Colinas como elefantes blancos
Ernest Hemingway
Del otro lado del valle del Ebro, las colinas eran largas y blancas. De este lado no había sombra ni árboles y la estación se alzaba al rayo del sol, entre dos líneas de rieles. Junto a la pared de la estación caía la sombra tibia del edificio y una cortina de cuentas de bambú colgaba en el vano de la puerta del bar, para que no entraran las moscas...
Las paredes están frías
Truman Capote
-…así que Grant les ha dicho que vinieran a una fiesta fantástica y, bueno, ha sido así de fácil. La verdad, creo que ha sido una genialidad recogerlos, solo Dios sabe que podrían resucitarnos de la tumba...
Deje de mirarme las tetas, señor
Charles Bukowski
Big Bart era el tipo más salvaje del Oeste. Tenía la pistola más veloz del Oeste y se había cogido mayor variedad de mujeres que cualquier otro tipo en el Oeste. No era aficionado a bañarse ni a hablar mierda ni a ser segundón. También era guía de una caravana de emigrantes, y no había otro hombre de su edad que hubiese matado más indios, o cogido más mujeres, o matado más hombres blancos...
Juguemos a los venenos
Ray Bradbury
—¡Te odiamos! —Gritaron los dieciséis chicos y chicas, apretándose alrededor de Michael en el aula. Michael gritó. El recreo había terminado, pero el señor Howard, el maestro, aún no había llegado.
El engendro maldito
Ambrose Bierce
A la luz de una vela de sebo colocada en un extremo de una rústica mesa, un hombre leía algo escrito en un libro. Era un viejo libro de cuentas muy usado y, al parecer, su escritura no era demasiado legible porque a veces el hombre acercaba el libro a la vela para ver mejor...
Elurofobia
Fredric Brown
Hasta donde podía recordar, Hilary Morgan había sufrido elurofobia; es decir, miedo mórbido al felis domestica, el gato común o doméstico...
Versos iluminados
Isaac Asimov
La última persona en quien se podía pensar como asesina era la señora Alvis Lardner. Viuda del gran mártir astronauta, era filántropa, coleccionista de arte, anfitriona extraordinaria y, en lo que todo el mundo estaba de acuerdo, una genio. Pero, sobre todo, era el ser humano más dulce y bueno que pudiera imaginarse...
Una ilusión en rojo y blanco
Stephen Crane
Durante las largas noches del bloqueo de Cuba, los hombres que iban a bordo de aquel pequeño y basculante bote mensajero intimaban tanto como si hubiesen sido enterrados en el mismo ataúd...
Uno de mis más viejos amigos
F. S. Fitzgerald
Marion se había sentido feliz toda la tarde. Vagaba de una habitación a otra del pequeño apartamento, entrando en el cuarto de los niños para ayudar a la niñera a darles de comer con cucharas chorreantes o leyendo a ratos en su nuevo sofá, el objeto más extravagante que habían comprado en cinco años de matrimonio...
Cuantos chochos queramos
Charles Bukowski
Harry y Duke. La botella en medio, un hotel barato del centro de Los Ángeles. Noche de sábado en una de las ciudades más crueles del mundo. La cara de Harry era completamente redonda y estúpida...
La puerta de Abadón
James S. A. Corey
Durante generaciones, el Sistema Solar (Marte, la Luna y el cinturón de asteroides) ha conformado la gran frontera de la humanidad. Hasta ahora. El artefacto alienígena que realizaba su obra bajo las nubes de Venus ha aparecido en la órbita de Urano, donde ha construido una puerta enorme que se abre hacia un espacio sin estrellas. Jim Holden y la tripulación de la Rocinante forman parte de una gran flotilla de naves militares y científicas que parten para examinar el artefacto. Pero, entre bambalinas, se empieza a desarrollar una trama intrincada que tiene como finalidad la destrucción de Holden. Mientras los emisarios de la especie humana intentan ponerse de acuerdo acerca de si la puerta constituye una oportunidad o una amenaza, ignoran que el mayor de los peligros se encuentra entre sus filas.
Campamento indio
Ernest Hemingway
Habían preparado otro bote en la orilla del lago y dos indios esperaban a su lado. Nick y su padre se colocaron en la popa y los indios pusieron la embarcación en marcha. Uno de ellos remaba. Tío Jorge se sentó en la popa del bote del campamento. El indio joven lo alejó un poco de la orilla y después montó para remar...
Los muertos no resucitan
Ray Bradbury
Viajeros en el tiempo, siniestros circos de seres peculiares, autómatas vivos… ¿y detectives? Para celebrar el centenario del nacimiento de Ray Bradbury, el celebérrimo autor de Fahrenheit 451, se publica esta nueva antología definitiva de su lado menos conocido como escritor de literatura negra, y que incluye tanto cuentos clásicos como joyas desconocidas, algunos de los cuales se convirtieron en episodios de las series de televisión Alfred Hitchcock presenta y The Ray Bradbury Theater, incluido un cuento que el propio Bradbury definió como «uno de los mejores relatos de cualquier género que he escrito jamás». ¿Puede considerarse un asesinato matar a un robot con aspecto humano que habla, piensa y siente como una persona? ¿Puede ser incriminado un ventrílocuo por el testimonio de su muñeco? ¿Puede un viajero en el tiempo evitar que su yo más joven asesine a la mujer que ambos aman? ¿Y puede el hermano superviviente de unos siameses investigar el asesinato de su hermano? Ningún escritor ha podido competir jamás con la imaginación y el talento…
Billy Summers
Stephen King
Billy Summers es un asesino a sueldo y el mejor en lo suyo, pero tiene una norma: solo acepta un encargo si su objetivo es realmente mala persona. Ahora Billy quiere dejarlo, pero todavía le queda un último golpe. Y siendo uno de los mejores francotiradores del mundo, un veterano condecorado de la guerra de Irak, un auténtico Houdini cuando toca desaparecer después de finiquitar un trabajo, ¿qué podría salirle mal? Todo.
La guerra de Calibán
James S. A. Corey
En Ganímedes, asolada por la guerra y fuente de recursos de los planetas exteriores, una marine de Marte asiste a la aniquilación de su pelotón a manos de un supersoldado monstruoso. En la Tierra, una política de alto rango hace todo lo posible por evitar que vuelva a estallar una guerra interplanetaria. Y en Venus, una protomolécula alienígena se ha hecho con el planeta y desencadenado una serie de cambios misteriosos que amenazan con extenderse por el Sistema Solar. El futuro de la humanidad depende de que una sola nave evite una invasión alienígena. Detrás del seudónimo James S.A. Corey se esconden el autor de ciencia ficción y fantasía Daniel Abrahan y Ty Franck, asistente personal de George R.R. Martin durante el desarrollo de la adaptación televisiva de Juego de Tronos. La serie de space opera iniciada con El despertar del Leviatán, cuyos derechos han sido vendidos a más de doce países, ha conseguido despertar el entusiasmo unánime del público y la crítica.
Hacia la Fundación
Isaac Asimov
Mientras Hari Seldon se esfuerza por perfeccionar su revolucionaria teoría de la psicohistoria, el gran Imperio Galáctico está al borde de un colapso apocalíptico. Seldon y aquellos a los que más quiere se convierten en peones en la lucha por el poder: quien lo controle a él controlará la psicohistoria, y con ella el futuro de la Galaxia. Entre los que desean convertir la psicohistoria en un arma se encuentran un político, el emperador Cleón, y un despiadado general. En su último acto de servicio a la humanidad, Seldon debe apañárselas para salvar el trabajo de toda su vida de las garras de ambos e ir en busca de sus verdaderos herederos y del sueño de una nueva Fundación.
Hijos de Dune
Frank Herbert
Leto Atreides, el hijo de Paul -el mesías de una religión que arrasó el universo, el mártir que, ciego, se adentró en el desierto para morir-, tiene ahora nueve años. Pero es mucho más que un niño, porque dentro de él laten miles de vidas que lo arrastran a un implacable destino. Él y su hermana gemela, bajo la regencia de su tía Alia, gobiernan un planeta que se ha convertido en el eje de todo el universo. Arrakis, más conocido como Dune. Y en este planeta, centro de las intrigas de una corrupta clase política y sometido a una sofocante burocracia religiosa, aparece de pronto un predicador ciego, procedente del desierto. ¿Es realmente Paul Atreides, que regresa de entre los muertos para advertir a la humanidad del peligro más abominable?
Cuentos de la Patrulla Pesquera
Jack London
Son siete relatos breves cuyo argumento extrae el autor de su particular experiencia como miembro de la Patrulla Pesquera de California, narrando y relatando el trabajo de los patrulleros en la Bahía de San Francisco durante los primeros años del siglo XX en contra de los pescadores furtivos, sus persecuciones, cómo se escondían, cómo eran cazados, y las penurias y dureza de aquellos tiempos en alta mar. Se considera una serie de relatos muy biográfica, pues narra mucho de lo que aconteció al propio Jack London, aunque introduce mucho del género aventurero para no crear un monólogo aburrido de anécdotas solo, sino toda una epopeya de aventuras, interconectando varios relatos con un lazo común: la furia desatada del mar y cómo allí también hay delincuencia y patrulleros que lo dan todo por sus trabajos respectivos.
Tom Sawyer en el extranjero
Mark Twain
Tras la azarosa liberación de Jim, Tom Sawyer se había quedado sin aventuras que contar: hasta el cartero del pueblo osaba desafiarlo en interés trágico con una vieja historia ya caduca. Así que, cuando se le presenta la oportunidad de subir a un globo, no lo duda un instante. En Tom Sawyer en el extranjero nuestros héroes se pasean por un desierto africano que desata las fantasías orientales de Tom y permite al autor escribir algunas de sus páginas más divertidas. En ellas se refleja como nunca el paralelismo Tom / don Quijote y Huck / Sancho.
El hijo de Tarzán
Edgar Rice Burroughs
Paulvitch, el hombre de confianza del ya fallecido y enemigo de Tarzán, Nikolás Rokoff, aún sigue vivo, y trama su venganza contra Tarzán. Como parte de sus planes, engaña a Jack, el hijo de Tarzán, para que salga de Londres y caiga en sus manos. Pero el niño escapa con la ayuda del gran simio Akut, y ambos consiguen encontrar refugio en las salvajes junglas africanas, donde Tarzán se ha crió Tarzán dos décadas atrás. En este ambiente totalmente ajeno a su educación civilizada el muchacho ha de aprender a enfrentarse con las grandes y feroces bestias, y a plantar cara a los peligros de la misma forma que su padre. Pronto se dará cuenta sin embargo, que las amenazas de la jungla apenas son comparables con las que proceden de los seres humanos.