Irlanda

El crimen de Lord Arthur Saville

Oscar Wilde

Oscar Wilde, reconocido por su aguda sátira y su deslumbrante ingenio, nos regala en "El Crimen de Lord Arthur Saville" una fábula oscura y divertida que explora los caprichos del destino y la naturaleza humana. Wilde, un maestro en el arte de la narrativa breve, combina en esta obra su amor por el absurdo con una crítica mordaz a la sociedad victoriana. La historia comienza en una opulenta velada organizada por Lady Windermere, donde la élite de la sociedad londinense se reúne para disfrutar de las excentricidades del momento. Entre los invitados destaca un quiromántico, un hombre enigmático con la habilidad de leer el futuro en las líneas de la mano. El joven y apuesto Lord Arthur Saville, lleno de curiosidad y sin sospechar el giro que dará su vida, se presta voluntariamente a la lectura de su destino. El quiromántico descubre en la mano de Lord Arthur un oscuro presagio: un crimen que deberá cometer. Esta revelación sacude profundamente a Lord Arthur, quien, convencido de que debe cumplir con…

Dos galanes

James Joyce

La tarde de agosto había caído, gris y cálida, y un aire tibio, un recuerdo del verano, circulaba por las calles. La calle, los comercios cerrados por el descanso dominical, bullía con una multitud alegremente abigarrada...

El abanico de Lady Windermere

Oscar Wilde

"El Abanico de Lady Windermere" es una obra maestra teatral escrita por el renombrado autor irlandés Oscar Wilde. Publicada por primera vez en 1892, esta comedia satírica y elegante se erige como un ejemplo sublime del ingenio y la agudeza característicos de Wilde. La trama se desenvuelve en torno a Lady Windermere, una mujer aristocrática que descubre la posibilidad de la infidelidad de su esposo, Lord Windermere, con la misteriosa Mrs. Erlynne, gracias a la revelación de la duquesa de Berwick. La obra explora las complejidades de la moral victoriana y la hipocresía social mientras Lady Windermere, interpretada magistralmente en la escritura de Wilde, confronta a su esposo con las acusaciones de adulterio. La trama da un giro inesperado cuando Lord Windermere, en lugar de negar los cargos, invita a Mrs. Erlynne al baile de cumpleaños de su esposa, desencadenando así una serie de eventos enredados y revelaciones sorprendentes. Wilde utiliza el ingenio y la ironía para ofrecer una crítica satírica de la alta sociedad de la época, desentrañando las…

El modelo millonario

Oscar Wilde

"A menos que se sea rico, no sirve de nada ser una persona encantadora. Lo romántico es privilegio de los ricos, no profesión de los desempleados. Los pobres debieran ser prácticos y prosaicos. Vale más tener una renta permanente que ser fascinante..."

La amante del demonio

Elizabeth Bowen

"Un rayo de luz se filtraba por una rendija y cruzaba el vestíbulo. Se detuvo sorprendida ante la mesa del vestíbulo: había una carta para ella..."

La importancia de llamarse Ernesto

Oscar Wilde

La importancia de llamarse Ernesto es una obra de teatro escrita por Oscar Wilde en 1895. Se trata de una comedia que satiriza las costumbres y la hipocresía de la sociedad victoriana. La obra gira en torno a dos amigos, Jack y Algernon, que se inventan unos alter egos llamados Ernesto para escapar de sus obligaciones sociales y conquistar a las mujeres que aman, Cecilia y Gwendolen. Sin embargo, sus planes se complican cuando descubren que ambas están enamoradas del nombre de Ernesto y que tienen una misteriosa conexión familiar. La obra destaca por el ingenio y la ironía de los diálogos, llenos de juegos de palabras y dobles sentidos. Wilde utiliza el humor para criticar la moralidad, el matrimonio, la educación y la religión de su época. También explora temas como la identidad, la sinceridad y el amor. La obra fue un éxito desde su estreno y se ha convertido en un clásico de la literatura universal. Ha sido adaptada al cine, al teatro musical y a otros medios.…

Teleny

Oscar Wilde

En 1893, el editor británico Leonard Smithers publicaba por primera vez en Londres Teleny or the Reverse of the Medal, en dos volúmenes y sin nombre de autor. La polémica sobre la verdadera autoría de la obra no quedaría zanjada hasta 1958, cuando el experto wildeano Maurice Girodias publica en Olympia Press la edición de Teleny con la atribución definitiva a Oscar Wilde. En Teleny, la obra maldita de Wilde, el autor hace un dibujo de sí mismo y de su contrafigura: un seductor insistente y un infiel constante, un celoso enamorado y un amante enardecido, un iniciador en los juegos eróticos y un discípulo aventajado. Si su desprecio por las leyes de la sociedad victoriana habían de costarle la cárcel y el entierro en vida, la confesión novelada de sus amores iba a convertir a Teleny en la obra más prohibida y en vano silenciada del autor de El retrato de Dorian Gray.

El retrato del señor W. H.

Oscar Wilde

Cyril Graham, un joven erudito y actor aficionado, está convencido de que detrás de las iniciales «W. H.» que figuran en la dedicatoria de los Sonetos de Shakespeare no se esconde, como la crítica daba por supuesto, William Herbert, conde de Pembroke, sino un joven actor de la compañía del poeta, y de quién este al parecer se había enamorado, llamado Willie Hughes. Como prueba de su teoría, aporta un misterioso retrato del joven Hughes con la mano posada sobre una edición de los Sonetos; pero pronto se descubre que el cuadro es una falsificación, lo cual le empuja al suicidio. A partir de esta trágica historia, y del apremiante «legado» que reciben dos amigos bajo la forma de un falso retrato y de una arrasadora pasión intelectual, Oscar Wilde construyó en El retrato del señor W. H. (1895) una fascinante pieza de erudición fantástica en la que expuso no solo los postulados de su estética antinaturalista, sino, más allá de esta, la dramática, pero vital, necesidad de encontrar «el…

Después de la carrera

James Joyce

Los coches venían volando hacia Dublín, deslizándose como balines por la curva del camino de Naas. En lo alto de la loma, en Inchicore, los espectadores se aglomeraban para presenciar la carrera de vuelta, y por entre este canal de pobreza y de inercia, el Continente hacía desfilar su riqueza y su industria acelerada...

Balada de la cárcel de Reading

Oscar Wilde

A principios de 1895 Oscar Wilde estaba en la cumbre de su carrera y gozaba de un reconocimiento envidiable. Escribía obras de teatro sin pausa y sin demasiado esfuerzo, y se mezclaba con la flor y nata de Londres. Asimismo, mantenía una relación con el joven y ambicioso lord Alfred Douglas, a quien había conocido cuatro años atrás. Pero en mayo de ese mismo año entró en prisión, con su reputación arruinada, para sufrir una condena cuya severidad estaba más allá de su imaginación. Tras ser el protagonista de un escándalo por conducta indecente y soportar la vergüenza de un terrible proceso, Wilde alumbró en la cárcel una obra maestra: La balada de la cárcel de Reading, un maravilloso poema donde el ahorcamiento de un compañero le sirve de excusa para plasmar su aguda visión del mundo carcelario y los sentimientos que le despierta.

Arcilla

James Joyce

La Supervisora le dio permiso para salir en cuanto acabara el té de las muchachas y María esperaba, expectante. La cocina relucía: la cocinera dijo que se podía uno ver la cara en los peroles de cobre. El fuego del hogar calentaba que era un contento y en una de las mesitas había cuatro grandes broas...
Intenciones

Intenciones

Oscar Wilde

No cabe duda de que la fama de Oscar Wilde se fundamenta sobre todo en su obra de ficción. Su única novela, El retrato de Dorian Gray (1890), se ha llevado al cine en diversas ocasiones y sus obras dramáticas, también presentes en la pantalla, siguen llenando los teatros de todo el mundo. Y qué decir de sus cuentos, piezas clásicas con las que los niños actuales aprenden la lengua inglesa, o el impresionante poema autobiográfico La balada de la cárcel de Reading (1898), o su De profundis (1905), que es, dentro del género epistolar, una obra maestra que conmueve y subleva a un mismo tiempo: quizás el ajuste de cuentas más sobrecogedor de la historia de la literatura. Pero hay otra faceta de Wilde, no tan popular aunque él le concediera gran importancia: su labor como ensayista y crítico, que nos ayuda a completar la imagen del narrador y dramaturgo. La presente edición, Intenciones (1891), reúne cuatro ensayos: “La decadencia de la mentira”, “Pluma, pincel y veneno”, “El crítico…
Salomé - Oscar Wilde - Teatro

Salomé

Oscar Wilde

Salomé es el título de una tragedia de Oscar Wilde de 1891 que muestra, en un solo acto, una versión muy personal de la historia bíblica de Salomé. Hijastra del gobernante Herodes Antipas, pidió a su padrastro la cabeza de Jokanaan (Juan el Bautista) en una bandeja de plata, como recompensa por haber bailado ante él.
El chico azul, por Thomas Gainsborough

El joven rey

Oscar Wilde

Aquella noche, la víspera del día fijado para su coronación, el joven rey se hallaba solo, sentado en su espléndida cámara. Sus cortesanos se habían despedido todos, inclinando la cabeza hasta el suelo, según los usos ceremoniosos de la época, y se habían retirado al Gran Salón del Palacio para recibir las últimas lecciones del profesor de etiqueta, pues aún había entre ellos algunos que tenían modales rústicos, lo cual, apenas necesito decirlo, es gravísima falta en cortesanos...
Luces en un bazar

Arabia

James Joyce

La calle North Richmond, por ser un callejón sin salida, era una calle callada, excepto en la hora en que la escuela de los Hermanos Cristianos soltaba a sus alumnos...
Fuegos artificiales. Foto por Erwan Hesry en Unsplash

El famoso cohete

Oscar Wilde

El hijo del rey estaba en vísperas de casarse. Con este motivo el regocijo era general. Estuvo esperando un año entero a su prometida, y al fin llegó ésta. Era una princesa rusa que había hecho el viaje desde Finlandia en un trineo tirado por seis renos, que tenía la forma de un gran cisne de oro; la princesa iba acostada entre las alas del cisne...
El amigo fiel

El amigo fiel

Oscar Wilde

Una mañana, la vieja Rata de Agua sacó la cabeza fuera de su madriguera. Tenía los ojos claros, parecidos a dos gotas brillantes, unos bigotes grises muy tiesos y una cola larga, que parecía una larga cinta elástica negra...

El huésped de Drácula

Bram Stoker

"Y sacó su reloj, un grande y viejo instrumento alemán de plata, tan grande como un nabo, y lo contempló, con las cejas juntas y un pequeño e impaciente encogimiento de hombros. Me di cuenta de que aquella era su forma de protestar respetuosamente contra el innecesario retraso y me volví a recostar en el asiento, haciéndole señas de que prosiguiese."

El Príncipe Feliz y otros cuentos

Oscar Wilde

Los buenos novelistas —escribió Oscar Wilde— son mucho más raros que los buenos hijos. Quizá cabría añadir que los buenos cuentistas son aún más raros que los buenos novelistas. Antes que El retrato de Dorian Gray, Wilde escribió los cuentos que componen la colección de El Príncipe Feliz y los completó con los de Una casa de granadas. Sorprende cómo un autor que prescindía de la moral en beneficio del arte pudo escribir estos cuentos sentimentales y con moraleja. En otras manos habría sido un material peligroso; en las suyas, unos cuentos sentimentales se transfiguraron en conmovedores; unas fábulas morales, en poemas líricos de insospechada belleza.
Cuentos completos, de Bram Stoker

Cuentos completos

Bram Stoker

Forjador de uno de los mitos contemporáneos que más han influido en la cultura popular —el vampiro conocido como Drácula—, el irlandés Bram Stoker (1847-1912) está lejos de ser el autor de una sola obra: junto a más de diez novelas, poemas, adaptaciones teatrales, crónicas y artículos, Stoker cultivó de manera exquisita y afortunada la narrativa breve, aunque quedase sepultada por su mayor éxito. Publicó en vida dos colecciones de cuentos —«El país bajo el ocaso» (1881) y «Atrapados en la nieve» (1908)—, y su viuda dio a la imprenta una tercera, «El invitado de Drácula y otros relatos inquietantes» (1914), dos años después de su muerte. Pero, además, quedaron dispersos o sin publicar casi una treintena de cuentos que ahora se reúnen por primera vez en este volumen, y que vienen a mostrar la diversidad temática y estilística —desde lo fantástico a lo autorreferencial; desde las estampas más realistas a la estructura de relatos engarzados— de un autor fundamental en las letras anglosajonas.