Escritores ingleses

Cuentos de Canterbury – La disputa entre el fraile y el alguacil

Geoffrey Chaucer

En cuanto hubo oído esto, el fraile rompió a reír. —Vamos, señora. Por mi salvación, que éste fue un largo preámbulo para el relato —dijo él...
El país de la bruma - Arthur Conan Doyle

El país de la bruma

Arthur Conan Doyle

Conan Doyle, que había ganado una fortuna con sus criaturas de papel, acabó dedicándola a sus entrevistas con los espíritus del aire. «El país de la bruma», último libro de la serie del profesor Challenger, es casi un minucioso retablo de las creencias y prácticas espiritistas, en las que el autor acabó creyendo a pies juntillas, en su afán por superar la pérdida de sus seres más queridos. También Challenger lo hizo, tras una extraordinaria aventura, que le deparó vislumbrar «un futuro sin los límites del estrecho horizonte de la muerte, inmenso, lleno de posibilidades y creaciones infinitas gracias a la conciencia de la supervivencia de la personalidad, el carácter y el trabajo».

Cuentos de Canterbury – Prólogo de la comadre de Bath

Geoffrey Chaucer

Si no existiera libro alguno que tratase del tema, mi experiencia personal me daría perfecto derecho a hablar de las penas del matrimonio; pues, señoras y caballeros, desde mis doce años —¡loado sea Dios sempiterno! me he casado ya cinco veces por la Iglesia (si se me hubiera permitido casarme con tanta frecuencia)...

Cuentos de Canterbury – El cuento del magistrado

Geoffrey Chaucer

¡Qué desgraciado es ser pobre o ser humillado por la sed, hambre o frío, y avergonzarse de pedir limosna! Y si no se pide, la misma carencia, a pesar del cuidado en ocultarla, descubre las escondidas heridas: indigencia, robo, mendicidad y pedir prestado.
Cuentos de Canterbury - El cuento del fraile

Cuentos de Canterbury – Palabras del anfitrión al grupo

Geoffrey Chaucer

El anfitrión constató que el luciente sol había recorrido la cuarta parte y algo más de media hora en su trayecto diurno. Aunque no muy versado en ciencia astronómica, sabía de sobra que era el 18 de abril, el mensajero de mayo, y que la sombra de los árboles medía exactamente igual que ellos...

Cuentos de Canterbury – El cuento del cocinero

Geoffrey Chaucer

Mientras hablaba el administrador, el cocinero de Londres estalló en carcajadas como si le hicieran cosquillas en la espalda...

Cuentos de Canterbury – El cuento del administrador

Geoffrey Chaucer

En Trumpington, no lejos de Cambridge, serpentea un arroyo cruzado por un puente. A una ribera de esta corriente se yergue un molino en donde -y os estoy contando la verdad- vivió un molinero durante muchos años. Era orgulloso y pagado de sí mismo como un pavo real; sabía tocar la gaita, cazar, pescar, remendar las redes, fabricar cazos de madera en un torno y luchar cuerpo a cuerpo...

Cuentos de Canterbury – Prólogo al cuento del administrador

Geoffrey Chaucer

El grupo aceptó complacido el divertido relato de Absalón y Listo Nicolás; y aunque hubo diversidad de opiniones, la mayoría lo acogió con risas y chanzas. Nadie se enfadó, si exceptuamos al administrador, Oswold, pues era carpintero de profesión. Con ira apenas contenida, se quejó y murmuró un rato:..

Cuentos de Canterbury – El cuento del molinero

Geoffrey Chaucer

Érase una vez un rústico adinerado, entrado ya en años, que vivía en Oxford. Tenía el oficio de carpintero y aceptaba huéspedes en su casa. Vivía con él un estudiante pobre, muy entendido en artes liberales, que sentía una irresistible pasión por el estudio de la astrología...

Cuentos de Canterbury – Diálogo entre el anfitrión y el molinero

Geoffrey Chaucer

Cuando el caballero hubo concluido su relato, todos, jóvenes y viejos, sobre todo los miembros de más categoría del grupo, coincidieron en que era una historia digna de recordarse...
Tifón - Joseph Conrad

Tifón

Joseph Conrad

Tifón describe la tempestad salvaje que sufre el Nan-Shan, un vapor que transporta a doscientos culíes (trabajadores indígenas) de regreso a China con sus ahorros celosamente guardados. Esto da pie para un penetrante análisis de comportamientos humanos variados, que van desde la generosidad hasta el envilecimiento. En el capitán MacWhirr, ecuánime y con una confianza casi mística en la capacidad del hombre para imponerse a las fuerzas de la naturaleza, condensa el autor las virtudes de orden, disciplina y sentido del deber que siempre admiró.

Cuentos de Canterbury – El cuento del caballero

Geoffrey Chaucer

Nos cuentan viejas leyendas que había una vez un duque llamado Teseo, dueño y señor de Atenas. No existía por entonces conquistador más poderoso bajo el sol. Había conquistado muchos reinos de inigualable riqueza y, por su caudillaje y valor caballeresco, incluso el país de las Amazonas, que por aquel entonces se llamaba Escitia, y se había casado con Hipólita, su reina...

Cuentos de Canterbury – Prólogo general

Geoffrey Chaucer

Las suaves lluvias de abril han penetrado hasta lo más profundo de la sequía de marzo y empapado todos los vasos con la humedad suficiente para engendrar la flor; el delicado aliento de Céfiro ha avivado en los bosques y campos los tiernos retoños y el joven sol ha recorrido la mitad de su camino en el signo de Aries...

El poeta

W. Somerset Maugham

No siento gran interés por la gente célebre, y no puedo soportar a esas personas que tienen la pasión de codearse con las grandes figuras...
Capitanes intrépidos - Rudyard Kipling

Capitanes intrépidos

Rudyard Kipling

Siempre se ha dicho que, a partir de los cuarenta, el hombre es responsable de su cara. Kipling viene a añadir aquí que también lo es de su biografía. Recordando su aprendizaje de periodista, el autor escribió: «Mi jefe me tomó por su cuenta, y durante tres años lo odié. Tenía que domarme, y yo no sabía nada. Ignoro lo que sufrió por causa mía; pero la poca o mucha escrupulosidad que haya llegado a adquirir en mi vida, el hábito de procurar siquiera verificar las referencias y cierta maña para no moverme de la mesa de trabajo, se los debo enteramente». Sin duda el lector ha reconocido en estas líneas un resumen de Capitanes intrépidos, una excelente novela de aprendizaje.
La zona envenenada - Arthur Conan Doyle

La zona envenenada

Arthur Conan Doyle

Este volumen presenta tres relatos protagonizados por el excéntrico personaje del profesor Challenger. En "La zona envenenada", el profesor congrega en su casa a sus amigos más próximos, instándoles a traer consigo una botella de oxígeno. Estos quedan sorprendidos por la petición hasta que el profesor les comunica la amenaza que se cierne sobre la Tierra: la atmósfera terrestre va a verse envuelta en una especie de nube tóxica que acabará con la humanidad. Todos se encierran en una habitación con el oxígeno, dispuestos a aguantar sin esperanzas sus últimas horas de vida. Pero al cabo de unas horas descubren que la nube ha desaparecido...
El cuarto hombre - Agatha Christie

El cuarto hombre

Agatha Christie

El canónigo Parfitt jadeaba. El correr para alcanzar el tren no era cosa que conviniera a un hombre de sus años. Su figura ya no era lo que fue y con la pérdida de su esbelta silueta había ido adquiriendo una tendencia a quedarse sin aliento, que el propio canónigo solía explicar con dignidad diciendo “¡Es el corazón!”...
Ilustración: The Courier-Journal (29 octubre de 1893)

El caso de lady Sannox

Arthur Conan Doyle

Las relaciones entre Douglas Stone y la conocidísima lady Sannox eran cosa sabida tanto en los círculos elegantes a los que ella pertenecía en calidad de miembro brillante, como en los organismos científicos que lo contaban a él entre sus más ilustres cofrades...
Gato. Foto por Harry Cunningham en Unsplash

El gato que caminaba solo

Rudyard Kipling

Sucedieron estos hechos que voy a contarte, oh, querido mío, cuando los animales domésticos eran salvajes. El Perro era salvaje, como lo eran también el Caballo, la Vaca, la Oveja y el Cerdo, tan salvajes como pueda imaginarse, y vagaban por la húmeda y salvaje espesura en compañía de sus salvajes parientes; pero el más salvaje de todos los animales salvajes era el Gato. El Gato caminaba solo y no le importaba estar aquí o allá...
La voz del fuego - Alan Moore

La voz del fuego

Alan Moore

En esta historia llena de lujuria, locura y éxtasis, habitan doce personajes distintivos que vivieron en la misma región del centro de Inglaterra durante un período de seis mil años. Sus narraciones se entrelazan a través de acontecimientos recurrentes, extrañas tradiciones y visiones misteriosas. El primero es un niño en una cueva, quien ha perdido a su madre y que se enamorará y aprenderá una lección mortal. Le sigue un extraordinario elenco de personajes: una asesina que personifica a su víctima, un pescador que cree haberse convertido en una especie diferente, un emisario romano que se da cuenta de la amarga verdad sobre el Imperio, una monja discapacitada que es curada milagrosamente por una perturbadora aparición, un viejo cruzado cuya fe es destruida por el testimonio de la reliquia final, dos brujas, amantes, que queman en la hoguera… Cada cuento interconectado traza un camino en un viaje de descubrimiento de los secretos de la tierra. Siguiendo la tradición de la obra de Kipling, Puck de la colina de Pook, las…