Escritores ingleses

El hombre que pudo ser rey

Rudyard Kipling

"Todo empezó a bordo de un tren que partió de Ajmir camino de Mhow. Se había producido un déficit presupuestario que me exigía viajar, no ya en segunda clase, que es la mitad de buena que la primera, sino en clase intermedia, que es en verdad pésima"

A prueba

SAKI

"Bueno, pues había un barco que iba de Stolpmünde a Londres dos veces al mes, y aunque llevaba pocos pasajeros el precio era barato; no eran baratos, en cambio, los billetes de ferrocarril a Munich o a París. Por eso eligió Londres como escenario de su gran aventura."

El monóculo

Aldous Huxley

"Bruñendo su monóculo, empezó a subir la escalera. El volumen de sonido iba en aumento. Desde el descansillo, allí donde la escalera daba la vuelta, pudo ver la puerta abierta del salón. En un principio solo alcanzó a ver lo alto del dintel y, a su través, un pedazo del techo"

El Wendigo: Y otros relatos extraños y macabros

Algernon Blackwood

Algernon Blackwood (1869-1951), «cuya voluminosa obra se encuentra entre las más bellas de la literatura espectral de todos los tiempos», según Lovecraft, «es el maestro absoluto e indiscutible de la atmósfera fantástica». Autor de obras fundamentales del género como “El Wendigo” o “Antiguas brujerías”, Blackwood tenía una profunda fe en el más allá y en la reencarnación, lo que le llevó a interesarse por el budismo, el hinduismo y la teosofía. Viajó por todo el mundo y se afilió a la Orden Hermética de la Golden Dawn. En 1906 apareció su primer libro, «The Empty House and Other Ghost Stories», al que siguió dos años después una colección de relatos del popular investigador de lo oculto John Silence (Gótica 46).El presente volumen reúne una selección de los mejores relatos de Blackwood, veintitrés historias extraídas de nueve diferentes colecciones publicadas entre 1906 y 1921. Aparte del mencionado “El Wendigo” (1910), en el que Blackwood nos hace experimentar como nadie el horror pánico que posee a un grupo de cazadores en plena…

El barco que se encontró a sí mismo

Rudyard Kipling

"Era su primer viaje, y aunque solo se trataba de un vapor de carga de mil doscientas toneladas, era el mejor de los de su tipo, el resultado de cuarenta años de experimentos y mejoras en estructura y maquinaria"

Las brujas

Roald Dahl

Las brujas de todo el mundo, bajo la apariencia de mujeres corrientes, están celebrando su Congreso Anual. Han decidido aniquilar a todos los niños sirviéndose de un ratonizador mágico. ¿Conseguirán vencerlas el protagonista de esta historia y su abuela?

Las hazañas del brigadier Gerard

Arthur Conan Doyle

El brigadier Gerard tiene —lo dice el propio Napoleón cuando le concede la Legión de Honor— la cabeza muy dura, pero el corazón más valiente de todo el ejército francés. La unión de tales atributos mentales y de una intrepidez a prueba de carga de cosacos da origen a singulares peripecias en las que el humor se une de forma sumamente original a la emoción aventurera. Conan Doyle escribió las andanzas de su brigadier en los años que duró la muerte de Sherlock Holmes, su criatura más famosa, y puso en ellas lo mejor de su gran talento narrativo y un sentido del humor que las hace inolvidables.

Entre tierra y mar

Joseph Conrad

En 1912, Joseph Conrad reunió en un volumen que tituló Entre tierra y mar tres largos relatos que había publicado con anterioridad y cuyo nexo de unión, aparte de los mares del Índico, era «el carácter, la visión y el sentimiento de los primeros veinte años que fui independiente en mi vida». La colección tuvo un gran éxito, y los títulos que la componen no dejaron de ser, desde entonces, continuamente reeditados, Una sonrisa de la fortuna, que discurre en una isla llamada la Perla del Océano, es, en su conclusión, la historia de un negocio feliz, pero a lo largo de ella se ve cómo «el hombre, e incluso el hombre de mar, es un animal caprichoso, criatura y víctima de las oportunidades perdidas». El segundo de los relatos, Quien compartió en secreto, trata el tema del doble y su poder de sugerencia lo ha hecho merecedor, en la bibliografía conradiana, de al menos tantas interpretaciones como El corazón de las tinieblas. Por último, Freya, la de las Siete…

A través del túnel

Doris Lessing

"Corrió en línea recta hacia el agua y empezó a nadar. Era un buen nadador. Pasó rápido por encima de la arena reluciente, por encima de una zona donde las rocas yacían bajo la superficie como monstruos desvaídos y entonces se encontró en el verdadero mar, un mar cálido donde las frías corrientes irregulares sacudían sus piernas desde las profundidades."

Los cuatro sospechosos

Agatha Christie

"Ninguno de ellos tiene una coartada ni es capaz de atestiguar la declaración de los demás. Pero una cosa es cierta: nadie del exterior pudo hacerlo ya que la presencia de un extraño hubiera sido advertida con seguridad en el pueblecito de King’s Gnaton."

Condenado a muerte

W. Somerset Maugham

"La caza a bala no le gustaba; durante sus primeros años en Malasia había matado grandes piezas, pero ya no sentía ningún placer por ello. ¿Para qué destruir a los animales de la jungla? Pero le gustaba el ojeo."

La caída de Númenor

J. R. R. Tolkien

Los papeles del Notion Club fueron escritos por Tolkien en 1945-1946, en el intervalo entre Las dos torres y El retorno del rey. Estos misteriosos papeles reproducen las discusiones que se oían en un supuesto club literario de Oxford entre los años 1966-1967, y en las que sus miembros se plantean la posibilidad de los viajes en el espacio y el tiempo a través de los «sueños verdaderos», las extrañas comunicaciones que parecen referirse a la Atlántida, y la violenta irrupción de la leyenda en el noroeste de Europa. El hundimiento de Anadûnê es una nueva version de la leyenda númenóreana y una elaborada aunque incompleta descripción del lenguaje de los Hombres del Oeste, el Adunaico, que Arundel Lowdham, miembro del Notion Club, aprendió en sueños.

Historias espeluznantes

Arthur Conan Doyle

Historias espeluznantes reúne siete relatos cuyo hilo conductor es el espanto -esa violenta sensación que tiene su respuesta orgánica en el escalofrío-, en sus diversas gamas y matices. Así, El embudo de cuero nos sumerge, a través de un viaje onírico, en el tiempo de los horrores de los suplicios inquisitoriales. Espanto en las alturas sugiere la angustiosa posibilidad de la existencia de «criaturas del aire», seres informes y casi incorpóreos, moradores de las capas altas de la atmósfera. El espanto de la cueva de Juan Azul sugiere también la existencia de un ser abominable, sin lugar en nuestro mundo, superviviente de criaturas que vivieron en la noche de los tiempos. El parásito describe la angustia, el terror ciego de un científico víctima de un proceso de vampirización espiritual, por parte de una mujer que se ha instalado en su mente como un verdadero parásito. Por último, El caso de Lady Sannox, La catacumba nueva y El gato de Brasil, relatan horrores perpetrados por inteligencias movidas por el deseo de…

El duelo del doctor Hirsch

G. K. Chesterton

"Un alarido pareció hacer temblar la fachada de la mansión vecina; dos piedras salieron volando y una rompió un ventanal a la altura de la galería. El indignado coronel se lanzó una vez más bajo la arcada y se le oyó gritar y tronar en el interior. A cada momento el mar humano se hacía mayor y se estrellaba contra la verja y los escalones de la casa del traidor"

El brazo marchito

Thomas Hardy

La variedad de registros y tonos, la presencia de casi todos los elementos distintivos de la narrativa de Hardy —sentido del lugar, ironía, concepción pesimista del mundo, solidaridad con el sufrimiento de los humildes—, lo convierten en una especie de antología muy bien destilada de las obsesiones y motivos que desarrolló el escritor a lo largo de su carrera: la muerte como fuerza activa que atraviesa toda la existencia, la fatalidad e impunidad del azar como fuerza incontrolable, la maldad y la tortura y, sobre todo, la percepción de que bajo la superficie del orden moral e histórico de nuestra civilización persisten las huellas de las antiguas mitologías paganas.

Jikininki

Lafcadio Hearn

Una vez, Musõ Kokushi, sacerdote de la secta zen que viajaba solo por la provincia de Mino, se perdió en una comarca montañosa donde no había nadie que lo guiara. Erró sin rumbo durante largo tiempo; y ya desesperaba de hallar refugio durante la noche...

Estrella sobre Belén

Agatha Christie

Estrella sobre Belén y otros cuentos de Navidad es un libro especial y sorprendente en el conjunto de la obra de Agatha Christie. Publicado originalmente en noviembre de 1965, esta colección de seis cuentos y cinco poemas alusivos a los temas de cada relato están inspirados en la temática navideña, pero no por ello dejan de ser representativos del gusto de la autora por la mirada irónica, el humorismo, la intriga y la sorpresa. Su esposo, el afamado arqueólogo Max Mallowan, acertó a valorarlas de este modo: «Estos cuentos amables pueden ser categorizados con justicia como historias sagradas de detectives». Muestra del especial cariño que al autora sentía por estas páginas es que decidiera firmarlas como Agatha Christie Mallowan, nombre que solo utilizó una vez antes en el libro autobiográfico Ven y dime cómo vives (1946). Y es que la reina del crimen supo combinar aquí una mirada respetuosa y adulta sobre los temas de la Navidad. Así, participamos de los pensamientos del burro que acompaña a María y José…

Los tres jinetes del Apocalipsis

G. K. Chesterton

La singular y a veces inquietante impresión que Mr. Pond me causaba, a pesar de su cortesía trivial y de su corrección, se vinculaba tal vez a alguno de mis primeros recuerdos y a la vaga sugestión verbal de su nombre. Era un viejo amigo de mi padre, un funcionario; y sospecho que mi imaginación infantil había mezclado de algún modo el nombre de Mr. Pond con el estanque del jardín...

El joven Arquímedes

Aldous Huxley

Fue la vista lo que nos decidió a alquilarla. Es cierto que la casa tenía sus inconvenientes. Estaba bastante lejos de la ciudad y no tenía teléfono. El alquiler era excesivamente caro y los desagües deficientes...

Belleza

Graham Greene

La mujer llevaba la frente ceñida con una cinta anaranjada que recordaba el estilo de los años veinte. Su voz destacaba sobre la charla de sus dos compañeros, sobre el muchacho que aceleraba su motocicleta en la calle, hasta sobre el ruido de los platos en la cocina del pequeño restaurante de Antibes, casi vacío ahora que empezaba el otoño...