Capitán
Juan Bosch
A las siete de la tarde, el viernes día 3, Capitán despertó con el espinazo helado. Inmediatamente supo que se trataba de Ella y empezó a ladrar furiosamente. Se sentía lleno de ira, frenético, igual que cuando se enfrentaba a un perro enemigo...
Camino real
Juan Bosch
"En estas acogedoras tierras, nuestros dos hombres hacen amistad muy pronto, porque nadie desconfía de los demás. Una persona puede ser mala en el Este y buena en el Sur; puede haber muerto otra en la Frontera y salvar una vida en el Cibao..."
Bumbo
Juan Bosch
"Bumbo estaba triste, muy triste. No teníamos luz en la habitación, pero se le notaba la tristeza: se hacían cada vez más largos los espacios entre una y otra chupada. La candela del túbano nos iluminaba intermitentemente, con resplandores rojizos."
El cuchillo
Juan Bosch
Afuera se come la luz el paisaje; aquí dentro está el hombre y la soledad le come el pecho. Por las lomas va subiendo el hacha y clarea el monte; se empinan, todavía, algunos troncos sobre el agua; pero el hacha sobra en la tierra llana y sobra también el sol...
La muchacha de la Guaira
Juan Bosch
El primer oficial tuvo razón al pensar que un asunto de tal naturaleza debía ser comunicado al capitán, pero el capitán no la tuvo cuando dijo las estúpidas palabras con que más o menos dejó cerrado el episodio...
La mancha indeleble
Juan Bosch
Todos los que habían cruzado la puerta antes que yo habían entregado sus cabezas, y yo las veía colocadas en una larga hilera de vitrinas que estaban adosadas a la pared de enfrente...
La bella alma de don Damián
Juan Bosch
Don Damián entró en la inconsciencia rápidamente, a compás con la fiebre que iba subiendo por encima de treinta y nueve grados. Su alma se sentía muy incómoda, casi a punto de calcinarse, razón por la cual comenzó a irse recogiendo en el corazón...
Dos pesos de agua
Juan Bosch
La vieja Remigia sujeta el aparejo, alza la pequeña cara y dice: -Dele ese rial fuerte a las ánimas pa que llueva, Felipa. Felipa fuma y calla. Al cabo de tanto oír lamentar la sequía levanta los ojos y recorre el cielo con ellos. Claro, amplio y alto, el cielo se muestra sin una mancha. Es de una limpieza desesperante...
En un bohío
Juan Bosch
"La mujer no podía seguir oyendo. Iba a derrumbarse, como los troncos viejos que se pudren por dentro y caen un día, de golpe. Era el delirio de la fiebre lo que hacía hablar así a su hijo, y ella no tenía con qué comprarle una medicina..."