Escritores ingleses

El joven Arquímedes

Aldous Huxley

Fue la vista lo que nos decidió a alquilarla. Es cierto que la casa tenía sus inconvenientes. Estaba bastante lejos de la ciudad y no tenía teléfono. El alquiler era excesivamente caro y los desagües deficientes...

Belleza

Graham Greene

La mujer llevaba la frente ceñida con una cinta anaranjada que recordaba el estilo de los años veinte. Su voz destacaba sobre la charla de sus dos compañeros, sobre el muchacho que aceleraba su motocicleta en la calle, hasta sobre el ruido de los platos en la cocina del pequeño restaurante de Antibes, casi vacío ahora que empezaba el otoño...

Cura de reposo

Aldous Huxley

Era una mujercita de pelo oscuro, cuyos ojos de color gris azulado llamaban la atención, tan grandes parecían en su carita pálida. Una cara de niña, con menudas facciones delicadas, pero marchitas prematuramente; pues la señora Tarwin solo tenía veintiocho años y sus grandes ojos bien abiertos estaban llenos de inquietud y tenían al mirar un fulgor extraño...

El segundo libro de la selva

Rudyard Kipling

El éxito de «El Libro de la Selva», movió a Rudyard Kipling a escribir un año después «El segundo Libro de la Selva», afortunada continuación, más que una segunda parte, del primer libro. A una sociedad natural que ha conseguido la armonía y, con ella, la verdadera libertad gracias al sometimiento a un estricto código moral de conducta, la ley de la selva, vuelve Mowgli, el cachorro humano adoptado y educado por lobos. Mowgli no es una criatura salvaje, y menos aún un joven convencional. El héroe de estos relatos simboliza el difícil pero necesario equilibrio entre los hombres y el medio en que éstos, aunque lo olviden, hunden las raíces que hacen posible su existencia.

Los versos satánicos

Salman Rushdie

Un avión secuestrado estalla a gran altura sobre el canal de la Mancha. Dos supervivientes caen al mar: Gibrel Farishta, un legendario galán cinematográfico, y Saladin Chamcha, el hombre de las mil voces, autodidacta y anglófilo furibundo. Consiguen llegar a una playa inglesa y notan unos extraños cambios: uno ha adquirido una aureola y el otro ve con horror cómo crece el vello de sus piernas, los pies se le convierten en cascos y las sienes le abultan... Los versos satánicos es la novela más célebre, iconoclasta y polémica de Salman Rushdie. Una referencia ineludible de la literatura de nuestro tiempo.

El libro de los Cuentos Perdidos I

J. R. R. Tolkien

El libro de los Cuentos Perdidos fue la primera gran obra de imaginación de J.R.R. Tolkien , comenzada en 1916-1917, cuando tenía veinticinco años, y abandonada varios años después. Es en realidad el principio de toda la concepción de la Tierra Media y Valinor, y el primer esbozo de los mitos y leyendas que constituirían El Silmarillion. El marco narrativo es el largo viaje hacia el Oeste que emprende un marinero llamado Eriol (Ælfwine) a Tol Eressëa, la isla solitaria donde habitan los Elfos. Allí conoce los Cuentos Perdidos de Elfinesse, en los que aparecen las ideas y concepciones más tempranas sobre los Dioses y los Elfos, los Enanos, los Balrogs y los Orcos, los Silmarils, los dos árboles de Valinor, Nargothrond y Gondolin, y la geografía y la cosmología de la Tierra Media. El libro de los Cuentos Perdidos se publica en dos volúmenes. El primero contiene los cuentos de Valinor, y el segundo incluye Beren y Lúthíen, Túrin y el Dragón, y las historias del Collar de los…

En una estación de ferrocarril

Lafcadio Hearn

Ayer un telegrama de Fukuoka anunció que un desesperado criminal capturado allí sería traído hoy a Kumamoto para su juicio, en el tren pasado el mediodía. Un policía de Kumamoto había ido a Fukuoka para hacerse cargo del prisionero...

¡Ay del mísero Maling!

Graham Greene

¡Pobre inofensivo e ineficaz Maling! No es mi intención que se rían de Maling y de su borborigmia, como se sonreían los médicos cuando los consultaba, como deben haber sonreído incluso después del triste clímax del 3 de septiembre de 1940, cuando su borborigmia pospuso durante veinticuatro fatales horas la fusión de las compañías impresoras Simcox y Hythe Newsprint...

Nido de avispas

Agatha Christie

John Harrison salió de la casa y se quedó un momento en la terraza de cara al jardín. Era un hombre alto de rostro delgado y cadavérico. No obstante, su aspecto lúgubre se suavizaba al sonreír, mostrando entonces algo muy atractivo...

Al final del callejón

Rudyard Kipling

Cuatro hombres, cada uno con derecho “a la vida, a la libertad y a la conquista del bienestar”, jugaban al whist sentados a una mesa. El termómetro señalaba —para ellos— ciento un grados de temperatura. La habitación estaba tan oscurecida que apenas era posible distinguir los puntos de las cartas y las pálidas caras de los jugadores...

El relato del niño

Charles Dickens

Una vez, hace ya muchos años, hubo un caminante que partió para un prolongado viaje. Era un viaje mágico, que parecía muy largo al comienzo y muy corto cuando llegó a la mitad de la ruta...

Antes de la fiesta

W. Somerset Maugham

A Mrs. Skinner le gustaba llegar a tiempo a todas partes. Vestía un traje de seda negro en consonancia con su edad y con el luto que llevaba por su yerno. Se ajustó la toca de su sombrero. Dudó antes de hacerlo, porque las plumas de águila marina que lo adornaban podían suscitar acerbos comentarios entre algunos amigos que seguramente encontraría en la fiesta...

Matilda

Roald Dahl

Matilda es una lectora empedernida con tan solo cinco años. Sensible e inteligente, todos la admiran menos sus mediocres padres que la consideran una inútil. Además, tiene poderes extraños y maravillosos. Un día, decide desquitarse y empieza a emplearlos contra la cruel señorita Trumchbull.

Luces antiguas

Algernon Blackwood

Desde Southwater, donde se apeó del tren, el camino iba derecho hacia poniente. Eso lo sabía; por lo demás, confiaba en la suerte, ya que era uno de esos andariegos impenitentes a los que no les gusta preguntar. Tenía ese instinto, y generalmente le funcionaba bastante bien...

El secreto de la muerta

Lafcadio Hearn

Hace mucho tiempo, en la provincia de Tamba, vivía un rico mercader llamado Inamuraya Gensuké. Tenía una hija llamada O-Sono. Como ésta era muy bonita y sagaz, el mercader juzgó inoportuno brindarle sólo la exigua educación que podían ofrecerle los maestros rurales; la confió, pues, a unos servidores fieles y la envió a Kyõto, para que allí adquiriera las gráciles virtudes que suelen exhibir las damas de la capital...

El espejo y la campana

Lafcadio Hearn

Hace ocho siglos, los sacerdotes de Mugenyama, provincia de Tõtõmi, quisieron fabricar una gran campana para su templo, y les pidieron a las mujeres de la comarca que los ayudaran mediante la donación de viejos espejos de bronce para la fundición...

Una broma extraña

Agatha Christie

-Y esta -dijo Juana Helier completando la presentación- es la señorita Marple. Como era actriz, supo darle entonación a la frase, una mezcla de respeto y triunfo...

La historia de los duendes que secuestraron a un enterrador

Charles Dickens

En una antigua ciudad abacial, en el sur de esta parte del país, hace mucho, pero que muchísimo tiempo -tanto que la historia debe ser cierta porque nuestros tatarabuelos creían realmente en ella-, trabajaba como enterrador y sepulturero del campo santo un tal Gabriel Grub...

Proyecto Silverview

John Le Carré

Julian Lawndsley ha renunciado a su exigente empleo en la City de Londres para llevar una vida más sencilla como propietario de una librería en una pequeña ciudad costera. Sin embargo, un par de meses después de la inauguración, la tranquilidad de Julian se ve interrumpida por una visita: Edward Avon, un inmigrante polaco que vive en Silverview, la gran mansión a las afueras del pueblo, quien parece saber mucho sobre la familia de Julian y muestra un interés exagerado en el funcionamiento interno de su modesto negocio. Cuando aparece una carta en la puerta de un espía de alto rango en Londres advirtiéndole de una peligrosa filtración, las investigaciones lo llevarán a esta tranquila ciudad junto al mar… Una extraordinaria novela inédita sobre los deberes de un espía con su país y la moral privada.
Mangosta

Rikki tikki tavi

Rudyard Kipling

Esta es la historia de la gran batalla que sostuvo Rikki-tikki-tavi, sin ayuda de nadie, en los cuartos de baño del gran bungalow que había en el acuartelamiento de Segowlee. Darzee, el pájaro tejedor, la ayudó, y Chuchundra, el ratón almizclero, que nunca anda por el centro del suelo, sino junto a las paredes, silenciosamente, fue quien la aconsejó...