El inquieto anacobero
Salvador Garmendia
—No, yo hace muchos años, muchos que no veo a Daniel —dijo el gordo y se espantó una mosca que le andaba por el entrecejo. —Ni siquiera sabía que él estuvo en Caracas últimamente y mucho menos que anduviera con ustedes en la Pompadour...
Difuntos y volátiles
Salvador Garmendia
No hay que tenerles miedo a los muertos -decía mi tía Hildegardis, y me golpeaba el coco con su uña larga, toda verde, que parecía bañada de esperma. (Como era encuadernadora olía a tarro de cola y a simiricuiri y tenía las manos de cuero viejo, engrudadas; de lejos, con su giba, parecía un hombrecito agachado.)...
Cosas de la muerte
Salvador Garmendia
"Vivió Tobías, y murió -cayó fulminado por un infarto- en una casa de aspecto agradable, rodeada de árboles, una capa de hiedra en la fachada y un balconcito cargado de tiestos."
Asunto de familia
Salvador Garmendia
Por aquella época, se conocían los fotógrafos ambulantes que solían ser también barberos. Se decía que podían volar y tal vez por eso nadie los veía llegar a los lugares. Este era un hombrecito sonajoso, toda la ropa cubierta de santos y espejitos colgantes, que hacían un ruido menudo y alegre cuando caminaba...