Con una flor amarilla
Laidi Fernández de Juan
Debí haber sospechado desde la primera vez, pero mi falta de entrenamiento y la lejanía de Manuel contribuyeron a que no. A que yo creyera que una vez más un hombre se sentaba a mi lado con la misma intención con que lo había hecho Manuel diez años antes, en el centro de Centro Habana, y te dejé estar.
Narrar la inquietud: maneras de venirse abajo
Orlando Andrade
¿Cómo narrar? Cuando tenía tiempo de atormentarme, me buscaba incansablemente al otro lado. La respuesta, siempre inconclusa, lograba distanciarme de la página en blanco por un periodo nunca fácil de superar.
Alejo Carpentier
La concepción de lo “real maravilloso americano”
Julio Pino Miyar
En el prólogo a su novela El reino de este mundo, Alejo Carpentier realizó un singular ajuste de cuentas con la estética surrealista y su propio pasado intelectual. Su amigo, el poeta francés Robert Desnos, lo había presentado ante el gremio presidido por André Breton en el París de los años 30, y fue invitado por éste a colaborar con el principal órgano del grupo: La revolución surrealista.
Julio por siempre
Rusvelt Nivia Castellanos
El poeta anda distraído por la calle. Observa como pulula la gente. Va a paso lento con el dejo de su sombra, comprendiendo la amargura de ellos…
Patria, literatura y exilio
Leopoldo Luis
El título mismo es una broma. Si lo escriben en Google hallarán referencias hasta el aburrimiento. Yo no tendría nada que agregar al respecto. Y creo que nadie...
A propósito de un diálogo entre Kublai y Marco
Ahmel Echevarría
Palabras leídas en el acto de entrega del Premio Italo Calvino de Novela 2012, el viernes 22 de junio en la Sala Villena de la UNEAC, La Habana
Karla Suárez
De Bogotá 39 a La Habana de 2012
Leopoldo Luis
Karla Suárez tiene una relación tan profunda con Julio Cortázar que en cuanto llega a una ciudad nueva (ha visitado varias) busca sus libros en las librerías y los colecciona y en la pared de su cuarto conserva la nota que el argentino escribió para otra persona cuyo nombre no interesa porque Karla cercenó de un tijeretazo media página y desde entonces la dedicatoria es toda suya.
Un cuento para el Premio Cortázar
Rafael Grillo
Esta vez sí tenía escrito un cuento que me parecía bueno. Fíjense: es la historia no de un triángulo sino de un cuadrilátero amoroso. En el vértice protagónico coloqué a Karla, muchacha que se empareja, sucesivamente, con los ocupantes de los otros vértices: tres hermanos que llevan todos el Carlos y un segundo nombre.