Sauce ciego, mujer dormida
Haruki Murakami
Al cerrar los ojos percibí el olor del viento. Un airecillo de mayo con turgencias afrutadas. Ahí estaba la piel, y la pulpa, blanda y jugosa, y las semillas. La fruta reventó en el aire y las semillas, convertidas en una nube de blandos perdigones, dieron contra mi brazo desnudo. Atrás, sólo dejaron un dolor tenue...
Los pañales
Yukio Mishima
El marido de Toshiko estaba siempre ocupado. Incluso esa noche había tenido que salir precipitadamente para acudir a una cita y ella había vuelto sola en un taxi. Pero, ¿qué otra cosa podía esperar una mujer casada con un atractivo actor?...
Líneas aéreas Gorōhachi
Yasutaka Tsutsui
Poco después de salir de la capital, empezó a soplar un tifón. Todos los trenes y barcos llevaban retraso, lo que nos obligó a realizar paradas imprevistas. En la mañana de nuestro tercer y último día de viaje, por fin avistamos nuestro destino: la isla de la Teta...
Estoy desnudo
Yasutaka Tsutsui
—¡Fuego! ¡Fuegooo! Cuando se oyó este grito, yo estaba haciendo el amor con Yasuko Ōno por tercera vez. Para entonces, un humo negro ya se estaba filtrando por debajo de la puerta de la habitación, como si fuera una lengua achatada. Aparté el brazo de Yasuko, que al parecer no había oído nada por el clímax de unos momentos antes, y, a pesar de que ella no quería soltarme, me levanté...
Sennin
Ryûnosuke Akutagawa
Un hombre que quería emplearse como sirviente llegó una vez a la ciudad de Osaka. No sé su verdadero nombre, lo conocían por el nombre de sirviente, Gonsuké, pues él era, después de todo, un sirviente para cualquier trabajo...
Conitos
Haruki Murakami
"Estaba hojeando distraídamente el periódico de la mañana cuando, en una esquina, descubrí el siguiente anuncio: “Famosos Pasteles Conitos. Concurso para la creación de los Nuevos Conitos. Gran sesión informativa”. No tenía ni idea de qué diablos eran aquellos Conitos..."
El hombre de hielo
Haruki Murakami
"Me casé con un hombre de hielo. Lo vi por primera vez en un hotel para esquiadores, que es quizá el sitio indicado para conocer a alguien así. El lobby estaba lleno de jóvenes bulliciosos pero el hombre de hielo permanecía sentado a solas en una butaca en la esquina más alejada de la chimenea, absorto en un libro. Pese a que era cerca de mediodía, la luz diáfana y fría de esa mañana de principios de invierno parecía demorarse a su alrededor..."
La novela de Genji
Murasaki Shikibu
La novela de Genji transcurre a lo largo de medio siglo, con infinidad de personajes y aventuras, muchas galantes, en que el protagonista, hijo del emperador a quien han alejado del poder desde su infancia, pugna por recuperar sus derechos. Una vida repleta de luces y sombras, de maquinaciones de poder y de erotismo, que llenan el clásico más notable de cuantos quedaban por traducir a nuestra lengua. La novela de Genji preludia toda la gran literatura universal posterior, con un conocimiento extraordinario del alma humana, de su esencia trágica y cómica.
El biombo del infierno
Ryûnosuke Akutagawa
Difícilmente habrá existido otra persona como el señor de Horikawa, ni existirá en el futuro. De él se decía que antes de su nacimiento, en los sueños de su señora madre había aparecido el Matatejas [uno de los cinco Rajás, mensajero de la esotérica secta budista Shingon: tiene seis cabezas, seis manos y seis piernas; destruye el mal y protege el bien]...
Quemar graneros
Haruki Murakami
La conocí en la boda de un amigo y nos hicimos íntimos. Fue hace tres años. Entre nosotros casi había una generación de diferencia; ella tenía veinte años, yo treinta y uno, aunque en verdad eso no representaba ningún impedimento...
Un pueblo llamado Yumiura
Yasunari Kawabata
"Kozumi era escritor. Las visitas sin cita previa y a cualquier hora eran asunto de todos los días. Justo en ese momento había tres visitantes en la sala. Aunque los tres habían llegado por separado, los tres estaban conversando juntos. Eran las dos de una tarde en la que, a pesar de ser principios de diciembre, hacía calor..."
Los gatos antropófagos
Haruki Murakami
"El mayor problema de la vida que llevábamos en la isla era que casi no teníamos nada que hacer. No trabajábamos, no conocíamos a nadie. En la isla no había ni cine ni pistas de tenis. Tampoco disponíamos de libros. Habíamos salido tan apresuradamente de Japón que ni siquiera se nos había ocurrido traernos algunos libros..."
El sacerdote y su amor
Yukio Mishima
"En cuanto a su cuerpo, podía decirse que ya no tenía casi carne. Al bañarse se regocijaba viendo cómo sus huesos salientes estaban precariamente cubiertos por carne marchita. Habiendo su cuerpo alcanzado ese estado, podía avenirse a él como si perteneciera a otra persona. Un cuerpo en tales condiciones parecía estar más calificado para ser nutrido por la Tierra Pura que por alimentos y bebidas terrestres."
La langosta y el grillo
Yasunari Kawabata
"Extasiado, me quedé dejando correr el tiempo. Las linternas cuadradas no sólo tenían diseños pasados de moda y formas de flores, sino que los nombres de los niños que las habían construido estaban calados en caracteres rectos de silabario."
La nariz
Ryûnosuke Akutagawa
"Existen dos razones para que a Naigu le moleste su nariz. La primera de ellas, la gran incomodidad que provoca su tamaño. Esto no le permitió nunca comer solo pues la nariz se le hundía en las comidas."
El muchacho que escribía poesía
Yukio Mishima
Estaba anémico de tanto masturbarse. Pero su propia fealdad no había empezado a molestarle. La poesía era algo aparte de esas sensaciones físicas de asco. La poesía era algo aparte de todo. En las sutiles mentiras de un poema aprendía el arte de mentir sutilmente. Sólo importaba que las palabras fueran bellas. Todo el día estudiaba el diccionario...
Kappa
Ryûnosuke Akutagawa
¿Te imaginas visitar un país donde los habitantes son mitad hombre y mitad rana, donde los bebés deciden si quieren nacer o no, y donde los artistas se matan para ser famosos? Eso es lo que le sucede al protagonista de este cuento, un paciente psiquiátrico que narra su increíble aventura en el país de los kappa, unas criaturas legendarias de la cultura japonesa.
El pueblo de los gatos
Haruki Murakami
Pero en realidad aquél era el pueblo de los gatos. Cuando el sol se ponía, numerosos gatos atravesaban el puente de piedra y acudían a la ciudad. Gatos de diferentes tamaños y diferentes especies. Aunque más grandes que un gato normal, seguían siendo gatos. Sorprendido al ver aquello, el joven subió deprisa al campanario que había en medio del pueblo y se escondió...
Cuerpo de mujer
Ryûnosuke Akutagawa
"Observando el avance indolente de la pulga, Yang reflexionó sobre la realidad de aquellas criaturas. “Una pulga necesita una hora para llegar a un sitio que está a dos o tres pasos nuestros, aparte de que todo su espacio se reduce a una cama. Muy tediosa sería mi vida de haber nacido pulga…"
Rashomon
Ryûnosuke Akutagawa
Para escapar a esta maldita suerte -pensó el sirviente- no puedo esperar a elegir un medio, ni bueno ni malo, pues si empezara a pensar sin duda me moriría de hambre en medio del camino o en alguna zanja; luego me traerían aquí, a esta torre, dejándome tirado como a un perro. Pero si no elijo…