Escritores brasileños

Artes y oficios

Rubem Fonseca

Te fastidias los dientes cuando eres un muchacho miserable, pero si después ganas bastante dinero encuentras un dentista que te arregla la dentadura. Eso me ocurrió a mí, me implanté todos los dientes, un prodigio de ingeniería odontológica...

Causa de almirante

João Guimarães Rosa

Lejos, una atrás de otra, pasaron las más de media docena de canoas, tripuladas y en gritería, al impulso de los remos, bogando al todo. El sol a golpe, el río brillando como azadón nuevo, destacaban las cabezas en el resplandor...

Amarguras de un joven escritor

Rubem Fonseca

El día empezó mal desde temprano, cuando fui a la playa. No podía ver el mar, me hacía mal, por eso atravesaba la avenida Atlántica con los ojos cerrados, después volvía el cuerpo, abría los ojos y caminaba de espaldas por la arena hasta encontrar mi sitio...

Cláusula testamentaria

J. M. Machado de Assis

…y es mi última voluntad que el cajón en que mi cuerpo haya de ser enterrado sea fabricado en casa de Joaquim Soares, que vive en la Rua da Alfãndega. Deseo que él sea informado acerca de esta disposición, que también será pública...

Abril, en Río, en 1970

Rubem Fonseca

"Nely vivía en un departamento de dos ambientes en la playa de Botafogo, con una compañera que sabía de nuestro asunto, una chica medio jorobada que se llamaba Margarida, muy buenita; cuando yo iba a dormir con la Nely, ella se iba a dormir al living, se acostaba en el sofá y fingía no oír los gemidos que provenían del dormitorio..."
Foto por Thought Catalog en Unsplash

La belleza que tienes

Thiago Ponce de Moraes

Muestra poética de la obra de un autor brasileño participante en el Festival de Poesía de La Habana de 2023…

Adán y Eva

J. M. Machado de Assis

"Adán y Eva oyeron sumisos; y una vez solos, se miraron uno al otro, fascinados; no parecían los mismos. Eva, antes que Dios le infundiese los buenos sentimientos, pensaba tenderle una trampa a Adán, y Adán sentía ganas de golpearla..."

Birlibilopsiquicia

João Guimarães Rosa

Adéntrate en el mundo surrealista y enigmático de "Birlibilopsiquicia", un cuento del destacado escritor brasileño João Guimarães Rosa. Descubre una historia llena de personajes extraños y situaciones absurdas que desafían los límites de la realidad y te llevan a reflexionar sobre temas profundos. Leer "Birlibilopsiquicia" es una experiencia única para los amantes de la literatura surrealista y las historias que desafían las convenciones narrativas.

Barahúnda

João Guimarães Rosa

"En eso, casi a propósito, la turba se calló y nos enervó a la estupefacción. Nos desolábamos de mirar más hacia arriba, donde evidentemente el cielo era un desprecio de alto, el azul antepasado. Pero, de cualquier modo, el hombre, aquende, en torre de marfil, entre las verdes, erectas palmas, y al término de su diligencia de veloz como un cohete, se realizaba conmensurado con el absurdo."

Crónica de sucesos

Rubem Fonseca

El inspector Miro trajo a la mujer a mi presencia. Fue el marido, dijo Miro despreocupadamente. En aquella comisaría de barrio eran comunes los pleitos de marido y mujer...

Cántiga de los esponsales

J. M. Machado de Assis

Imagine la lectora que está en 1813, en la iglesia de Carmo, oyendo una de aquellas buenas fiestas antiguas, que eran la mayor diversión pública y lo mejor del arte musical. Sabe cómo es una misa cantada; puede imaginar lo que sería una misa cantada en aquellos años remotos...
Cráneos

La carne y los huesos

Rubem Fonseca

Mi avión no partiría sino hasta el día siguiente. Por primera vez lamenté no tener un retrato de mi madre conmigo, pero siempre me pareció idiota andar con retratos de la familia en el bolsillo, más aun el de mi madre...
Mujer con flores blancas

Joana

Rubem Fonseca

Solamente me gustaban las mujeres bonitas, de cara y cuerpo. Podían ser ignorantes, idiotas, pero si eran bonitas me gustaban...
Mujer mirando el cielo. Foto por averie woodard en Unsplash

Especular

Rubem Fonseca

Como hacíamos todos los días, menos los domingos, estábamos lado a lado cada quien sobre su bicicleta en el gimnasio mientras hablábamos sin parar. La música estridente no nos molestaba...
Entrevista. Foto por Sam McGhee en Unsplash

Entrevista

Rubem Fonseca

M —Doña Gisa me mandó para acá. ¿Puedo entrar? H —Entra y cierra la puerta. M —Está oscuro aquí adentro. ¿Dónde enciendo la luz? H —Déjala así...
U.S. Dollar. Foto por Christine Roy en Unsplash

Anécdota pecuniaria

J. M. Machado de Assis

Se llama Falcão mi hombre. Aquel día -catorce de abril de 1870- quien entrase a su casa, a las diez de la noche, lo vería paseándose por el comedor, en mangas de camisa, pantalón negro y corbata blanca, refunfuñando, gesticulando, suspirando, evidentemente afligido...
Cena familiar de Acción de Gracias

El pavo de Navidad

Mário de Andrade

Nuestra primera Navidad en familia, después de la muerte de papá ocurrida cinco meses antes, fue de consecuencias decisivas para la felicidad familiar. Nosotros siempre fuimos una familia feliz, en ese sentido bien amplio de felicidad: gente honesta, sin crímenes, hogar sin peleas internas ni graves dificultades económicas...
Veronika decide morir - Paulo Coelho

Veronika decide morir

Paulo Coelho

Verónica es una joven que tiene los mismos sueños y deseos que cualquier persona de su edad. Es guapa, cuenta con un buen trabajo y no le faltan pretendientes. Su vida transcurre sin mayores sobresaltos, sin grandes alegrías ni grandes tristezas. Pero Verónica no es feliz. Por eso, la mañana del 11 de noviembre de 1997, Verónica decide morir. Sueños y fantasías. Deseo y muerte. locura y pasión. Verónica, en su camino hacia la muerte, descubre que cada segundo de la existencia es una opción que tomamos entre la alternativa de seguir adelante o de abandonar.
Favela. Foto por João Ritter en Unsplash

Ciudad de Dios

Rubem Fonseca

Su nombre es João Romeiro, pero es conocido como Zinho en la Ciudad de Dios, una favela en Jacarepaguá, donde controla el tráfico de drogas. Ella es Soraia Gonçalves, una mujer dócil y callada. Soraia supo que Zinho era traficante de drogas dos meses después de que empezaron a vivir juntos en un condominio de clase media alta en la Barra de Tijuca...
El perrito Laertes, por Berthe Morisot

Miss Dollar

J. M. Machado de Assis

Era conveniente para el relato que el lector permaneciera mucho tiempo sin saber quién era Miss Dollar. Pero por otro lado, sin la presentación de Miss Dollar, el autor se vería obligado a largas digresiones, que llenarían el papel sin hacer progresar la acción. No hay duda posible: voy a presentarles a Miss Dollar...