IAs

El Oráculo de Penrose

Vladimir Hernández Pacín

Nota: los humanos no teníamos el “deconstructor de curvatura”, o motor hiperespacial; ni tampoco se nos permitía acercarnos a aquel hábitat.

Elisa

Michel Encinosa Fú

Visto a través de la ventanilla, y desde lejos aún, el Yelmo de Odín lograba impresionar. Un domo con dos protuberancias enormes, proyectadas hacia arriba. Un casco negro, dejado al azar por un dios tras su crepúsculo sobre la desnudez de la Luna.

Mulas

Dennis Mourdoch

"Todos bajan al interior del conducto. Dentro hay centenares, o tal vez millares, de cables de fibra óptica. Por los de mayor calibre, que alcanzan medio metro de diámetro, se mueven las IAs y los flujos de datos de los cibermundos, desembocando en las megarquitecturas de la Red."