Por unos watts de más
Erick J. Mota
—¡Hey, usted! ¡Su carnet de identidad, por favor! —la voz del policía, modulada por los altavoces del casco, inundó la calle— ¡Y el suyo también, ciudadano!
El holandés errante
Erick J. Mota
"Recuerdo que una vez visité la cabina de mando. Las luces estaban apagadas, y todos los asientos permanecían vacíos salvo uno, donde un piloto Clase A luchaba contra el sueño. Yo estaba de guardia y por eso me quedé a contemplar las estrellas."