Graffitis en la ciudad
Luis Alfredo Vaillant Rebollar
Esta ciudad puede estar llena de asesinos. Cualquiera puede ser la víctima esperando en un rincón oscuro. Ella dijo tenemos que matarlo, y dijo tenemos, como si uno dependiera del otro, como si yo estuviera dentro de su cabeza, como si mi cuerpo, mi olor y mi pene formaran parte de su psiquis, haciéndome cómplice.
Un hurkle en la basura
Claudio del Castillo
Fred lo pinchó con un palo, sin embargo, no se movió. Tenía los cafmores mustios; los kums, rígidos como sus seis patas; y la tonalidad de su piel, normalmente de un bello azul intenso, era la que tendría un cielo encapotado.
Un habanero en París (relato sinfónico)
Jorge Fernández Crespo
Atraviesa esta ciudad un emblemático río, poblado de puentes semejantes a las cicatrices sobre el rostro de un guerrero africano. Las plazas de idas y venidas neuróticas, las edificaciones distintivas, los parques de verde calma en primavera, de alegría naranja en el verano, de nostalgia sepia en otoño, de gris soledad en el invierno...
Maquínicas II
José Carlos Sánchez-Lara
Este conjunto de textos pertenecen al volumen de poesía Construcciones (o del Diario de Bartolo G.)
Por unos watts de más
Erick J. Mota
—¡Hey, usted! ¡Su carnet de identidad, por favor! —la voz del policía, modulada por los altavoces del casco, inundó la calle— ¡Y el suyo también, ciudadano!
Esperando la carreta
Francisco García González
El inconveniente era que las mujeres se habían extinguido hacía muchísimo tiempo. Apenas quedaban unos quince ejemplares en todo el planeta
Con cierta elegancia
Edel Morales
Selección de poemas del autor de Viendo los autos pasar hacia Occidente
Evidencias
Santos Armando Borrell Curbelo
—Vieja… Acaba de traerme el café —le grito a Josefa después de calzarme las chinelas, estiro los músculos y abro la ventana. Penetran los primeros rayos de sol. —¿Me habré quedado dormido? —pienso mientras miro hacia el reloj que está sobre la cómoda. ¡Coñó…! Las siete de la mañana...
Esos negros me la van a pagar
Luis Adrián Betancourt
Las manos de Cachita eran como un torbellino espumoso dentro del fregadero mientras limpiaba la losa de aquel almuerzo que, después de una sobremesa importunada, transitaba lento por el camino de la digestión.
El disparo de Cronos
Carlos Duarte
"Descendí del auto en una desolada calleja suburbana y caminé varias cuadras bajo la pertinaz llovizna ácida. Era el tercer taxi consecutivo que tomaba por si esos buitres del Consejo me habían puesto alguna cola. Pero no, estaban demasiado confiados como para molestarse en algo así. Creían tener todo bajo control pero les iba a preparar una pequeña sorpresa de despedida..."
Nada más quiero frío, señora
Randy Cabriales
—¿Por qué quiere irse para afuera? —le preguntó con mucha suavidad. —Por el clima. —¿Cómo? —Sí, por eso. A mí siempre me ha gustado el frío, la nieve, todo ese asunto. Aquí hace tanto calor. Y más en estos tiempos.
Todas las diosas fatigadas
Eilyn Lombard
Elena sabe del mar / y de peces tan rojos como velas de un barco. / Elena tiene canciones, marineras / suaves para la playa en las mañanas, / lentas en el verano.
El virus de la vida
Eric Flores Taylor
¿Sería posible la existencia de un virus que en lugar de quitar y devastar, otorgara y renovara la vida?
Trilogía sucia de La Habana
Pedro Juan Gutiérrez
"Trilogía sucia de La Habana" de Pedro Juan Gutiérrez es un libro impactante y contundente que ofrece un retrato crudo y descarnado de la vida en la capital cubana. Reuniendo tres libros de cuentos: "Anclado en tierra de nadie", "Nada que hacer" y "Sabor a mí", esta obra maestra de la literatura cubana contemporánea nos sumerge en un mundo donde la miseria, la violencia y el desamor conviven con el humor, la sensualidad y la esperanza. Pedro Juan Gutiérrez, en gran medida autobiográfico, utiliza un lenguaje fuerte y apretado que refleja la rabia de alguien que vive en el vórtice del huracán. Su protagonista, Pedro Juan, es un habanero desencantado que se enfrenta a la adversidad con ironía y coraje, negándose a resignarse a su destino. A través de sus relatos, el autor disecciona sin temor los alrededores de La Habana, escarbando en las entrañas de la sociedad y revolviendo temas como el sexo, el hambre, la política, el erotismo, el desencanto, los anhelos, el ron y el buen humor.…
Básica
Orlando Andrade
El psiquiatra preguntó: ¿Por qué tanta crueldad? —me le quedé mirando. Sus ojos querían esperar unos segundos, pero su boca habló enseguida: ¿Quién es la mujer de la foto? —mi madre.
Beretta
María del Carmen Muzio
No me agradan los velorios pero era ineludible que fuera. Quería verlo por última vez. Parecía dormido, como la mayoría de los cadáveres, ya limpios y bien vestidos, dentro de una de esas cajas horribles donde semejamos un sueño reparador gracias a la eficiencia de los empleados necrológicos.
Elisa
Michel Encinosa Fú
Visto a través de la ventanilla, y desde lejos aún, el Yelmo de Odín lograba impresionar. Un domo con dos protuberancias enormes, proyectadas hacia arriba. Un casco negro, dejado al azar por un dios tras su crepúsculo sobre la desnudez de la Luna.
Palabras de niebla
Edgar London
En varias ocasiones me he referido a la existencia de personajes acartonados, prosa anquilosada y argumentos endebles, fundamentalmente en la narrativa moderna, donde la necesidad de entregar una obra terminada en tiempo hiere la forma, aunque las editoriales muchas veces se hacen de la vista gorda en este aspecto, con tal de mantener activa la audiencia de tal o más cual novela.
El hombre nuevo
Antonio Herrada
Yo era más que esta maldita circunstancia / y el papel me dio un barco / para coserme al pecho la felicidad. / He tenido que huir como las aves del invierno / con esa penosa estacionalidad / encender las horas / y esperar a mis últimos días para recobrar la inocencia.
Bahía de Sal
Gabriela Guerra Rey
"Bahía de Sal" de la escritora cubana Gabriela Guerra Rey es una novela que cautiva desde el primer momento con su realismo descarnado y su humor sutil. Ganadora del prestigioso Premio Juan Rulfo a Primera Novela en 2016, este libro nos sumerge en la abrumadora realidad de Bahía de Sal, un pueblo marcado por la adversidad climática, las dificultades económicas y el fantasma de la migración forzada. A través de la voz de María de la Sal, somos testigos de las vidas entrelazadas de los habitantes de este lugar indeterminado en tiempo y espacio, que refleja experiencias universales vividas por la humanidad en el último siglo. Aunque los personajes son ficticios, están inspirados en vivencias reales, lo que les confiere autenticidad y profundidad. La historia de Bahía de Sal se convierte en una búsqueda desesperada por rescatar el pasado y encontrar un futuro lleno de esperanza. Con una prosa envolvente y evocadora, Gabriela Guerra Rey nos transporta a un mundo donde las tradiciones, las relaciones humanas y las decisiones individuales…