Las tetas de Tiresias
Guillaume Apollinaire
Guillaume Apollinaire, figura destacada de las vanguardias literarias del siglo XX, conocido por sus innovadores caligramas surgidos durante la Primera Guerra Mundial, no limitó su genialidad a la poesía. Con su característico espíritu experimental, incursionó en el teatro, dejando como legado una obra surrealista que se erige como pionera en la introducción de este género. Una de las gemas de su producción teatral es "Las tetas de Tiresias", estrenada en 1917, tan solo un año antes de su fallecimiento y en medio del conflicto bélico. Esta obra se sumerge en el mundo de la fantasía y el absurdo, utilizando como punto de partida la figura del mítico adivino tebano, Tiresias. La trama despliega una historia desenfrenada, repleta de equívocos y doble sentido, que, lejos de seguir convenciones narrativas, se sumerge en la exploración de lo surreal. A pesar de su contexto histórico tumultuoso, "Las tetas de Tiresias" se revela como un alegato pacifista y proclama a favor de los derechos de las mujeres, destacando la visión progresista de Apollinaire en…
El heresiarca
Guillaume Apollinaire
Poeta sublime, pero también pornógrafo por encargo, Guillaume Apollinaire es uno de los escritores más seductores que Francia ha dado a la literatura. En El heresiarca, Apollinaire exhibe su humor insolente e iconoclasta, pero también una sensibilidad extrema y un profundo conocimiento de los recovecos del alma humana, creando una obra singular por la que pulula una galería extraordinaria de personajes, que van desde el mismísimo Judío Errante al camaleónico Honoré Subrac, desaparecido en circunstancias misteriosas, pasando por el último gran hereje, el padre Benedetto Orfei, teólogo y gastrónomo, sin olvidar las portentosas aventuras del barón d'Ormesan, un tipo capaz de reencarnarse en Mesías y asombrar al mundo con su genio.
Las once mil vergas
Guillaume Apollinaire
Del mismo modo que El Quijote no debe contarse entre los libros de caballerías, Las once mil vergas —la obra maestra de Apollinaire, según Pablo Picasso y otros contemporáneos— no debe tomarse por una novela pornográfica (si este adjetivo tiene alguna significación precisa). La ausencia de metafísica, seridad y trascendencia, que impregnan la pornografía de consumo, hace de ésta una obra completamente diferente, terriblemente humorística y sarcásticamente corrosiva. Louis Aragon ya lo advertía en su no firmado prólogo de la edición de 1930: «Permitidme haceros notar que esto no es serio».