Iván el tonto
León Tolstói
"Iván el Tonto" es una obra en la que León Tolstói explora, con su característico estilo lírico y moralizante, la lucha entre el bien y el mal a través de la historia de Iván, un personaje cuya simplicidad y bondad parecen inquebrantables. El cuento, que combina elementos de la mitología popular rusa y fábulas clásicas, presenta a Iván como una figura humilde y recta, que enfrenta las trampas del diablo con la única arma de su ingenuidad y buen corazón. Los intentos del diablo por seducirlo con dinero, poder y ambición son inútiles, y, sin proponérselo, Iván neutraliza una y otra vez las tretas malignas gracias a su pureza. El relato de Iván, cargado de episodios encantadores, se convierte en una alegoría del triunfo del bien sobre el mal. Iván no actúa de forma heroica en el sentido tradicional, ni busca la gloria, sino que hace el bien de manera desinteresada y cotidiana, ayudando a sus vecinos y ocupándose de sus tareas diarias en el campo. A lo largo de…
Iván Fiódorovich Shponka y su tía
Nikolái Gógol
Esta historia tiene su propia historia: nos la contó Stepán Ivánovich Kúrochka, que había venido de Gadiach. Debo decirles que tengo una pésima memoria: poco importa que me digan una cosa o que no me la digan. Es lo mismo que pasar agua por un tamiz...
El pájaro de fuego y otros cuentos rusos
Aleksandr Afanásiev
"El pájaro de fuego y otros cuentos rusos" es una obra imprescindible para quienes desean sumergirse en la rica tradición del folclore eslavo. Este libro es una cuidada selección de algunos de los cuentos populares rusos más emblemáticos, recopilados por Aleksandr Afanásiev, una figura fundamental en la conservación de la literatura popular rusa. Afanásiev, a menudo comparado con los hermanos Grimm por su labor monumental, se dedicó a rescatar del olvido una gran cantidad de relatos que capturan la esencia de la cultura rusa y sus mitos ancestrales. Los cuentos de esta colección nos transportan a un mundo de magia, heroísmo y criaturas fantásticas. Entre ellos, destaca el relato del "Pájaro de fuego", un símbolo de la búsqueda incansable de lo extraordinario y de la lucha por lo imposible. Cada historia está impregnada de una profunda conexión con la naturaleza y los elementos, mostrando a personajes que deben superar pruebas y enfrentarse a fuerzas sobrenaturales para alcanzar sus objetivos. Estos relatos no solo entretienen, sino que también reflejan las creencias…
Agafia
Antón Chéjov
Durante mi estancia en el distrito de S. tuve ocasión de visitar a menudo los huertos de Dubovo y a su cuidador, Savva Stukach, o simplemente Savka. Esos huertos eran mi lugar preferido para la llamada pesca “general”, en la que se parte de casa sin saber el día ni la hora en que se regresará...
Compañeros
Máximo Gorki
El ardiente sol de julio brillaba sobre Smólkina, derramando sobre sus viejas isbas un copioso torrente de rayos cegadores. Donde más relumbraba era en la isba del alcalde, recientemente retechada con tablones nuevos, suavemente cepillados, amarillos y aromáticos...
Elda y Angotea
Aleksandr Grin
Cuando el ensayo había terminado, Gotorn llegó a los camerinos del teatro Bishop. Parado en el pasillo entre la utilería y las lámparas, Gotorn entregó su tarjeta de presentación al mozo para que la hiciera llegar a Elda Silvano...
Demasiado caro
León Tolstói
"Una vez, hace cosa de cinco años, hubo un crimen en el reino. El pueblo de Mónaco es pacífico; y nunca había allí sucedido tal cosa. Se reunieron los jueces para juzgar al asesino. En el tribunal había jueces, fiscales, abogados y jurados..."
El muro
Leónidas Andréiev
"Así llegamos hasta el hombre hambriento. Estaba sentado, apoyado contra una piedra, y parecía que el mismo granito sentía dolorosamente el contacto de sus omóplatos salientes..."
Chelkash
Máximo Gorki
"Los gigantescos y pesados barcos, con las calderas encendidas, silban, gruñen, suspiran hondamente, y en cada uno de los sonidos que admiten se advierte una burlona nota de desprecio hacia las figuras grises y polvorientas que se arrastran por sus cubiertas, llenando las profundas bodegas con los productos de su trabajo de esclavos..."
El retrato
Nikolái Gógol
"Pero el pintor llevaba un rato inmóvil, contemplando un retrato con un marco grande que había sido excelente y en el que solo quedaban restos de la pintura dorada. Era un anciano de cara broncínea, angulosa y flaca; sus rasgos parecían captados en un instante de desasosiego y evidenciaban una energía no norteña..."
El mensaje desaparecido
Nikolái Gógol
"Un día, no sé por qué motivo, un poderoso hetman tuvo que enviar un mensaje a la zarina. El escribiente del regimiento —¡diablos, ya me he olvidado de su apellido!… algo así como Viskriak o Motúzochka o Golopútsek…"
La tormenta de nieve
Mijaíl Bulgákov
«Definitivamente pescaré una pulmonía. Una bronconeumonía, después de un viaje así. Y lo principal: ¿qué voy a hacer con ella? Ese médico, se ve por la nota, tiene aún menos experiencia que yo. Yo no sé nada, solamente he aprendido algunas cosas en la práctica en estos seis meses, pero él ni siquiera eso. Se ve que acaba de salir de la universidad. Y me toma a mí por un médico experimentado…»
Carpa Bonkoiémof
Máximo Gorki
"Makhine, un buen mozo sólido, con la frente arrugada por el esfuerzo, se mordía el labio inferior, y sin separar los ojos obscuros del tablero de damas, dibujado sobre una tabla de la cama, colocaba las piezas con movimientos bruscos. Chichoff era muy prudente, reflexionaba mucho cada jugada, frotaba su cabeza calva, movía sus cejas rojas; después de haber jugado, sorbía con la nariz, se enderezaba y acariciaba con dignidad su barba roja y revuelta. Era rubio y corpulento."
Una vez en otoño
Máximo Gorki
"Chapoteando con los pies por la arena húmeda, y escudriñando con el deseo de descubrir en ella restos de sustancias alimenticias del tipo que fuera, vagaba solo entre las casas vacías y los puestos, y pensaba en lo bueno que sería estar saciado…"
Los vagabundos
Máximo Gorki
Entre 1895 y 1899, Gorki escribió relatos y novelas cortas donde recogía su propia experiencia personal como vagabundo por la gélida Rusia, arrastrando una vida miserable y trabajando ocasionalmente para conseguir un mendrugo de pan con el que engañar al hambre y un harapo para burlar el frío. Las historias de vagabundos, a los que describe como seres libres que se oponen individualmente a las enormes diferencias de clases de las sociedad rusa, le fueron llevando desde el realismo hacia un romanticismo reivindicativo que marcaría en el futuro su literatura y le llevaría a apoyar abiertamente la revolución de 1917. Sara Gutiérez ha seleccionado y traducido seis de las piezas más brillantes dedicadas por Gorki a los vagabundos, algunas de ellas inéditas en español y otras que dejaron de editarse hace años.
Sangre extraña
Mijail Sholojov
Para San Filipp, después de la vigilia, cayo la primera nieve. Por la noche sopló el viento del Don, hizo susurrar en la estepa la hierba salpicada de escarcha, festoneó los oblicuos caballones de nieve y lamió hasta desnudarlo el espinazo bacheado de los caminos...
El disparo memorable
Aleksandr Pushkin
Estábamos acantonados en el pequeño pueblo de X. Todo el mundo sabe cómo es la vida de un oficial de tropa de guarnición. A la mañana, estudio y picadero; la comida en casa del comandante del regimiento o en una fonda judía; a la noche, ponche y naipes...
El duende conversador
Aleksandr Grin
Un duende con dolor de muela -parecía una calumnia sobre este ser que tiene a su servicio tantos brujos y brujas, que pudiera devorar barriles de azúcar sin ningún peligro; pero era cierto, era verdad-, un duende pequeño y triste estaba sentado al lado de una estufa fría, que hacía tiempo que había olvidado el fuego...
Cuento de Navidad
Vladimir Nabokov
Se hizo el silencio. La luz de la lámpara iluminaba despiadadamente el rostro mofletudo del joven Anton Golïy, vestido con la tradicional blusa rusa campesina abotonada a un lado bajo su chaqueta negra, quien, nervioso y sin mirar a nadie, se disponía a recoger del suelo las páginas de su manuscrito que había desperdigado aquí y allá mientras leía...
¿Cuánta tierra necesita un hombre?
León Tolstói
Érase una vez un campesino llamado Pahom, que había trabajado dura y honestamente para su familia, pero que no tenía tierras propias, así que siempre permanecía en la pobreza...