La fraga de Cecebre
Wenceslao Fernández Flórez
"Todas las plantas del bosque comentaron al nuevo vecino y convinieron en que debía de tratarse de un ejemplar muy importante. Una zarza que se apresuró a enroscarse en él declaró que en su interior se escuchaban vibraciones, algo así como un timbre que sonase a gran distancia, como un temblor metálico del que no era capaz de dar una descripción más precisa porque no había oído nada semejante en los demás troncos a los que se había arrimado. Y esto aumentó el respeto en los otros árboles y el orgullo de tenerlo entre ellos."
Boroña
Leopoldo Alas (Clarín)
"«¡Comer boroña otra vez! ¡Comer boroña en Prendes, junto al llar, en la cocina de casa!» ¡Qué dicha representaba aquellos bocados ideales que se prometía! Significaba el poder comer boroña la salud recuperada, las fuerzas devueltas al miserable cuerpo, el estómago restaurado, el hígado en su sitio, la alegría de vivir, de respirar las brisas de su colina amada y de su bosque de la Voz."
El oro inglés
Felipe Trigo
"¡Si fuese de cristal! Las maniobras de siempre. Mi habitación tenía la cama en un ángulo del fondo. Igual estaría colocada la cama en la de encima, y allá se habían dirigido los pasos: la inglesita levantaría el embozo… Después sentí el dulce y picado taconeo hacia el rincón opuesto. ¿El tocador?…"
El aprendiz
Ana María Matute
"El viejo rasgó el sobre y leyó: «Querido y viejo amigo, no sé si me recordarás, pues hace muchos años que no nos vemos. Yo soy aquel con quien fuiste tan generoso a cambio de nada. Por ello te pido des acogida en tu casa a este chico. Le enseñas un oficio y tenlo como hijo."
Gualta
Javier Marías
"Se llamaba Xavier de Gualta, era catalán como su nombre indica, y trabajaba en la sede barcelonesa de la empresa en que trabajaba yo. La responsabilidad de su cargo (alta) era semejante a la del mío en la capital, y nos conocimos en Madrid con ocasión de una cena que iba a ser de negocios y también de fraternización, motivo por el cual acudimos acompañados de nuestras respectivas esposas."
La muerta
Carmen Laforet
"Había sentido a su muerta. La había sentido, allí, en el calado corredor de la casa, en el rayo de sol que por el ventanuco se colaba hasta los ladrillos rojos que pavimentaban el pasillo."
Nieto del Cid
Emilia Pardo Bazán
"Dio principio Javier a la lectura de un artículo de fondo, y la criada, sin pensar en recoger la mesa, sacó para sí del pote una taza de caldo y sentóse a tomarla en un banquillo al lado del hogar. De pronto cubrió la voz sonora del lector un aullido recio y prolongado."
El pueblo en la cara
Miguel Delibes
"Y a partir de entonces, el hecho de ser de pueblo se me hacía una desgracia, y yo no podía explicar cómo se cazan gorriones con cepos o colorines con liga, ni que los espárragos, junto al arroyo, brotaran más recio echándoles porquería de caballo, porque mis compañeros me menospreciaban y se reían de mí"
El hechizado
Francisco Ayala
"Alguna vez habrá de publicarse el notable manuscrito; yo daría aquí íntegro su texto si no fuera tan extenso como es, y tan desigual en sus partes: está sobrecargado de datos enojosos sobre el comercio de Indias, con apreciaciones críticas que quizá puedan interesar hoy a historiadores y economistas"
Los panaderos
Pío Baroja
"De cuando en cuando, de alguno de los dos grupos partía una sentencia más o menos filosófica, o más o menos burlesca: “La verdad es que para la vida que uno lleva, más valiera morirse.” “¡Y que se va a hacer ¡” “Y que aquí no se puede decir no quiero…”"
La dimisión de Santiesteban
Javier Marías
"De todos los que han pasado por allí, ya sea como profesores, como alumnos o como meros asiduos a la biblioteca, es bien sabido que las puertas del instituto se cierran a las nueve en punto (es decir, media hora más tarde de que finalicen las últimas clases nocturnas)."
Nuevo retablo de Don Cristobita
Camilo José Cela
Con el título de Nuevo retablo de don Cristobita. Camilo José Cela nos ofrece el más original, atractivo y brillante conjunto de cuentos de nuestros días. Estas invenciones, figuraciones y alucinaciones son páginas inimitables del magistral escritor. Con su personalísimo estilo, nos transmite una original visión en la que el colorido de sus descripciones, el crudo retrato de sus personajes y la atrayente concepción general de la obra, conducirán al lector por caminos y senderos totalmente nuevos y atrayentes.
Al colegio
Carmen Laforet
Vamos cogidas de la mano en la mañana. Hace fresco, el aire está sucio de niebla. Las calles están húmedas. Es muy temprano. Yo me he quitado el guante para sentir la mano de la niña en mi mano, y me es infinitamente tierno este contacto, tan agradable, tan amical, que la estrecho un poquito emocionada...
Hasta que lleguen las doce
Ignacio Aldecoa
Hacía daño respirar. Las sirenas de las fábricas se clavaban en el costado blanco de la mañana. Pasaron hacia los vertederos los carros de la basura. Pedro Sánchez se sopló los dedos...
De cuerpo presente
Rafael Barrett
Sobre la cama sucia estaba el cuerpo de doña Francisca, víctima de cuarenta años de puchero y de escoba. Entraban y salían del cuartucho las hijas llorosas. Chiquillos de todas edades, casi harapientos, desgreñados, corrían atropellándose, una vieja acurrucada pasaba las cuentas de un rosario entre sus dedos leñosos...
Baccarat
Rafael Barrett
Había mucha gente en la gran sala de juego del casino. Conocidos en vacaciones, tipos a la moda, profesionales del bac, reinas de la season, agentes de bolsa, bookmakers, sablistas, rastas, ingleses de gorra y smoking, norteamericanos de frac y panamá, agricultores del departamento que venían a jugarse la cosecha, hetairas de cuenta corriente en el banco o de equipaje embargado en el hotel, pero vestidas con el mismo lujo...
La prehistoria
Azorín
—Buenos días, querido maestro. ¿Qué tal? ¿Cómo está usted? —Ya lo está usted viendo; siempre en mi taller, enfrascado en mi grande obra. —¿Habla usted de esa obra magna, admirable, que todos esperamos: La prehistoria? —En efecto; en ella estoy ocupado en estos momentos. Ya poco falta para que la dé por terminada definitivamente...
Médium
Pío Baroja
Soy un hombre intranquilo, nervioso, muy nervioso; pero no estoy loco, como dicen los médicos que me han reconocido. He analizado todo, he profundizado todo, y vivo intranquilo. ¿Por qué? No lo he sabido todavía...
Santa Lucía y san Lázaro
Federico García Lorca
A las doce de la noche llegué a la ciudad. La escarcha bailaba sobre un pie. “Una muchacha puede ser morena, puede ser rubia, pero no debe ser ciega”. Esto decía el dueño del mesón a un hombre seccionado brutalmente por una faja. Los ojos de un mulo que dormitaba en el umbral me amenazaron como dos puños de azabache...
Bernardino
Ana María Matute
Siempre oímos decir en casa, al abuelo y a todas las personas mayores, que Bernardino era un niño mimado...