
El rey del trébol
Agatha Christie
La verdad -observé dejando el Daily Newsmonger a un lado- tiene más fuerza que la ficción. La observación no era original, pero pareció gustar a mi amigo, que, ladeando la cabeza de nuevo, se quitó una mota imaginaria de polvo de los bien planchados pantalones y observó:..

El judío errante
Rudyard Kipling
-Si das una vuelta al mundo en dirección al Oriente, ganas un día -le dijeron los hombres de ciencia a John Hay. Y durante años, John Hay viajó al Este, al Oeste, al Norte y al Sur, hizo negocios, hizo el amor y procreó una familia como han hecho muchos hombres, y la información científica consignada arriba permaneció olvidada en el fondo de su mente, junto con otros mil asuntos de igual importancia...

La debutante
Leonora Carrington
En la época en que fui debutante, solía ir a menudo al parque zoológico. Iba tan a menudo que conocía más a los animales que a las chicas de mi edad. Era porque quería huir del mundo, por lo que me hallaba a diario en el zoológico. El animal que mejor llegué a conocer fue una hiena joven...

Roverandom
J. R. R. Tolkien
En 1925, Michael, uno de los hijos de J.R.R. Tolkien, perdió en la playa su querido perrito de juguete mientras estaban de vacaciones. Para consolarlo su padre inventó una historia sobre un perro real que un mago transforma en un perro de juguete. Rover, el perro, también conocido como Roverandom, es enviado a la luna por el "Mago de la arena", y cuando no encuentra lo que busca en el lado oscuro de la luna, lo manda al fondo del mar a que continúe buscando.

Cuentos de Canterbury – El cuento del alguacil
Geoffrey Chaucer
Señoras y caballeros: creo que hay en Yorkshire una región pantanosa llamada Holderness, donde había una vez un fraile que iba por ahí predicando, y también mendigando, desde luego...

Tres ratones ciegos
Agatha Christie
Tres ratones ciegos, clásico thriller de Agatha Christie escrito en 1952 y llevado al teatro con gran éxito, narra una extraordinaria secuencia de crímenes que tienen lugar en una casa de huéspedes de estilo victoriano. En una fría noche de invierno, van llegando a la mansión los inquietantes inquilinos que van a pasar un fin de semana en ella. Ante la muerte de uno de ellos, llega la policía y mediante su interrogatorio hace que la casa se convierta en una ratonera.

Cuentos de Canterbury – El cuento del fraile
Geoffrey Chaucer
Aquel digno recaudador, el buen fraile, estuvo todo el rato lanzando negras miradas hacia el alguacil. Por decencia se había abstenido hasta ahora de insultar, pero al final espetó a la mujer de Bath...

El jardinero
Rudyard Kipling
En el pueblo todos sabían que Helen Turrell cumplía sus obligaciones con todo el mundo, y con nadie de forma más perfecta que con el pobre hijo de su único hermano...

Cuentos de Canterbury – El cuento de la comadre de Bath
Geoffrey Chaucer
En los viejos tiempos del rey Arturo, cuya fama todavía pervive entre los naturales de Gran Bretaña, todo el reino andaba lleno de grupos de hadas. La reina de los Elfos y su alegre cortejo danzaba frecuentemente por los prados verdes...

Cuentos de Canterbury – La disputa entre el fraile y el alguacil
Geoffrey Chaucer
En cuanto hubo oído esto, el fraile rompió a reír. —Vamos, señora. Por mi salvación, que éste fue un largo preámbulo para el relato —dijo él...

El país de la bruma
Arthur Conan Doyle
Conan Doyle, que había ganado una fortuna con sus criaturas de papel, acabó dedicándola a sus entrevistas con los espíritus del aire. «El país de la bruma», último libro de la serie del profesor Challenger, es casi un minucioso retablo de las creencias y prácticas espiritistas, en las que el autor acabó creyendo a pies juntillas, en su afán por superar la pérdida de sus seres más queridos. También Challenger lo hizo, tras una extraordinaria aventura, que le deparó vislumbrar «un futuro sin los límites del estrecho horizonte de la muerte, inmenso, lleno de posibilidades y creaciones infinitas gracias a la conciencia de la supervivencia de la personalidad, el carácter y el trabajo».

Cuentos de Canterbury – Prólogo de la comadre de Bath
Geoffrey Chaucer
Si no existiera libro alguno que tratase del tema, mi experiencia personal me daría perfecto derecho a hablar de las penas del matrimonio; pues, señoras y caballeros, desde mis doce años —¡loado sea Dios sempiterno! me he casado ya cinco veces por la Iglesia (si se me hubiera permitido casarme con tanta frecuencia)...

Cuentos de Canterbury – El cuento del magistrado
Geoffrey Chaucer
¡Qué desgraciado es ser pobre o ser humillado por la sed, hambre o frío, y avergonzarse de pedir limosna! Y si no se pide, la misma carencia, a pesar del cuidado en ocultarla, descubre las escondidas heridas: indigencia, robo, mendicidad y pedir prestado.

Cuentos de Canterbury – Palabras del anfitrión al grupo
Geoffrey Chaucer
El anfitrión constató que el luciente sol había recorrido la cuarta parte y algo más de media hora en su trayecto diurno. Aunque no muy versado en ciencia astronómica, sabía de sobra que era el 18 de abril, el mensajero de mayo, y que la sombra de los árboles medía exactamente igual que ellos...

Cuentos de Canterbury – El cuento del cocinero
Geoffrey Chaucer
Mientras hablaba el administrador, el cocinero de Londres estalló en carcajadas como si le hicieran cosquillas en la espalda...

Cuentos de Canterbury – El cuento del administrador
Geoffrey Chaucer
En Trumpington, no lejos de Cambridge, serpentea un arroyo cruzado por un puente. A una ribera de esta corriente se yergue un molino en donde -y os estoy contando la verdad- vivió un molinero durante muchos años. Era orgulloso y pagado de sí mismo como un pavo real; sabía tocar la gaita, cazar, pescar, remendar las redes, fabricar cazos de madera en un torno y luchar cuerpo a cuerpo...

Cuentos de Canterbury – Prólogo al cuento del administrador
Geoffrey Chaucer
El grupo aceptó complacido el divertido relato de Absalón y Listo Nicolás; y aunque hubo diversidad de opiniones, la mayoría lo acogió con risas y chanzas. Nadie se enfadó, si exceptuamos al administrador, Oswold, pues era carpintero de profesión. Con ira apenas contenida, se quejó y murmuró un rato:..

Cuentos de Canterbury – El cuento del molinero
Geoffrey Chaucer
Érase una vez un rústico adinerado, entrado ya en años, que vivía en Oxford. Tenía el oficio de carpintero y aceptaba huéspedes en su casa. Vivía con él un estudiante pobre, muy entendido en artes liberales, que sentía una irresistible pasión por el estudio de la astrología...

Cuentos de Canterbury – Diálogo entre el anfitrión y el molinero
Geoffrey Chaucer
Cuando el caballero hubo concluido su relato, todos, jóvenes y viejos, sobre todo los miembros de más categoría del grupo, coincidieron en que era una historia digna de recordarse...

Tifón
Joseph Conrad
Tifón describe la tempestad salvaje que sufre el Nan-Shan, un vapor que transporta a doscientos culíes (trabajadores indígenas) de regreso a China con sus ahorros celosamente guardados. Esto da pie para un penetrante análisis de comportamientos humanos variados, que van desde la generosidad hasta el envilecimiento. En el capitán MacWhirr, ecuánime y con una confianza casi mística en la capacidad del hombre para imponerse a las fuerzas de la naturaleza, condensa el autor las virtudes de orden, disciplina y sentido del deber que siempre admiró.