Chesterton, Crusoe y los inventarios de Eliseo Diego
Rafael Grillo
Robinson Crusoe tuvo la insólita fortuna de poder rescatar de la voracidad de las aguas el arca del carpintero, sacos de arroz, quesos de Holanda, botellas de licor, cuchillos de mesa, pólvora, fusiles de caza... Cuando Gilbert K. Chesterton lee en el clásico dieciochesco el pasaje en que el desgraciado marinero repasa la lista de los pertrechos salvados del naufragio exclama emocionado: “el poema más hermoso es un inventario”