Cuentos de Miguel Ángel Asturias

Juanantes el encadenado

Miguel Ángel Asturias

No le enrostró nada (conversación con ojos, con manos), la Cardenala Cifuentes. No eran palabras. Las suyas no eran palabras. No atinaba a responder nada. Eran sonidos articulados a su angustia, al frío de su espinazo, a la carne de gallina que por momentos lo convertía en una regadera de poros gordos...

Juan Hormiguero

Miguel Ángel Asturias

…Yo sé que se vuelven tierra los que se comen el sueño… Oírlo decir me dejó apabullado. Yo me comía el sueño. Completamente apabullado. No es necesario explicarlo. Me comía el sueño y me iba sintiendo… ¿Cómo hacer?… ¿Me volvería tierra?…

Guatemala

Miguel Ángel Asturias

Miguel Ángel Asturias describe una ciudad construida sobre ciudades enterradas en el centro de América. Los árboles de la ciudad respiran el aliento de las personas que habitaron las ciudades enterradas y las sombras de estos árboles hacen temblar la tela delgada del sueño. El Cuco de los Sueños aparece para hilvanar cuentos sobre la ciudad de Palenque, donde se recortan terrazas bañadas por el sol y los pinos delinean figuras ingenuas en los bajorrelieves de los muros. El cuento se enmarca en un ambiente de leyendas y mitos que cuentan las personas mayores, pero que los niños ya no creen.

El espejo de Lida Sal

Miguel Ángel Asturias

Los ríos van quedando sin resuello al decaer el invierno. Al blando resbalar de las corrientes sustituye el silencio seco, el silencio de la sed, el silencio de las sequías, el silencio de láminas de agua inmovilizada entre los islotes de arena, el silencio de los árboles que el calor y el viento tostado del verano caliente hacen sudar hojas, el silencio de los campos donde los labriegos dormitan desnudos y sin sueño...

Cuculcán

Miguel Ángel Asturias

Cuculcán, el último «cuento» de Leyendas de Guatemala, fue escrito como una obra de teatro. Fue añadido en la segunda edición del libro. Las tres escenas están separadas por cortinas de colores que indican el paso del tiempo; los colores de la cortina (amarillo, rojo y negro) y los cambios de escena siguen el movimiento del sol. Los personajes principales son: Guacamayo, un pájaro engañoso, de mil colores, Cuculcán, o Serpiente Emplumada, y Chinchinirín, el ayudante-guerrero de Cuculcán. Yai es una «mujer-flor» que va ser sacrificada. Buscando la forma de tomar el lugar de Cuculcán, Guacamayo hace un trato con Yai, pero Cuculcán logra salvarse...
Lago Atitlán, Guatemala. Foto por Mark Harpur en Unsplash

Ahora que me acuerdo

Miguel Ángel Asturias

Los Güegüechos de gracia José y Agustina, conocidos en el pueblo con los diminutivos de Don Chepe y la Niña Tina hacen la cuenta de mis años con granos de maíz, sumando de uno en uno de izquierda a derecha, como los antepasados los puntos que señalan los siglos en las piedras...
Werewolf, por S.Kalinin en Deviantart

Leyenda del Cadejo

Miguel Ángel Asturias

Madre Elvira de San Francisco, prelada del monasterio de Santa Catalina, sería con el tiempo la novicia que recortaba las hostias en el convento de la Concepción, doncella de loada hermosura y habla tan candorosa que la palabra parecía en sus labios flor de suavidad y de cariño...
Volcán. Foto por the weirdo en Unsplash

Leyenda del Volcán

Miguel Ángel Asturias

Seis hombres poblaron la Tierra de los Árboles: los tres que venían en el viento y los tres que venían en el agua, aunque no se veían más que tres. Tres estaban escondidos en el río y sólo les veían los que venían en el viento cuando bajaban del monte a beber agua...