La invitada
Simone de Beauvoir
Simone de Beauvoir, una de las figuras más influyentes del existencialismo francés y del feminismo del siglo XX, presenta en su obra "La invitada" un retrato profundo de los dilemas morales y existenciales de sus personajes en el París de la primera mitad del siglo XX. En esta primera gran novela, De Beauvoir nos sumerge en un triángulo amoroso protagonizado por dos adultos y una joven, a través del cual explora temas como la libertad, la acción y la responsabilidad individuales, fundamentales en su obra. El escenario artístico y bohemio de París sirve de telón de fondo para la intrincada trama de relaciones interpersonales que De Beauvoir despliega magistralmente. La infidelidad y las complejas dinámicas de pareja se convierten en los vehículos a través de los cuales la autora expone las contradicciones y ambigüedades de la moral burguesa de la época. "La invitada" no solo fue un éxito inmediato, sino que también se ha consolidado con el tiempo como una obra fundamental que encapsula las grandes ideas que marcarían toda…
Una muerte muy dulce
Simone de Beauvoir
«No se muere de haber nacido, ni de haber vivido, ni de vejez. Se muere de algo. Saber que mi madre por su edad estaba condenada a un fin próximo no atenuó la horrible sorpresa. Un cáncer, una embolia, una congestión pulmonar: es algo tan brutal e imprevisto como un motor que se detiene en el aire. Mi madre alentaba al optimismo cuando impedida y moribunda afirmaba el precio infinito de cada instante; asimismo, su vano encarnizamiento desgarraba el velo tranquilizador de la superficialidad cotidiana. No hay muerte natural: nada de lo que sucede al hombre es natural puesto que su sola presencia pone en cuestión al mundo. Todos los hombres son mortales: pero para todos los hombres la muerte es un accidente, y aun así la conocen y la aceptan, es una violencia indebida».
Las inseparables
Simone de Beauvoir
Escrita en 1954, cinco años después de la publicación de El segundo sexo, Las inseparables narra la amistad apasionada que une a Sylvie y a Andrée -alter ego de la propia Simone de Beauvoir y de Élisabeth Lacoin (Zaza)- desde que con nueve años se conocen en la escuela. Andrée es alegre, inteligente y atrevida, y Sylvie, una niña formal que se siente irremediablemente atraída por su personalidad arrolladora. Juntas aprenderán a librarse de las convenciones y las expectativas asfixiantes de su entorno, ignorantes del trágico precio que tienen la libertad y la ambición intelectual y existencial. Una historia catártica para la autora, tal vez demasiado reveladora para publicarla en vida, cuya recuperación -junto con algunas fotografías y cartas que sirven de testimonio- constituye un acontecimiento literario.