido del sol. Había salido de su habitación helada...

Catwings. Las aventuras de los gatos alados
Ursula K. Le Guin
Una noche, la señora Jane Tabby soñó que podía volar y escapar de la dura vida en la ciudad. Pero ya se sabe: los gatos no pueden volar. Cuando, poco después, nacieron sus hijos, entendió el significado de ese sueño. ¡Habían nacido con alas! Debían marcharse y buscar una vida mejor lejos del barrio. ¿Qué aventuras les esperan más allá de los confines de la ciudad? Sigue las aventuras de los maravillosos gatos alados creados por Ursula K. Le Guin en una edición especial que reúne toda la serie. De la autora que ha fascinado a creadores como Hayao Miyazaki, Margaret Atwood o Haruki Murakami, y que ha inspirado series como Harry Potter y Juego de tronos.

Civilizaciones Extraterrestres
Isaac Asimov
¿Estamos solos en el cosmos? ¿Somos los seres humanos los únicos capaces de escrutar las profundidades del espacio? ¿Los únicos que hemos creado dispositivos para prolongar el alcance de nuestros sentidos? ¿Los únicos dotados de inteligencia para comprender e interpretar lo que vemos y sentimos? Civilizaciones Extraterrestres hace pensar a sus lectores que tal vez no estemos solos: ignoramos dónde se encuentren otros seres inteligentes, pero están en alguna parte del universo. Asimov explica cuáles son los requisitos de la vida: agua, atmósfera, materia orgánica, energía, proximidad a una estrella y, para una civilización semejante a la nuestra, tierra seca y oceános. ¿Existe un lugar del inmenso universo donde estas condiciones sean una realidad? Civilizaciones Extraterrestres aprovecha todos los adelantos de la ciencia y tecnología modernas para crear una base sólida en la que se apoye toda clase de lectores.

Con la cara hacia arriba
Stephen Crane
—¿Qué vamos a hacer ahora? —preguntó el ayudante, inquieto y agitado. —Enterrarlo —respondió Timothy Lean. Los dos oficiales bajaron la vista hacia el cuerpo de su compañero, que yacía tendido a sus pies. Tenía el rostro azulado; los ojos brillantes miraban al cielo. Por encima de las dos siluetas de pie, se oía el silbido de las balas, y en la cima de la loma, la postrada infantería Spitzbergen disparaba rítmicas descargas cerradas...

El camino de regreso
Dashiell Hammett
-¡Está loco si deja pasar esta oportunidad! Le concederán el mismo mérito y la misma recompensa por llevar las pruebas de mi muerte que por llevarme a mí. Le daré los documentos y las cosas que tengo encerrados cerca de la frontera de Yunnan para respaldar su historia, y le aseguro que jamás apareceré para estropearle el juego...

En la noche
Ray Bradbury
La señora Navárrez gimió de tal manera durante toda la noche que sus gemidos llenaban el inquilinato como si hubiese una luz encendida en cada cuarto, y nadie pudo dormir. Pasó toda la noche, mordiendo su almohada blanca, retorciendo sus manos delgadas y gritando: -¡Mi Joe!...

La artista
Patricia Highsmith
En la época en que Jane se casó, no parecía haber nada extraño en ella. Era regordeta, bonita y muy práctica: capaz de hacer la respiración artificial en un abrir y cerrar de ojos, reanimar a una persona desmayada, o detener una hemorragia nasal. Era ayudante de un dentista y no se inmutaba ante una crisis o un dolor. Pero sentía entusiasmo por las artes. ¿Qué artes? Todas...

Chickamauga
Ambrose Bierce
En una tarde soleada de otoño, un niño perdido en el campo, lejos de su rústica vivienda, entró en un bosque sin ser visto. Sentía la nueva felicidad de escapar a toda vigilancia, de andar y explorar a la ventura, porque su espíritu, en el cuerpo de sus antepasados, y durante miles y miles de años, estaba habituado a cumplir hazañas memorables en descubrimientos y conquistas: victorias en batallas cuyos momentos críticos eran centurias, cuyos campamentos triunfales eran ciudades talladas en peñascos...