En el café
Kjell Askildsen
Una de las últimas veces que estuve en un café fue un domingo de verano, lo recuerdo bien, porque casi todo el mundo iba en mangas de camisa y sin corbata, y pensé: tal vez no sea domingo, como yo creía, y el hecho de que pensara exactamente eso hace que me acuerde...
El precio de la amistad
Kjell Askildsen
"Pronunciaste un discurso y todo, dijo él. Oh, Dios mío, dije yo. Fue un bonito discurso, dijo él, hablaste de la amistad. No contesté; no me sentía muy a gusto. Por suerte, llegó la mesera con la comida..."
Elisabeth
Kjell Askildsen
"Cuando volví a casa de mi hermano, él aún no había llegado. Dije a Elisabeth que mi madre había enviado saludos para ella. ¿No te encontraste con Daniel?, preguntó. No, contesté. Fue a buscarte, dijo ella. ¿A casa de mi madre?, pregunté. Sí, respondió."
El comodín
Kjell Askildsen
Un sábado por la noche, hacia finales de noviembre, me hallaba solo en casa con Lucy. Yo estaba sentado en el sillón junto a la ventana, ella junto a la mesa del comedor haciendo un solitario, últimamente no paraba de hacer solitarios, yo no sabía por qué, pensaba que quizá tenía miedo de algo. Hace mucho calor, dijo Lucy, podrías abrir un poco la ventana...
Desde ahora te acompañaré a casa
Kjell Askildsen
-Tampoco te esmeras mucho con los deberes, sales corriendo en cuanto acabas de comer. Por cierto, ¿qué haces en el bosque?...
Ajedrez
Kjell Askildsen
Un día hace mucho, antes de que mis piernas empezaran a flaquear seriamente, fui a visitar a mi hermano. No lo había visto desde hacía más de tres años, pero seguía viviendo donde fui a visitarlo la última vez...