El Chancellor
Julio Verne
Cuando los pasajeros del Chancellor descubren que su barco está ardiendo, aún no son capaces de imaginar los horrores que les aguardan. Verne, gran admirador de Poe, quiso escribir un relato de tal crueldad, que recordara La narración de A. G. Pym. «Le llevaré un volumen de un realismo espantoso —escribió a su editor—. Creo que la balsa de La Medusa no ha producido nada tan terrible». Con el estilo cortado propio de un diario, uno de los náufragos cuenta las torturas que padecen en una balsa perdida en el océano. Pero, como es habitual en Verne, siempre hay personajes cuya inocencia y heroísmo alcanzan límites increíbles.
Dueño del mundo
Julio Verne
Extraños sucesos están ocurriendo cerca del Great-Eyry, en la parte occidental del Estado de Carolina del Norte: apariciones de una misteriosa nave, tanto como vehículo de alta velocidad en tierra como barco o incluso nave voladora. Los estériles esfuerzos de la policía por detenerla para interrogar a su inventor y conocer, de este modo, el medio por el que ha logrado semejante avance, inducen al gobierno norteamericano a enviar a su mejor investigador, John Strock, para descubrir el misterio del fenómeno. Después de varios intentos baldíos por aproximarse a la misteriosa nave y a sus secretos, el inspector de policía Stroke consigue ser secuestrado por sus tripulantes, que resultan estar dirigidos por el ingeniero norteamericano Robur, el mismo que apareció años antes en una de las reuniones del Weldon Institute de Filadelfia (en la novela «Robur el conquistador»).
Adiós
Guy de Maupassant
Los dos amigos acababan de comer. Desde la ventana del café veían el bulevar muy animado. Les acariciaban los rostros esas ráfagas tibias que circulan por las calles de París en las apacibles noches de verano y obligan a los transeúntes a erguir la cabeza, incitándolos a salir, a irse lejos, a cualquier parte en donde haya frondosidad, quietud, verdor…
Con el petate a cuestas
Joris-Karl Huysmans
Tan pronto como hube terminado mis estudios, mis padres consideraron útil hacerme comparecer ante una mesa cubierta de paño verde y rematada por bustos de viejos señores que se preocuparon por saber si yo había aprendido suficientes lenguas muertas como para ser promovido al grado de bachiller...
Maravillosas Aventuras de Antifer
Julio Verne
A causa de un gran servicio realizado por el padre del capitán Antifer a un exiliado y millonario político, este último lega una fortuna al capitán, pero para ello deberá encontrar el tesoro en base a unas coordenadas que le facilita un notario egipcio; por lo que el capitán emprende viaje junto con su amigo y sobrino acompañados por el notario como fedatario público y por su pasante, pasante que tiene otras intenciones inquietantes y aviesas. Una vez llegado al punto donde se supone que se encuentra la fortuna allí es hallado un mensaje dando instrucciones para desplazarse a otro punto del globo terráqueo y contactar con otro posible heredero. Así el capitán y sus amigos, además de otros no tan amigos, viajará por diferentes países hasta encontrar el tesoro sufriendo mil aventuras y avatares. ¿Llegarán algún día a ver esa inmensa fortuna?
Yo acuso
Émile Zola
Este es el dossier, reunido y comentado por el propio Zola, de sus polémicos escritos relacionados con el caso Dreyfus, que culminaron con el archinombrado pero poco conocido Yo acuso. Cuando en 1894 se descubrió que alguien estaba traicionando al ejército francés, un fraudulento consejo de guerra condenó a un oficial judío, el capitán Dreyfus. Indignado ante esta injusticia, Zola intervino con la única arma de que dispone un intelectual: la pluma. Su violento Yo acuso le valió la condena a un año de prisión y despertó reacciones desgarradas. La polémica suscitada por Zola, poniendo en entredicho al Estado, al poder judicial, a la Iglesia, a los medios de comunicación y a la opinión pública, dio lugar a la figura del hombre de letras preocupado por desenmascarar la verdad, figura que más adelante recibió el nombre de «intelectual comprometido».
Chéri
Colette
Léa de Lonval, una atractiva cortesana, ha dedicado los últimos seis años de su vida a la educación amorosa de Fred Peloux, un joven apuesto, ensimismado y consentido a quien ha apodado Chéri. Cuando éste le confiesa que planea casarse por conveniencia, deciden poner fin a la relación. Sin embargo, Léa no había previsto cuán profundo es el deseo que la une a su amante, ni cuánto sacrificará al renunciar a él. En esta novela, una de las más dmiradas de la autora, Colette explora las crueles trampas de los juegos de seducción, dinamita los estereotipos sobre lo femenino y lo masculino, y retrata con gran sagacidad e ironía la alta sociedad francesa de principios del siglo XX.
El abanderado
Alphonse Daudet
El regimiento estaba en batalla sobre un repecho de la vía férrea, sirviendo de blanco a todo el ejército prusiano amontonado en frente, bajo el bosque. Se fusilaban a ochenta metros...
El volcán de oro
Julio Verne
Recorrer el Gran Oeste canadiense junto a la caravana de dos intrépidos primos de Montreal, conocer sus peripecias frente a osos, bandidos y míticos animales, sentir la crudeza del clima de Alaska, descubrir la miseria de la vida en las minas y las consecuencias de esa enfermedad histórica que fue la fiebre del oro... ¿Pensaste disfrutar de una aventura así de la pluma de Julio Verne? Los compromisos que lo ataban a su editor —que limitaban su obra al género científico de anticipación— lo obligaron a posponer este proyecto literario hasta sólo seis años antes de su muerte. Después, las manipulaciones que sufrió la obra anularon su cara más audaz, la que criticaba las desaforadas ambiciones de su tiempo. Ahora, por fin, podemos leer el texto original y definitivo.
La obra
Émile Zola
Novela sobre la naturaleza de la creación artística, sobre el amor, la amistad y sobre el fascinante y complejo alumbramiento del impresionismo, La obra es uno de los títulos más valientes y perdurables de la literatura del siglo XIX. Perteneciente al ciclo de los Rougon-Macquart, La obra, la novela más autobiográfica de su autor, está inspirada en la relación del propio Zola con Cézanne. El pintor Claude Lantier intenta terminar un óleo de grandes dimensiones que represente la modernidad del Segundo Imperio, en los albores del movimiento impresionista. Su enfermiza obsesión se verá mezclada con el amor de Christine —la mujer que le sirve de modelo— y su difícil amistad con el novelista Sandoz. Esta edición, que recoge la reciente traducción de José Ramón Monreal, se abre con un amplio estudio de Ignacio Echevarría, uno de los editores y críticos literarios más reputados de nuestro país. «¿Existe, en arte, otra cosa que dar lo que se lleva dentro?».
Abandonado
Guy de Maupassant
Es preciso estar loca para salir al campo a estas horas con un calor insufrible. De dos meses a esta parte, se te ocurren ideas muy extrañas. A la fuerza me haces venir a la orilla del mar, cuando en cuarenta y cinco años que llevamos de matrimonio jamás tuviste semejante fantasía...
La noche
Guy de Maupassant
Amo la noche con pasión. La amo, como uno ama a su país o a su amante, con un amor instintivo, profundo, invencible. La amo con todos mis sentidos, con mis ojos que la ven, con mi olfato que la respira, con mis oídos, que escuchan su silencio, con toda mi carne que las tinieblas acarician...
A las aguas
Guy de Maupassant
12 DE JUNIO 1880.- ¡A Loëche! ¡Quieren que vaya a pasar un mes a Loëche! ¡Misericordia!¡ Un mes en esta ciudad que dicen ser la más triste, la más muerta, la más aburrida de las villas! ¡Qué digo, una ciudad! ¡Es un agujero, no una ciudad! ¡Me condenan a un mes de baño…, en fin!...
Las Aventuras del Capitán Hatteras
Julio Verne
Narra la historia del capitán inglés Hatteras, que embarca a un grupo de valientes en el Avante, un avanzado barco de vela y vapor construido especialmente para la expedición, con el objetivo de ser los primeros en llegar a las tierras ignotas del Polo Norte.
Aurore y Aimée
Jeanne Marie Leprince de Beaumont
Había una vez una dama que tenía dos hijas. La mayor, que se llamaba Aurore, era bella como el día, y tenía un carácter bastante bueno. La segunda, que se llamaba Aimée, era tan bella como su hermana, pero era maligna, y sólo tenía talento para hacer el mal...
Los amotinados del Bounty
Julio Verne
El motín de la Bounty es el hecho más novelesco en la historia de la navegación: una tripulación hechizada por la belleza y la dulzura de las islas polinésicas, un motín abordado; el capitán Bligt, abandonado con dieciocho hombres en un pequeño bote, se enfrenta victoriosamente a los salvajes, las tormentas y el hambre, mientras que los amotinados, vagando por el Pacífico, cumplen destinos trágicos y extraños. Julio Verne lleva el lector una vez más a lugares inexplorados.
Crónicas italianas
Stendhal
Poco antes de escribir «La Cartuja de Parma», Stendhal (1783-1842) adquirió «unos viejos manuscritos en tinta amarillenta» de los siglosXVI y XVII que le entregaron en vivo costumbres y personajes del Renacimiento y del posrenacimiento italianos. Pero lo que le interesaba de esas crónicas no era su valor puramente histórico, sino el mundo de pasiones enérgicas, amores tremebundos o tiernísimos y crímenes de alto bordo que sacaban a la superficie. Como refleja «Rojo y negro», Stendhal siempre se había sentido atraído por los beaux crimes, trágico resultado de amores desenfrenados y traicionados, de venganzas por ofensas al honor o de desmesuradas ambiciones. La traducción, adaptación y transformación que hizo de esas Crónicas italianas («La abadesa de Castro», «Vittoria Accoramboni», «Los Cenci», «La duquesa de Palliano», «San Francesco a Ripa», «Vanina Vanini», «Favores que matan» y «Suora Scolastica») hicieron que pasaran a formar parte de su obra con los mismos merecimientos que sus grandes novelas.
Cinco semanas en globo
Julio Verne
Cuando la pasión por la aventura domina a un hombre como el doctor Fergusson, cabe la posibilidad de montarse en un globo aerostático e intentar la travesía de África. Así lo hará, acompañado de su amigo Dick y del criado Joe. Novela típicamente de aventuras, la sucesión de arriesgadas peripecias mantiene la tensión del lector hasta ese límite preciso que no puede rebasarse sin que se resienta el equilibrio y la verosimilitud de la historia.
Una ciudad flotante
Julio Verne
El transatlántico «Great Eastern» es un lujoso y gigantesco barco de vapor, de construcción inglesa pero fletado por franceses, que viaja de Liverpool a Nueva York; una obra maestra de la arquitectura naval, una cuidad flotante, un pedazo de condado desprendido del suelo inglés, pero también un lugar donde se podrá encontrar todos los instintos y pasiones de los hombres.
La muñeca sangrienta
Gastón Leroux
Bénédicte Masson es feo. Su profunda admiración por las mujeres no consigue consumarse en la historia de amor que sueña en sus Memorias. Consciente de su fealdad, Bénédicte se limita a espiar a su amor platónico, su vecinita Christine. Una noche descubre que ésta oculta en su hogar a un joven con el que mantiene una historia de amor.