Escritores Cubanos

Poesia. Foto por Jr Korpa en Unsplash

Ronda de la inmundicia

Atilio Caballero

Baja el sol, y las raíces emergen semejantes a un tropel de jubilados / que pasean o regresan a casa, según la pleamar. / Vienen despacio, los pies en la arena como detectores de uranio.

Quemen las naves

David Martínez Balsa

Cuento inédito, incluido en el libro Visita al cuarto oscuro, de próxima aparición por Iliada Ediciones…

El viaje

Maikel Sofiel Ramírez Cruz

En este fragmento de una novela en preparación, un hombre sale en busca de su abuelo o de entender el origen ancestral del abuso contra la mujer…

Revelaciones

Yunieski Betancourt

"De Caen salí portando una seudopiel auto generable, construida a partir de mis propias células y que, colocada sobre la mía, evita el escape de los gérmenes patógenos, genéticamente modificados, que me mantienen vivo. Pero con seudopiel y todo, ningún gobierno estuvo dispuesto a permitirme deambular a mi libre arbitrio por su territorio..."

Detector de intrusos

Yoss

"Quizás habría bastado con esa mirada… pero se impuso sentarse en el único banco vacío del parque y hablar y hablar, sin dejar de mirarse, hasta poco a poco construir ese clásico puente de palabras que las normas sociales obligan a dos desconocidos a erigir sobre el abismo de su anterior ignorancia para poder volverse amigos… o algo más..."

La Viuda

Olimpia Pombal

"Y aquel abismo de incomprensión y rechazo terminó por convertirlos en dos extraños. Hasta que un día, después de una discusión en que él le dejó marcado un brazo, la asaltó, más bien la golpeó, una pregunta: “¿Cómo será mi vejez con un loco tan prepotente al lado?”..."

Elvis Presley canta su último rock and roll

Amador Hernández

"Yo nací enfermizo, por eso me criaron con lástima, con tanta lástima que llegué a sentir miedo por casi todo. Según el médico de la familia y otros que me consultaron en el Hospital Infantil mis padecimientos serían para toda la vida. Asma grado tres y un soplo en el corazón. Cuando menos lo esperaba, me entraba una falta de aire de pinga o continuas taquicardias..."

Volveré a matar este jueves

Manuel Quintero Pérez

Eran siete los asesinatos desde el segundo jueves de abril. Siempre el segundo jueves de cada mes. Si había un hombre en la casa lo asesinaba antes de agredir sexualmente a la mujer…

Dos narices en la casa de los Z

Danny Echerri Garcés

"Mi casa la conoce todo el mundo porque entra mucha gente; unos abrazan a mamá, otros a Zoila, muy pocos a Zenaida que se levanta todas las mañanas y hace el café para los hombres. “Dígase hombre y se han dicho todos los derechos”. Entran en mi cuarto, estrujan mi cama. Mamá siempre sale colorada y le enseña el cuello a Zenaida..."

Aquellos tiempos felices

Yamilet García Zamora

Sí, mamá, fui yo quien la mató. Es verdad que me dio calabazas una pila de veces y yo quería vengarme. ¿Quién dijo que a esa edad no hay criminales?...

Los bulevares de Soledad

Luis García de la Torre

Fragmento de una novela descrita como mezcla “de la sensualidad de Petronio y la picardía de Bulgakov” y recién publicada por Editorial El Ateje en Miami…

Punk

Ihoeldis M. Rodríguez

"Más aún, ciego de rabia le advertí que si se atrevía a seguir yendo todos los días a mi trabajo, con el solo objeto de sentarse cerca de mí y mirarme con cara de haber pescado una inolvidable ingesta de trigo, ahí sí que iba a saber lo que es bueno."

En el minuto exacto

Pedro Juan Gutiérrez

"Nos quedamos en silencio. Me da la impresión de que se distancia. Fuma y mira por la ventana que tiene al frente. Se ve un pedazo de cielo azul con nubes pequeñas y blancas. También se ven algunos edificios del Vedado y de Centro Habana. Parece que se queda flotando en el vacío y gana distancia y frialdad. Sin mirarme directamente me dice:"

Ellas quieren ser novias

Frank David Frías

"Al salir, con paso inestable, tropieza con el cadáver que sigue sentado a la mesa —la mesa ordenada para dos porque esa tarde sería más que un almuerzo—, con el rostro hundido en el plato de camarones; con el charco de sangre cada vez más amplio en el mantel..."

El Cronista

Maykel Paneque

“Dotado de 3 000 rublos, este certamen se abre para fomentar el conocimiento sobre hechos sangrientos que escapan al dominio público. Convocado por la Red de Bibliotecas Ambulantes, el concurso pretende acercar a nuestros masivos lectores a sucesos delictivos que pueden sorprenderlos en plena luz del día en el lugar menos pensado y así alertarlos de ser víctimas de un atentado”...

Abisal

Osmani Baullosa

"Muy pronto Sigal sintió interés por la misión que había llevado hasta lugares tan lejanos de Gran Bretaña al capitán del Beagle y su más ilustre viajero. El aislamiento había dejado con apetito de sobra su mente, y quería saber acerca de todo; para empezar, cómo pudo llegar una manada de cabras hasta una isla deshabitada donde desembarcaron."

La siesta del Dios

Roger Durañona Vargas

Oj'Alá, Gran Sacerdote del dios Bak durante el reinado de Ketepiso VII el Grandísimo, de la dinastía de los Pisánidas, despertó luego de un largo sueño...

Mi ángel zapador

David Martínez Balsa

Cuento perteneciente a Minutos de silencio, ganador del Premio David de narrativa en 2017…

El cruzado

Alejo Carpentier

"A lo lejos se oyeron toques de trompeta y repiques de címbalos, y la multitud amontonada en los muros de la ciudad pudo ver en la lontananza un punto negro que avanzaba en la llanura y que, al acercarse, crecía, extendiéndose por el horizonte como un vasto batallón de hormigas. Los cruzados estaban allí."

El escudo de hojas secas

Antonio Benítez Rojo

"Cuando entraron en la casa del santero, la vieja de la puerta dijo que no podrían ver a Fernandino hasta la noche porque había mucha gente por delante. Isolina, sofocada, se abrió sitio en el sofá abanicándose con un periódico que alguien había dejado en la mesa del centro: luego, abriendo la boca y quejándose de que le faltaba el aire, se tiró encima de una negra y empezó a gritar con los ojos en blanco y agarrándose el vientre"