Escritores italianos

Noche de luna

Carlo Emilio Gadda

No parecía posible romper la maravillosa unidad de aquel conocer, la pureza silente y sorprendida de la común plegaria. Aquellas naturalezas cumplían enteramente y siempre según su ley, vivían agentes, en sí mismas, de una única ley: que es su única vida...

África

Massimo Bontempelli

"Nunca he tenido una verdadera inclinación por el homicidio. Hasta ahora no he asesinado más que a mi amigo Amílcar, aunque, tras de mucho pensarlo, me parece que no fue una mala idea. Esto sucedió hace muchos años en la ciudad de Casablanca..."

Alba entre las ramas desnudas

Italo Calvino

"Volvió a su casa, se metió entre las sábanas, muy despacio, junto a su mujer que hubiera seguido roncando aunque se acostara un caballo. Pero no conseguía conciliar el sueño: ¿qué sucedería si no se despertaba al alba y su mujer lo encontraba en la cama?..."

El halcón de Federigo

Giovanni Boccaccio

"Él, por muy extrema que fuese su pobreza, no se había percatado todavía de cuánto necesitaba las riquezas que había gastado desordenadamente; pero esta mañana, no encontrando nada con que poder honrar a la señora por amor de quien ya había honrado a infinitos hombres, se lo hizo ver..."

Algo había pasado

Dino Buzzati

"Qué extraño, pensé, que en tan solo unos kilómetros haya visto a tanta gente recibiendo una noticia inesperada… Al menos eso era lo que yo suponía. Ahora, vagamente sugestionado, escrutaba el campo, las carreteras, los pueblos, las granjas, lleno de inquietud y presentimientos..."

Despertar

Cesare Pavese

"Era una noche de junio, y la oscuridad palpitaba. Yo comparaba mi angustia con tamaña dulzura, y excavaba y volvía a excavar a cada paso en mi dolor como si todas las tinieblas estuvieran empapadas de él y bastase con avanzar para sentir su peso cada vez más intolerable..."

A mí qué me importa el carnaval

Alberto Moravia

"Al rato salgo de casa, sosteniéndome con una mano la máscara sobre la cara y palpando con la otra, bajo el chaquetón, el mango de un cuchillo que, quién sabe por qué, cuando estaba por salir, y tal vez sugestionado por mi máscara..."

El pequeño vigía lombardo

Edmundo de Amicis

"El oficial se quedó un poco pensativo, después se apeó del caballo, y dejando a los soldados allí vueltos hacia el enemigo, entró en la casa y subió hasta el tejado: no se veía más que un pedazo de campo. “Es menester subir sobre los árboles”, pensó el oficial; y bajó. Precisamente delante de la era se alzaba un fresno altísimo y flexible, cuya cumbre casi se mecía en las nubes. El oficial estuvo por momentos indeciso, mirando primero el árbol y luego a los soldados; de pronto preguntó al muchacho..."

El mendigo de almas

Giovanni Papini

"No bien estuve afuera, una frase imprevista se apoderó de mi mente -una frase que había escuchado repetir muchas veces y cuyo autor no recordaba. “Si un hombre cualquiera, incluso el más simple, supiese narrar su vida entera construiría una de las más grandes novelas que se hayan escrito nunca.”"

El cordel del dedo

Giovanni Boccaccio

El cordel del dedo es un cuento de Giovanni Boccaccio que narra la historia de un joven que se enamora de una mujer casada y le envía un regalo muy peculiar. ¿Quieres saber qué es y cómo reacciona ella? Descubre este relato lleno de humor, ironía y erotismo, que forma parte del famoso Decamerón, una obra maestra de la literatura universal. No te pierdas esta oportunidad de leer una joya del siglo XIV que sigue vigente y sorprendente hoy en día.

Las hijas de los faraones

Emilio Salgari

Las hijas de los Faraones es una novela de aventuras del escritor italiano Emilio Salgari, publicada en 1908. La historia se ambienta en el antiguo Egipto, durante el reinado de Ramsés II, y narra las peripecias de dos hermanas gemelas, Nofret y Nefertari, hijas del faraón, que se ven envueltas en una conspiración para derrocar a su padre y usurpar el trono. La novela combina elementos históricos, como la batalla de Kadesh entre egipcios e hititas, con otros fantásticos, como la existencia de una ciudad subterránea habitada por una secta secreta que adora a la diosa Bastet. Salgari crea un escenario exótico y lleno de acción, donde las protagonistas demuestran su valor, inteligencia y astucia para escapar de los peligros que las acechan. Las hijas de los Faraones es una obra que muestra el interés de Salgari por la cultura egipcia y su capacidad para crear tramas apasionantes y personajes memorables. Es una lectura recomendada para los amantes de la literatura de aventuras y de la historia antigua.

24 de marzo de 1958

Dino Buzzati

¿Qué pasaría si el fascismo volviera a tomar el poder en Italia? ¿Cómo sería la vida de los ciudadanos bajo un régimen totalitario que reprime la libertad, la cultura y la oposición? ¿Qué papel tendrían los intelectuales ante la historia? Estas son algunas de las preguntas que plantea el cuento de Dino Buzzati, uno de los grandes maestros de la literatura italiana del siglo XX. Con un estilo ágil, irónico y conmovedor, Buzzati nos ofrece una visión distópica de una realidad alternativa que podría haber sido. Un cuento que nos invita a reflexionar sobre el valor de la democracia y la responsabilidad de los escritores.

Tercera historia

Giovannino Guareschi

¿Qué harías si te enamoraras de una muchacha que vive junto a un ciruelo y que te espera cada tarde bajo el poste del telégrafo? ¿Y si un día la perdieras por culpa de una pedrada? Descubre la historia de amor y desamor de un joven peón de albañil en “Tercera historia”, un cuento de Giovannino Guareschi, el autor de “Don Camilo”.
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Buenas esperanzas

Tommaso Landolfi

¿Qué harías si tuvieras que viajar a una redacción para cobrar por tu trabajo y te dijeran que no pueden pagarte hasta que llegue una carta misteriosa? Eso es lo que le ocurre al protagonista de este relato, que se enfrenta a la indiferencia y la burocracia de un mundo que no valora su talento.

A rodar

Tommaso Landolfi

"Para ser exactos, el muerto ya tenía en sus manos el arma homicida. Ello era parte de las precauciones más prudentes, porque nunca se sabe, de un ángulo de tiro apenas aberrante, los típicos engreídos funcionarios de la científica acaso podrían deducir algo."

Berecche y la guerra

Luigi Pirandello

"Federico Berecche, hasta hace unos días, se pavoneaba de su origen alemán, evidente en la complexión angulosa, el pelo rojizo y los ojos azules, y también por el apellido Berecche, corrupción, según él, de un apellido genuinamente alemán."

El hombre que se ha perdido a sí mismo

Giovanni Papini

"Miro…, remiro…, busco…, contemplo el espejo…, me asusto. Pero ¿dónde estoy, Dios mío? ¿Quién soy? ¿Cuál es mi cuerpo entre todos estos cuerpos iguales? ¡Yo ya no estoy! ¡Todos iguales, todos de la misma manera! ¿No seré capaz de encontrarme?"

La montaña de oro

Emilio Salgari

Dos europeos, Otto (alemán) y Mateo (griego) desembarcan en Zanzíbar en la mañana del 15 de agosto del año 1900 para ir al rescate de explorador inglés, de apellido Kambert, que había partido de Zanzíbar años atrás para explorar la margen occidental del gran lago Tanganyka. El explorador que desde hacía un año estaba en poder de una tribu de indígenas que lo habían llevado prisionero a Kilembo, en el Kassongo, había logrado enviar colgado del cuerno de un antílope una bolsita con un mensaje. En el mensaje prometía a quien le rescatara como recompensa la ubicación de una montaña que contenía riquezas incalculables, acumuladas durante siglos, por los indígenas de Kassongo.

El hijo del Corsario Rojo

Emilio Salgari

El conde de Ventimiglia parte para el Golfo de México para encontrar a su hermana desaparecida desde niña, la cual se encuentra en las manos del Marqués de Montelimar, el hombre que envió a la muerte a su propio padre, el Corsario Rojo. Cruzar la espada con los peores bribones será el precio a pagar para encontrar a la muchacha y vengar al Corsario Rojo...

Primera historia

Giovannino Guareschi

"Debo decir que Bosque Grande era un pueblo donde nadie moría, por virtud del aire extraordinario que allí se respiraba. En Bosque Grande, por lo tanto, parecía imposible que un niño de dos años pudiera enfermarse. Sin embargo, Quico enfermó seriamente."