Rikki tikki tavi
Rudyard Kipling
Esta es la historia de la gran batalla que sostuvo Rikki-tikki-tavi, sin ayuda de nadie, en los cuartos de baño del gran bungalow que había en el acuartelamiento de Segowlee. Darzee, el pájaro tejedor, la ayudó, y Chuchundra, el ratón almizclero, que nunca anda por el centro del suelo, sino junto a las paredes, silenciosamente, fue quien la aconsejó...
El presidente del jurado
Charles Dickens
Han pasado ya algunos años desde que se cometió en Inglaterra un asesinato que atrajo poderosamente la atención pública. En nuestro país se oye hablar con bastante frecuencia de asesinos que adquieren una triste celebridad...
Cuentos de perros
Rudyard Kipling
En 1934, dos años antes de su muerte, Rudyard Kipling reunió en un volumen nueve cuentos y cinco poemas dedicados a los perros, esos animales adaptados a la humanidad que a veces saben «más que un hombre». Picarescos o heroicos, domésticos o casi fantásticos, de India a Inglaterra pasando por los parajes helados del Ártico, estos Cuentos de perros tratan por supuesto de la lealtad, pero sobre todo de cómo el ser humano proyecta en los animales adiestrados para la compañía o el trabajo su propia personalidad y sus propios deseos, y de cómo alcanza a definirse a través de ellos. Por su parte, un perro puede tirar de un trineo o cazar zorros, puede ser una mercancía valiosa o una inesperada ayuda terapéutica, pero también tiene una vida propia: puede amar a quien no corresponde, enloquecer, deprimirse, o simplemente no entender. A veces son los propios perros quienes toman la palabra y cuentan en su propio idioma su experiencia con los humanos y otros animales, o piden no ser…
El hombre que llegó a ser rey
Rudyard Kipling
Hubo un tiempo, en aquel mundo perdido de la infancia, en que algunos soñamos con volver a Kafiristán. Evocar su nombre, con ecos de una geografía esotérica de lugares lejanos y de difícil acceso, nos ponía en situación de comenzar una nueva y trepidante aventura. Aquellos lugares, entre la frontera del mundo conocido y el mito, pertenecen a nuestra primera educación sentimental, en la que habitan nombres de leyenda, como Danny Dravot y Peachey Carnehan, sin duda los protagonistas más emblemáticos, junto con Kim de la India, de los relatos de Rudyard Kipling. Esta es una de esas grandes historias que han llenado de sueños nuestras vidas, cuyos personajes nos han deslumbrado con sus pericias y proezas, hazañas llenas de valentía y coraje, de humor, romance y fabulosos tesoros; una de esas historias repletas de truhanes y aventureros que se ven envueltos en el «Gran Juego». Volver a Kafiristán supone adentrarse en lo desconocido, que nos atrae y fascina y donde, de seguro, nos aguardan la gloria y la fortuna,…
La luz que se apaga
Rudyard Kipling
El pintor Dick Heldar pierde la facultad más preciada para él (y para todos, según enunció Aristóteles en el primer parágrafo de la Metafísica): la visión. Pero tras una primera caída en la melancolía y el nihilismo, consigue resarcirse y acompañarnos hasta un final absolutamente sorprendente en la última página de una novela llena a rebosar de los elementos genuinamente kiplinianos: fe en uno mismo, capacidad de sacrificio, abnegación absoluta y sentido inquebrantable de la amistad, todo sazonado por el desierto sudanés donde el Reino Unido luchó hace más de cien años. Escrita entre la épica y el melodrama, La luz que se apaga (1891) es la primera novela de Rudyard Kipling.
Los constructores de puentes
Rudyard Kipling
Lo mínimo que esperaba Findlayson, del Departamento de Obras Públicas, era una C. I. E.; él soñaba con una C. S. I. En realidad, sus amigos le decían que se merecía más. Durante tres años había aguantado calor y frío, decepciones, incomodidades, peligros y enfermedades, con una responsabilidad casi excesiva para un solo par de hombros...
Narrativa breve completa
Joseph Conrad
Pocos autores pueden compararse con la desmesura de la invención, la variedad de registros, la profundidad de inmersión de su viaje hacia los lugares más oscuros y recónditos de la mente y la delicadeza descriptiva de Joseph Conrad. Se recoge aquí en lengua española por vez primera la totalidad de la narrativa breve de uno de los autores más determinantes y fundamentales del siglo XX: desde relatos en los que ensayó motivos para sus obras mayores hasta algunas de sus piezas mejor resueltas como Tifón, El cómplice secreto, o Falk, o novelas tan desconocidas por el lector en español como El colono de Malata o El alma del guerrero y, también, su obra más célebre, El corazón de las tinieblas. Conrad nos maravilla con toda una multitud de marineros, anarquistas, lúcidos locos y delirantes asesinos; el terreno en el que el hombre comienza a jugar con fuego es, definitivamente, el terreno en el que se despliega todo el hipnótico arte narrativo del autor. Por todos estos motivos, el presente volumen…
Maurice o la cabaña del pescador
Mary W. Shelley
Mary Shelley ha pasado a la posteridad como la autora de Frankenstein, obra que había imaginado una noche de 1816 en la villa Diodati, una casa de Byron a orillas del lago Leman y que publicó en 1818. La historia que se puede leer en este libro estuvo perdida durante ciento setenta y siete años en un baúl, entre cartas personales, postales y diplomas escolares. En 1997 fue encontrada por Cristina Dazzi, descendiente de una rama italiana de aquella familia. Una vez confirmada la autenticidad del manuscrito y rastreando sus menciones a lo largo de su correspondencia, se supo también que, en un momento de depresión, originada por la muerte de tres de sus hijos, Mary escribe esta narración de corte netamente romántico.
El león y el unicornio y otros ensayos
George Orwell
«Preferiría publicar el libro bajo seudónimo. No tengo reputación que perder y si el libro tiene algún éxito siempre podré seguir usándolo». Estas palabras de Eric Blair antes de convertirse en George Orwell y publicar su primer libro, Sin blanca en París y Londres, aducen razones prácticas que hay que atender, pero todo seudónimo esconde no sólo el deseo, sino el convencimiento de ser otro. Este rasgo íntimo del escritor se extiende a toda su obra: la escritura que desvela la realidad según ese otro inalienable. En Orwell esto es visible en sus novelas y determinante en sus ensayos. La selección que aquí se ofrece nos transmite esa mirada independiente, descreída, a veces tierna y siempre solidaria que en la desolación de la primera mitad del siglo XX sólo podía venir de un ser inventado. Desde Recuerdos de un librero (las vivencias del autor en una librería de viejo) o Ay, qué alegrías aquellas (becario en un internado) hasta El león y el unicornio: el socialismo y el genio de…
El manuscrito de un loco
Charles Dickens
¡Sí…! ¡Un loco! ¡Cómo sobrecogía mi corazón esa palabra hace años! ¡Cómo habría despertado el terror que solía sobrevenirme a veces, enviando la sangre silbante y hormigueante por mis venas, hasta que el rocío frío del miedo aparecía en gruesas gotas sobre mi piel y las rodillas se entrechocaban por el espanto!...
Stalky & Cía
Rudyard Kipling
Stalky, McTurk y Beetle son tres amigos que cursan estudios en un Public School británico. Sus ocurrencias son geniales e hilarantes, su rebeldía frente a lo que les parece injusto temible, su lealtad extraordinaria. Todo eso, a la larga, hará de ellos unos hombres de carácter, agradecidos a la escuela que los formó. Chispeante y elegante, te hace pensar en una ventanita para asomarte a la juventud del propio maestro Kipling.
Notas sobre el nacionalismo
George Orwell
En tiempos como los que estamos viviendo, los nacionalismos y los extremismos en todas sus formas resurgen con fuerza. En este extraordinario ensayo, publicado en mayo de 1945, en los estertores de la Segunda Guerra Mundial, George Orwell establece una definición del nacionalismo que vas más allá del vínculo con un lugar geográfico, como un pernicioso estado de rigidez mental en el que no tiene cabida ni el debate ni la reflexión.
La huella del pulgar de san Pedro
Agatha Christie
Ahora, tía Jane, te toca a ti -dijo Raymond West. -Sí, tía Jane, esperamos algo verdaderamente sabroso -exclamó en tono festivo Joyce Lempriére. -Vamos, vamos, no se burlen de mí, queridos -replicó la señorita Marple plácidamente-. Creen que por haber vivido toda mi vida en este apartado rincón del mundo probablemente no he tenido ninguna experiencia interesante...
El club de los incomprendidos
G. K. Chesterton
El Club de los Incomprendidos o «cuatro granujas sin tacha», narra las diferentes historias de cuatro hombres que han formado un extraño Club, unidos por el vínculo común de sus maltrechas reputaciones. Así, los cuatro miembros fundadores del Club de los Incomprendidos (el ladrón, el charlatán, el asesino y el traidor) han sido difamados con negros y repugnantes crímenes, pero no se han visto perseguidos por sus fechorías, sino por sus ocultas virtudes.
El barón de Grogzwig
Charles Dickens
El barón Von Koëldwethout, de Grogzwig, Alemania, era probablemente un joven barón como cualquiera le gustaría ver uno. No es necesario que diga que vivía en un castillo, porque es evidente; tampoco es necesario que diga que vivía en un castillo antiguo, pues ¿qué barón alemán viviría en uno nuevo?...
La hierba mortal
Agatha Christie
Ahora usted, señora B -dijo don Henry Clithering. La señora Bantry, su anfitriona, lo miró con aire de reproche. -Le he dicho muchas veces que no me gusta que me llame señora B. Es una falta de respeto. -Scherezade, entonces…
La casa del pasado
Algernon Blackwood
Una noche una Visión vino a mí, trayendo con ella una antigua y herrumbrosa llave. Me llevó a través de campos y senderos de dulce aroma, donde los setos ya susurraban en la oscuridad primaveral, hasta que llegamos a una inmensa y sombría casa, de ventanas conspicuas y tejado elevado, medio escondido en las sombras de la madrugada...
Confesión encontrada en una prisión de la época de Carlos II
Charles Dickens
Tenía el grado de teniente en el ejército de Su Majestad y serví en el extranjero en las campañas de 1677 y 1678. Concluido el tratado de Nimega, regresé a casa y, abandonando el servicio militar, me retiré a una pequeña propiedad situada a escasos kilómetros al este de Londres, que había adquirido recientemente por derechos de mi esposa...
La ahogada
Agatha Christie
Don Henry Clithering, excomisionado de Scotland Yard, estaba hospedado en casa de sus amigos, los Bantry, cerca del pueblecito de St. Mary Mead. El sábado por la mañana, cuando bajaba a desayunar a la agradable hora de las diez y cuarto, casi tropezó con su anfitriona, la señora Bantry, en la puerta del comedor. Salía de la habitación evidentemente presa de una gran excitación y contrariedad...
El rojo
W. Somerset Maugham
El patrón metió la mano en uno de los bolsillos de sus pantalones y con dificultad, porque no estaban a los lados sino delante y era un hombre corpulento, sacó un gran reloj de plata. Lo miró y después volvió la vista hacia el sol poniente. El kanaka que estaba en el timón le echó una mirada, pero no despegó los labios...