Cochinilla de humedad
Tommaso Landolfi
La tarde anterior su mujer le había dicho que ya no lo amaba. Y esta mañana temprano partió con los niños. Dentro de pocos días se abrirían las escuelas...
Buenas esperanzas
Tommaso Landolfi
¿Qué harías si tuvieras que viajar a una redacción para cobrar por tu trabajo y te dijeran que no pueden pagarte hasta que llegue una carta misteriosa? Eso es lo que le ocurre al protagonista de este relato, que se enfrenta a la indiferencia y la burocracia de un mundo que no valora su talento.
A rodar
Tommaso Landolfi
"Para ser exactos, el muerto ya tenía en sus manos el arma homicida. Ello era parte de las precauciones más prudentes, porque nunca se sabe, de un ángulo de tiro apenas aberrante, los típicos engreídos funcionarios de la científica acaso podrían deducir algo."
El ladrón
Tommaso Landolfi
Hacía dos horas que el ladrón, escondido en el sótano, oía cómo aquel paso medía despiadadamente las habitaciones de arriba sacudiendo las viejas vigas, haciéndolas crujir y haciendo caer a ratos menudos trozos de yeso: ¿Es que aquella gente no se iba nunca a la cama?...
El cuento del licántropo
Tommaso Landolfi
Mi amigo y yo no podemos soportar la luna. A su luz salen los muertos desfigurados de las tumbas, sobre todo mujeres envueltas en blancos sudarios. El aire se puebla de sombras verduscas y a veces se tizna de un amarillo siniestro. Todo infunde temor, cada brizna de hierba, cada fronda, cada animal, en una noche de luna...
El beso
Tommaso Landolfi
El notario D., soltero y todavía joven pero endemoniadamente tímido con las mujeres, apagó la luz y se dispuso a dormir; en eso estaba cuando sintió algo sobre los labios: como un soplo o, más bien, como el roce de un ala. No le prestó mucha atención, pudo haber sido el viento provocado por las frazadas al moverlas o bien una pequeña mariposa nocturna, así que de inmediato se quedó dormido...