Falta de espíritu scout
Jorge Ibargüengoitia
Yo venía de una escuela de barbajanes, plagada de hijos de la mano izquierda, de generales de división, de libaneses recién llegados del Golfo y de judíos gigantescos, que venían huyendo de Hitler y que nos golpeaban cuando nos reíamos en filas, porque creían que nos burlábamos de ellos...
Cuento del canario, las pinzas y los tres muertos
Jorge Ibargüengoitia
"A pesar de estar a veinte metros de una calle muy transitada, durante muchos años mi casa estuvo rodeada de los terrenos selváticos que habían sido de la Compañía de Jesús y se habían convertido en basurero, excusado público, refugio de mendigos, casino de tahúres indigentes y lecho de parejas pobres o urgidas..."
Conversaciones con Bloomsbury
Jorge Ibargüengoitia
"Esto fue hace un año. A Bloomsbury lo conocí hace casi tres años y ya empezaba a ser sospechoso. Hace un mes recibí carta suya que terminaba con “¡No soy agente de la CIA”, frase que, como ya hemos visto, es típica de los agentes de la CIA. Así que el problema es viejo y no ha sido resuelto..."
La ley de Herodes
Jorge Ibargüengoitia
Sarita me sacó del fango, porque antes de conocerla el porvenir de la Humanidad me tenía sin cuidado. Ella me mostró el camino del espíritu, me hizo entender que todos los hombres somos iguales, que el único ideal digno es la lucha de clases y la victoria del proletariado; me hizo leer a Marx, a Engels y a Carlos Fuentes, ¿y todo para qué? Para destruirme después con su indiscreción...
El episodio cinematográfico
Jorge Ibargüengoitia
"Melisa, que era poetisa y argumentista, quería hacerme una proposición, que me pareció sensacional. Para empezar, me explicó las condiciones en que estaba la Industria Cinematográfica. Esto era allá por 1958; los últimos descubrimientos de los cazadores de talento consistían, entonces, en la amante del Gerente del Banco de Auxilio Agropecuario..."