La impresionante aventura de la misión Barsac
Julio Verne
La impresionante aventura de la misión Barsac (L’Étonnante aventure de la mission Barsac) es la última novela de las atribuidas en principio a Julio Verne, publicada de manera póstuma por entregas en "Le Matin" desde el 18 de abril hasta el 6 de julio de 1914, y de manera íntegra en un volumen doble en 1918. La historia fue reescrita totalmente por el hijo de Julio, Michel Verne, basándose en dos esbozos del padre: Una villa Sahariana (Une ville saharianne) y Viaje de estudio (Voyage d’étude). Es una de las más completas y enigmáticas novelas del escritor francés. En ella, de una manera muy dinámica, se conjuntan los elementos que hicieron famosos los viajes extraordinarios: un viaje, adelantos científicos y anticipaciones, una trama de suspenso, casi policíaco y héroes vernianos listos a toda prueba. Barsac y un grupo de funcionarios franceses viajan a las colonias francesas con el fin de ver la condición de los nativos y verificar si se les puede conceder el voto. Una extraña pareja de tía…
La condesa de Charny
Alejandro Dumas
Los sangrientos sucesos posteriores a la toma de la Bastilla continúan. La familia real es trasladada de Versalles a París, a las Tullerias más exactamente, escoltada por el pueblo, que ha asaltado el palacio para hacer justicia por su propia mano. Un miembro de la Asamblea General, el doctor Guillotin, empieza a dar forma al invento que lo hará famoso. La familia real es apresada en Varennes y conducida a París. Luis XVI, secretamente y con ayuda de Charny y Bouillé, empieza a planer la huida. Mientras tanto, se proclaman los derechos del hombre y del ciudadano, y al grito de 'Libertad, igualdad y fraternidad se inicia la revolución. El ciudadano Juan Bautista Drouet, es el primero en reconocer al rey en su fuga por el camino de Varennes, y da la voz de alarma. La familia real es apresada y conducida por la fuerza a París. Charny, al conocer el secreto de su esposa Andrea, empieza a amarla, sobre todo por el motivo del ocultamiento. Lamenta haberse dado cuenta…
Vuelo nocturno
Antoine de Saint-Exupéry
Vuelo nocturno, un viaje admirable a los principios de la aviación. Unos tiempos en que -en medio de esas noches cerradas en las que no vemos ni la mano extendida ante nuestros propios ojos- no existía más guía que la propia vista, ni más ayuda que una brújula, ni más comunicación con el resto del mundo que la del radiotelégrafo. Saint-Exupéry nos narra la aventura de uno de estos arrojados pilotos, cuando aún son pocos los que comprenden que el vuelo nocturno es la única forma de la aviación comercial capaz de competir con los transportes tradicionales. Perdido en la noche, sorprendido por una virulenta tormenta, quedará más y más aislado conforme el monstruo al que se enfrenta asola las ciudades e inutiliza el radiotelégrafo, mientras sus camaradas, desde la precariedad de medios de la época, tratan en vano de restablecer el contacto y guiarlo hasta casa. Es ésta una novela en la que se navega, a través de su prosa bella y serena, del mismo modo que lo hace…
El rayo verde
Julio Verne
Se relata la difícil busca de un fenómeno óptico, el rayo verde, que puede verse en ciertas condiciones en el momento en que el sol desaparece en el horizonte del mar, por parte de Sam y Sib Melvill, para tratar de casar a su sobrina Elena Campbell con Aristobulus Ursiclos, ya que dice la leyenda que dos personas que lo vean a la vez quedarán automáticamente enamoradas la una de la otra. Es un momento mágico en que dos personas descubren el amor a la vez. A la busca se une el pintor Olivier Sinclair. Además de servir como guía turística de las islas escocesas, la novela delinea también el antagonismo entre la ciencia encarnada por el sabelotodo Aristobulus Ursiclos (cuyo nombre aparenta un anagrama), y el humanismo representado en el poeta Olivier Sinclair, por el que Julio Verne fija su preferencia; posición explicable dada la personalidad del sabio, que es un sujeto extraño, antipático por su sequedad de corazón y su inteligencia puramente mecánica, valores totalmente alejados de las…
El caballero doble
Théophile Gautier
"El extranjero era bello como un ángel, pero como un ángel caído; sonreía dulcemente y miraba dulcemente, sin embargo, aquella mirada y aquella sonrisa os helaban de terror y os inspiraban el pavor que se siente cuando uno se asoma a un abismo."
La mujer helada
Annie Ernaux
Tiene treinta años, es profesora, casada con un ejecutivo, madre de dos niños. Vive en una casa confortable. Sin embargo, es una mujer helada. Igual que miles de mujeres ha sentido cómo su curiosidad, su impulso vital se iban anquilosando a fuerza de un trabajo que compaginar con compras que hacer, cenas que cocinar, baños de niños que preparar. Todo eso que se entiende por la condición normal de mujer. Annie Ernaux cuenta brillantemente esta alteración de lo cotidiano, este empobrecimiento de las sensaciones, esta dilución de la identidad; esclavitud a la que las mujeres son empujadas como a un desafío.
Pura pasión
Annie Ernaux
«A partir del mes de septiembre del año pasado, no hice otra cosa que esperar a un hombre : que me llamara y que viniera a verme» ; así empieza la historia sobre la pasión de una mujer culta, inteligente, económicamente independiente, divorciada y con hijos ya mayores, que pierde la cabeza por un diplomático de un país del Este «que cultiva su parecido con Alain Delon» y siente especial debilidad por la buena ropa y los coches aparatosos. Si el tema que da lugar a esta novela es aparentemente trivial, no lo es en absoluto la vida que lo alienta. Muy pocas veces antes se había hablado con tan descarnado descaro, por ejemplo, del sexo masculino o del deseo que idiotiza, que trastoca. La escritura aséptica y desnuda de Annie Ernaux consigue introducirnos, con la precisión de un entomólogo que observa un insecto, en el febril, extasiado y devastador desvarío que cualquier mujer -¿y cualquier hombre ?-, en cualquier lugar del mundo, ha experimentado sin duda al menos una…
Rouletabille en el palacio del zar
Gastón Leroux
En la última página de El perfume de la Dama de negro supimos que el zar reclamaba a Rouletabille para solucionar un caso enrevesado, mientras el Comité revolucionario le amenazaba con no dejarle llegar vivo a San Petersburgo si aceptaba la oferta. Aquella misma noche Rouletabille tomó el tren. También Leroux, su creador, había estado como periodista en San Petersburgo, escenario de su novela. En medio de una red de envenenadores y asesinos invisibles, donde no faltan secuestros, suplantaciones, bombas vivientes y juicios sumarísimos, brilla la prodigiosa mente de Rouletabille, en uno de esos juegos de lógica que sólo pueden resolverse como un enigma o un jeroglífico.
La leyenda de san Julián el Hospitalario
Gustave Flaubert
El padre y la madre de Julián vivían en un castillo, entre bosques, en la ladera de una colina. Las cuatro torres de las esquinas tenían tejados puntiagudos cubiertos de escamas de plomo, y la base de los muros se apoyaba en los canteros de rocas, que descendían abruptamente hasta el fondo de los fosos...
Cuento azul
Marguerite Yourcenar
Los mercaderes procedentes de Europa estaban sentados en el puente, de cara a la mar azul, en la sombra color índigo de las velas remendadas de retazos grises. El sol cambiaba constantemente de lugar entre los cordajes y, con el balanceo del barco, parecía estar saltando como una pelota que rebotara por encima de una red de mallas muy abiertas...
Cargamento de ébano
Prosper Mérimée
Verdaderamente, el capitán Ledoux era un buen marino. Había empezado como simple marinero de cubierta y luego fue ayudante de timonel. La batalla de Trafalgar le dejó la mano izquierda deshecha por una gran astilla de madera; fue mutilado y, después, licenciado con excelentes hojas de servicio...
Un billete de lotería
Julio Verne
Hulda y Joël son dos hermanos que viven junto con su madre en Noruega a orillas del río Maan. Son una familia feliz que están a la espera de que el prometido de Hulda, Ole Kamp, vuelva de su última campaña de pesca para casarse. Sin embargo esta felicidad se ve destruida cuando Hulda recibe noticias de que el barco en el que navega su prometido parece haberse hundido con toda su tripulación. Poco después estos temores se cumplen cuando Hulda recibe una carta que su prometido le ha escrito poco antes de que se produzca el naufragio y en donde le lega su único bien, un billete de lotería. En la carta le pide que este presente por él el día del sorteo. Cuando la historia se conoce se produce una enorme conmoción y Hulda recibe numerosas propuestas para comprarle el billete de lotería a las que ella se niega. Sin embargo una de las personas que desea el billete es un cruel usurero al que la madre de…
El Chancellor
Julio Verne
Cuando los pasajeros del Chancellor descubren que su barco está ardiendo, aún no son capaces de imaginar los horrores que les aguardan. Verne, gran admirador de Poe, quiso escribir un relato de tal crueldad, que recordara La narración de A. G. Pym. «Le llevaré un volumen de un realismo espantoso —escribió a su editor—. Creo que la balsa de La Medusa no ha producido nada tan terrible». Con el estilo cortado propio de un diario, uno de los náufragos cuenta las torturas que padecen en una balsa perdida en el océano. Pero, como es habitual en Verne, siempre hay personajes cuya inocencia y heroísmo alcanzan límites increíbles.
Dueño del mundo
Julio Verne
Extraños sucesos están ocurriendo cerca del Great-Eyry, en la parte occidental del Estado de Carolina del Norte: apariciones de una misteriosa nave, tanto como vehículo de alta velocidad en tierra como barco o incluso nave voladora. Los estériles esfuerzos de la policía por detenerla para interrogar a su inventor y conocer, de este modo, el medio por el que ha logrado semejante avance, inducen al gobierno norteamericano a enviar a su mejor investigador, John Strock, para descubrir el misterio del fenómeno. Después de varios intentos baldíos por aproximarse a la misteriosa nave y a sus secretos, el inspector de policía Stroke consigue ser secuestrado por sus tripulantes, que resultan estar dirigidos por el ingeniero norteamericano Robur, el mismo que apareció años antes en una de las reuniones del Weldon Institute de Filadelfia (en la novela «Robur el conquistador»).
Las Palabras
Jean-Paul Sartre
Aparecido este texto autobiográfico a fines de 1963 en Les Temps Modernes —la mundialmente conocida revista que el mismo Jean-Paul Sartre (1905-1980) fundó—, sin duda es uno de los testimonios personales más relevantes de la época actual, a la vez que un escrito audaz, brillante e impiadoso. Las palabras ha merecido que Guillermo de Torre afirmara: «En definitiva se trata de la mejor obra, considerada literalmente, la mejor escrita, y aun burilada, de toda la biografía sartriana». El texto cobró, al correr de los años, aún más riqueza, y ha alcanzado un sólido prestigio; su influencia se prolonga hasta la actualidad.
Los nombres epicenos
Amélie Nothomb
Los nombres epicenos son aquellos que, como Claude o Dominique, pueden utilizarse tanto en masculino como en femenino. En esta historia Claude es él y Dominique ella. Él despliega un gran empeño en casarse con ella, y después pone todavía más tesón en dejarla embarazada, sometiéndola a una extenuante disciplina sexual. Al fin logra su objetivo y como resultado nace la hija de ambos, a la que le ponen el nombre de Épicène, tomado del título de una obra teatral de Ben Jonson –contemporáneo de Shakespeare– y que es también un nombre epiceno. Sin embargo, en cuanto se produce el nacimiento del bebé la obsesión procreadora del padre se torna indiferencia absoluta hacia su hija, una niña inteligente que crece envuelta en el absoluto desinterés de su progenitor hacia ella. Entre tanto, Claude y Dominique se han instalado en París, y él, arrastrado por una ambición social que también forma parte de sus empeños obsesivos, convence a su mujer de entablar amistad con una pareja de la alta burguesía financiera…
El ayuno
Émile Zola
Cuando el vicario subió al púlpito con su amplio sobrepelliz de blancura angelical, la pequeña baronesa estaba beatíficamente sentada en su sitio habitual, cerca de una salida de calor, delante de la capilla de los Santos Ángeles...
La toma del reducto
Prosper Mérimée
Un militar amigo mío, muerto de fiebre en Grecia hace unos años, me narró un día la primera acción de guerra en que tomó parte. Su relato me interesó en grado tal que lo reproduje de memoria, en cuanto tuve oportunidad para ello. Helo aquí...
Adiós
Guy de Maupassant
Los dos amigos acababan de comer. Desde la ventana del café veían el bulevar muy animado. Les acariciaban los rostros esas ráfagas tibias que circulan por las calles de París en las apacibles noches de verano y obligan a los transeúntes a erguir la cabeza, incitándolos a salir, a irse lejos, a cualquier parte en donde haya frondosidad, quietud, verdor…
Las lavanderas nocturnas
George Sand
He aquí, en mi opinión, la más siniestra de las visiones del miedo. Es también la más difundida pues creo que se encuentra en todos los países...