A García Márquez Juana le oyó…
Álvaro Cepeda Samudio
A García Márquez le oyó Juana la historia del hombrecito de la lata de avena Quaker. García Márquez vive ahora en Barcelona y seguramente ha olvidado la historia. Lo cierto es que no la ha escrito nunca. Cuando Juana leyó Cien años de soledad pensó encontrarla allí...
El robo del quiste
Reineris Betancourt
En su pequeño buró solo está la máquina de escribir. El jefe toma asiento, se acomoda; más tarde se retira el quiste del cuello para colocarlo en su frente. Solo así puede escribir…
Academia de ciencias
Sławomir Mrożek
Desde aquella montaña se divisaban los valles en toda su amplitud, y en el suelo había dos vigas cruzadas. —Ahora túmbate —dijo el mayor. —¿Y para qué me tengo que tumbar?...
El balcón
Felisberto Hernández
Había una ciudad que a mí me gustaba visitar en verano. En esa época casi todo un barrio se iba a un balneario cercano. Una de las casas abandonadas era muy antigua; en ella habían instalado un hotel y apenas empezaba el verano la casa se ponía triste, iba perdiendo sus mejores familias y quedaba habitada nada más que por los sirvientes...
El que inventó la pólvora
Carlos Fuentes
Uno de los pocos intelectuales que aún existían en los días anteriores a la catástrofe, expresó que quizá la culpa de todo la tenía Aldous Huxley. Aquel intelectual -titular de la misma cátedra de sociología, durante el año famoso en que a la humanidad entera se le otorgó un Doctorado Honoris Causa, y clausuraron sus puertas todas las Universidades...
La casa inundada
Felisberto Hernández
De esos días siempre recuerdo las vueltas en un bote alrededor de una pequeña isla de plantas. Cada poco tiempo las cambiaban; pero allí las plantas no se llevaban bien. Yo remaba colocado detrás del cuerpo inmenso de la señora Margarita...