Cuentos de Patricia Highsmith

La mano

Patricia Highsmith

Un joven le pidió a un padre la mano de su hija y la recibió en una caja; era su mano izquierda. PADRE: Me pediste su mano y ya la tienes. Pero, en mi opinión, querías otras cosas y las tomaste. JOVEN: ¿Qué quiere usted decir con eso?...

La evangelizadora

Patricia Highsmith

"Tendía los brazos, cerraba los ojos e inspiraba a bastantes personas para arrodillarse. Algunas personas anotaban su nombre y dirección en el libro mayor que llevaba Diana. Luego ella les escribía con el propósito de sostener su fe."

La enferma o la encamada

Patricia Highsmith

"Algunos días se levantaba, principalmente por aburrimiento. A veces estaba levantada cuando hacía sol, pero no siempre. Cuando no hacía sol, o amenazaba lluvia, Christine se sentía fatal y se quedaba en la cama..."

La coqueta

Patricia Highsmith

Había una vez una coqueta que tenía un pretendiente del cual no podía librarse. Él se tomaba en serio sus promesas y declaraciones y no quería dejarla. Se creía hasta sus insinuaciones. Esto la irritaba, porque estorbaba sus buenas relaciones eventuales y los regalos, halagos, flores, cenas y demás que podría obtener de ellas...

La coartada perfecta

Patricia Highsmith

La multitud se arrastraba como un monstruo ciego y sin mente hacia la entrada del metro. Los pies se deslizaban hacia adelante unos pocos centímetros, se paraban, volvían a deslizarse. Howard odiaba las multitudes. Le hacían sentir pánico...
Danza del alma. Foto por Ahmad Odeh en Unsplash

La bailarina

Patricia Highsmith

Bailaban maravillosamente juntos, evolucionando de un lado a otro de la pista a los eróticos ritmos del tango, a veces del vals. A la edad de veinte y veintiún años, respectivamente, Claudette y Rodolphe se hicieron amantes. Quisieron casarse, pero su empresario consideró que resultaban más excitantes para los clientes si no estaban casados. Así que permanecieron solteros...
Persona dentro de bañera. Foto por Klara Kulikova en Unsplash

La artista

Patricia Highsmith

En la época en que Jane se casó, no parecía haber nada extraño en ella. Era regordeta, bonita y muy práctica: capaz de hacer la respiración artificial en un abrir y cerrar de ojos, reanimar a una persona desmayada, o detener una hemorragia nasal. Era ayudante de un dentista y no se inmutaba ante una crisis o un dolor. Pero sentía entusiasmo por las artes. ¿Qué artes? Todas...
Silueta de mujer. Foto por Warren Wong en Unsplash

El ama de casa de clase media

Patricia Highsmith

Pamela Thorpe consideraba que Liberación Femenina era uno de esos estúpidos movimientos de protesta sobre los cuales les gusta escribir a los periodistas para llenar sus páginas. Las de Liberación Femenina afirmaban que «querían independencia» para las mujeres, mientras que Pamela pensaba que, de todas formas, las mujeres dominaban a los hombres...