Quisiera no tener origen
Naty Gabriela Gonzalez
Quisiera no tener origen, / ser la huérfana de las películas rojas / Ser la novicia solitaria y sin padre, / una semilla sin tierra ni partes blandas, / Ser los días fértiles en medio del otoño.
La muerte de Lucas
Lázaro Alfonso Díaz Cala
Oficial, no crea todo lo que dicen por ahí, la gente siempre habla hasta lo que no sabe. Lucas era un negrito bueno. Dicen que ninguno lo es, pero él sí, yo se lo garantizo.
Eonex
Yonlay Cabrera Quiendemil
En sus ojos una amarga tristeza revelaba el cansancio de todas sus vidas. Quizás solo una le habría bastado (de sus hasta ahora siete), para reconocer que la esencia de vivir, dentro de su infinita diversidad, es un ciclo que se repite constantemente.
Marilyn’s last dance
Rafael Grillo
La muerte de Marilyn Monroe se traslada a La Habana y a 62 años después en este cuento incluido en la antología M.M, publicada por Vencejo Ediciones…
Ella cantaba boleros
Guillermo Cabrera Infante
"Ella cantaba boleros" es una obra literaria de Guillermo Cabrera Infante, influenciada por las sugerencias de sus amigos escritores Mario Vargas Llosa y Javier Marías. A petición de Vargas Llosa, Cabrera Infante decide presentar "Ella cantaba boleros" como una narración independiente, en contraposición a integrarla como parte de su novela "Tres tristes tigres". Por su parte, Javier Marías destacó la perfección del último capítulo de "La Habana para un infante difunto" y recomendó que se publicara por separado. En esta obra, las dos narrativas, "Ella cantaba boleros" y "La Habana para un infante difunto", coexisten de manera entrelazada. Guillermo Cabrera Infante une estas historias, que se mezclan con su distintiva inventiva, humor y erotismo. El libro se caracteriza por la combinación de estas cualidades literarias, reflejando la visión artística y la voz singular del autor.
Last
Dennis Mourdoch
¿Por qué siempre olvidamos cómo morimos, o más bien, cómo murieron los que nos precedieron? Y nos dejan esta sensación
Mister Not Guilty
Rodolfo Pérez Valero
El guardia pelirrojo esperó a que la doctora que certificaría la defunción llegara hasta la camilla con las correas. Luego cerró la puerta del cubículo y extrajo las llaves de su bolsillo. Ante él, el reo pareció desvanecerse y el guardia calvo a sus espaldas tuvo que sostenerlo.
Ordalías
Jorge Enrique Rodríguez Camejo
Me prometieron crisantemos y lirios /no logro percibir la suspicacia que esta simulación reclama de mí /solo recuerdo al insalvable perro de Encinapróximo a dentellar la mano que le da sentido
Los cuerdos
Reinaldo Cedeño Pineda
Suben, bajan, sin el menor rubor. Nalgas que gritan, que apenas caben en el inmundo short. Nalgas del pueblo. Comienzan los cuerdos a gritar como locos, mientras el otro, el frotador, arrinconado contra un árbol —pobre árbol―, hace lo que puede.
Harold y su máquina
Daniel Díaz Mantilla
En noches como esta, cuando la frustración desembocaba en el insomnio, Harold trabajaba en su artefacto. Durante años que ya le parecían insufribles pulió en su mente cada pieza, diseñó cada pequeño mecanismo, calculó los riesgos y los gastos de su proyecto y lo fue llevando a término, sin prisa, sin descanso, anticipando la hora en que echaría por fin a andar su máquina del tiempo.
Los puercos no vuelan
Nguyen Peña Puig
Finalmente solo puedes ir y sentarte atontado, totalmente noqueado, y esperar; como si estuvieses en una parada de autobús aguardando la muerte.
El cordero aúlla
Javier Rabeiro Fragela
Lo único seguro es que nunca había matado a nadie, pero las pulsaciones, las imágenes, el cosquilleo y la ansiedad lo perseguían. Era una sensación burbujeante, que le obligaba a cerrar los ojos y abrirlos de nuevo en el momento que su padre salió al patio para matar a una gallina.
Habana Babilonia
Amir Valle
Habana Babilonia es un libro del escritor cubano Amir Valle que retrata la realidad de la prostitución en Cuba durante los años noventa. El autor se basa en testimonios de las propias prostitutas, los llamados "jineteros", y de otros actores sociales que conviven con este fenómeno. El libro es una crónica periodística que combina el rigor informativo con el estilo literario, y que muestra las causas, las consecuencias y los matices de la prostitución en la isla. El libro se divide en tres partes: la primera, "Las jineteras", presenta el perfil de las mujeres que se dedican a este oficio, sus motivaciones, sus sueños, sus conflictos y sus estrategias de supervivencia. La segunda, "Los clientes", analiza el papel de los extranjeros que buscan sexo en Cuba, sus expectativas, sus decepciones, sus riesgos y sus beneficios. La tercera, "El entorno", explora el contexto social, político y cultural en el que se desarrolla la prostitución, y cómo afecta a la familia, la educación, la salud, la moral y la identidad nacional. El…
Ensayar la Muerte
Elizabeth Reinosa Aliaga
Algo en mi voz anuncia / que la casa está muerta / y los transfigurados toman el jardín y las ventanas / se apegan a la forma más violenta de la posesión.
La cola de la serpiente
Leonardo Padura
La cola de la serpiente es la séptima novela de la serie de Mario Conde de Leonardo Padura. La novela comienza con la muerte de un joven artista cubano en La Habana. El padre del artista, un importante empresario, contrata a Mario Conde para investigar el asesinato. Conde pronto se encuentra envuelto en una trama de corrupción y política que involucra a los más altos niveles del gobierno cubano. La novela es un thriller político que explora las realidades de la vida en Cuba bajo el gobierno comunista. Padura retrata un país en el que la corrupción es rampante y la libertad de expresión es limitada. La novela también es un homenaje a la cultura cubana, con sus personajes complejos y su vívida descripción de La Habana. La cola de la serpiente es una novela bien escrita y emocionante que mantendrá al lector enganchado hasta el final. Padura es un maestro de la trama y los personajes, y su novela es un comentario perspicaz sobre la situación actual de Cuba.…
Operación Intelectual
Denys San Jorge Rodríguez
Negrón, es nuestro hombre. Se acerca a la casa y recuerda a Yusnavy cuando la dejó hace pocos minutos atrás. En la esquina, recostada al muro fumándose un cigarro y cómo desaparecía este suavemente de sus dedos divinos, esperando con el vestido tan cursi y brilloso de esos que vienen de Ecuador, de venta al por mayor, apretado y algo corto.
Mi amigo el inventor
Roger Durañona Vargas
El primer invento de Gualterio fue la ballesta que nunca fallaba. Lo inventó una vez que cazábamos gorriones con tirapiedras...
Graffitis en la ciudad
Luis Alfredo Vaillant Rebollar
Esta ciudad puede estar llena de asesinos. Cualquiera puede ser la víctima esperando en un rincón oscuro. Ella dijo tenemos que matarlo, y dijo tenemos, como si uno dependiera del otro, como si yo estuviera dentro de su cabeza, como si mi cuerpo, mi olor y mi pene formaran parte de su psiquis, haciéndome cómplice.
Un hurkle en la basura
Claudio del Castillo
Fred lo pinchó con un palo, sin embargo, no se movió. Tenía los cafmores mustios; los kums, rígidos como sus seis patas; y la tonalidad de su piel, normalmente de un bello azul intenso, era la que tendría un cielo encapotado.
Un habanero en París (relato sinfónico)
Jorge Fernández Crespo
Atraviesa esta ciudad un emblemático río, poblado de puentes semejantes a las cicatrices sobre el rostro de un guerrero africano. Las plazas de idas y venidas neuróticas, las edificaciones distintivas, los parques de verde calma en primavera, de alegría naranja en el verano, de nostalgia sepia en otoño, de gris soledad en el invierno...