El juicio de Dungara
Rudyard Kipling
"¿Conocéis la vida de una de estas misiones excéntricas? Haced un esfuerzo con la imaginación para representaron una soledad más grande que la de esas estaciones de ínfimo orden a dónde os ha enviado el Gobierno..."
Apuntes para un caso histórico
Doris Lessing
"Entonces se sumió en un estado de hosca pesadumbre, que le costó tanto entender que pasó una semana antes de decirse que debía de estar enferma o algo parecido. Le faltaba al respeto a su madre; eso era muy extraño..."
Los pájaros
Daphne du Maurier
"Blancos y negros, gaviotas y chovas, mezcladas en extraña camaradería, buscando alguna especie de liberación, nunca satisfechas, nunca inmóviles. Bandadas de estorninos, susurrantes como piezas de seda, volaban hacia los frescos pastos, impulsados por idéntica necesidad de movimiento, y los pájaros más pequeños, los pinzones y las alondras, se dispersaban sobre los árboles y los setos."
Jardines de Kew
Virginia Woolf
"Las figuras de esos hombres y mujeres caminaban lentamente detrás del cantero con un curioso movimiento irregular, no muy diferente del de las mariposas blancas y azules, que atravesaban el césped volando en zigzag de cantero en cantero."
El pequeño fotógrafo
Daphne du Maurier
"Luego bajó la voz y se calló estúpidamente, pues el rostro que la miraba desde la abierta ventana era tan inesperado y tan dulce que podía haber sido el de un santo bajado de las vidrieras de una catedral. Aquel rostro aparecía enmarcado en una masa de negros y rizados cabellos. Tenía la nariz recta y fina, la boca firmemente moldeada, y los ojos, oscuros, solemnes y tiernos, eran como los de una gacela."
Los Claxton
Aldous Huxley
"Qué espiritual y bella vida llevaban los Claxton en su casita del Common! Hasta el gato era vegetariano —al menos oficialmente—, hasta el gato. Lo cual hacía de todo punto inexcusable la conducta de la pequeña Silvia."
Deberes especiales
Graham Greene
Un empresario rico tiene una esposa enferma y una amante secreta. Quiere comprarle un anillo de diamantes, pero su esposa se entera y se opone. ¿Podrá cumplir con sus deberes especiales?
El napoleón de Notting Hill
G. K. Chesterton
“El Napoleón de Notting Hill” es una novela escrita por Gilbert Keith Chesterton en 1904 y ambientada en un Londres casi sin cambios en 1984. Es simultáneamente una fantasía futurista, una sátira política y un cuento profético. La historia cuenta cómo, en el año 1984, los residentes de un barrio londinense se levantan en armas y se declaran independientes de Inglaterra. Chesterton era conocido por su agudeza, sentido común y por ser un escritor prolífico que cultivó diversos géneros literarios. En “El Napoleón de Notting Hill”, Chesterton utiliza su característico humor absurdo y su habilidad para la caracterización cómica, la paradoja y las frases ingeniosas para presentar ideas provocadoras y alarmantes sobre las que merece la pena reflexionar. La novela presenta dos personajes contrapuestos y complementarios que libran, cada uno a su manera, una batalla contra la inercia de una época que ha perdido la fe en las revoluciones. A través de esta historia, Chesterton ofrece una crítica mordaz a la sociedad moderna, el gobierno y la monarquía. En resumen,…
Poseídos por demonios
Catherine Crowe
"El mal de la posesión, que no es contagioso, sin embargo fue bien conocido por los griegos; y en tiempos más recientes Hoffmann nos ha recordado varios y muy señalados casos."
Ante el ministerio
Doris Lessing
"El señor Mafente era un joven alto y tranquilo, también iba bien vestido, pero en él la ropa era de un estilo europeo convencional; un mero traje, una camisa de rayas, una corbata, y sus gestos no tenían nada de la seductora parodia de sí mismo del otro hombre."
El hombre que pudo ser rey
Rudyard Kipling
"Todo empezó a bordo de un tren que partió de Ajmir camino de Mhow. Se había producido un déficit presupuestario que me exigía viajar, no ya en segunda clase, que es la mitad de buena que la primera, sino en clase intermedia, que es en verdad pésima"
A prueba
SAKI
"Bueno, pues había un barco que iba de Stolpmünde a Londres dos veces al mes, y aunque llevaba pocos pasajeros el precio era barato; no eran baratos, en cambio, los billetes de ferrocarril a Munich o a París. Por eso eligió Londres como escenario de su gran aventura."
El anciano
Daphne du Maurier
"Era un gran tipo, ancho y fuerte. Ha envejecido después, naturalmente —estoy hablando de hace varios años—, pero incluso ahora se le nota lo que debe de haber sido. Da sensación de fuerza, de energía, y lleva siempre erguida la cabeza, como un rey. Y esto es algo más que una simple frase."
El monóculo
Aldous Huxley
"Bruñendo su monóculo, empezó a subir la escalera. El volumen de sonido iba en aumento. Desde el descansillo, allí donde la escalera daba la vuelta, pudo ver la puerta abierta del salón. En un principio solo alcanzó a ver lo alto del dintel y, a su través, un pedazo del techo"
El barco que se encontró a sí mismo
Rudyard Kipling
"Era su primer viaje, y aunque solo se trataba de un vapor de carga de mil doscientas toneladas, era el mejor de los de su tipo, el resultado de cuarenta años de experimentos y mejoras en estructura y maquinaria"
Bésame otra vez, desconocido
Daphne du Maurier
"Entonces me miró. Volvió en dirección a mí sus ojos azules, en los que persistía aquella misma expresión hosca y carente de interés por nada. Pero esta vez había en ellos algo que yo no había visto antes y que nunca desde entonces he vuelto a ver: una especie de languidez, semejante a la de quien al despertar de un largo sueño, se alegra de encontrarle a uno a su lado."
A través del túnel
Doris Lessing
"Corrió en línea recta hacia el agua y empezó a nadar. Era un buen nadador. Pasó rápido por encima de la arena reluciente, por encima de una zona donde las rocas yacían bajo la superficie como monstruos desvaídos y entonces se encontró en el verdadero mar, un mar cálido donde las frías corrientes irregulares sacudían sus piernas desde las profundidades."
Los cuatro sospechosos
Agatha Christie
"Ninguno de ellos tiene una coartada ni es capaz de atestiguar la declaración de los demás. Pero una cosa es cierta: nadie del exterior pudo hacerlo ya que la presencia de un extraño hubiera sido advertida con seguridad en el pueblecito de King’s Gnaton."
Condenado a muerte
W. Somerset Maugham
"La caza a bala no le gustaba; durante sus primeros años en Malasia había matado grandes piezas, pero ya no sentía ningún placer por ello. ¿Para qué destruir a los animales de la jungla? Pero le gustaba el ojeo."
El duelo del doctor Hirsch
G. K. Chesterton
"Un alarido pareció hacer temblar la fachada de la mansión vecina; dos piedras salieron volando y una rompió un ventanal a la altura de la galería. El indignado coronel se lanzó una vez más bajo la arcada y se le oyó gritar y tronar en el interior. A cada momento el mar humano se hacía mayor y se estrellaba contra la verja y los escalones de la casa del traidor"