Cláusula testamentaria
J. M. Machado de Assis
…y es mi última voluntad que el cajón en que mi cuerpo haya de ser enterrado sea fabricado en casa de Joaquim Soares, que vive en la Rua da Alfãndega. Deseo que él sea informado acerca de esta disposición, que también será pública...
Adán y Eva
J. M. Machado de Assis
"Adán y Eva oyeron sumisos; y una vez solos, se miraron uno al otro, fascinados; no parecían los mismos. Eva, antes que Dios le infundiese los buenos sentimientos, pensaba tenderle una trampa a Adán, y Adán sentía ganas de golpearla..."
Cántiga de los esponsales
J. M. Machado de Assis
Imagine la lectora que está en 1813, en la iglesia de Carmo, oyendo una de aquellas buenas fiestas antiguas, que eran la mayor diversión pública y lo mejor del arte musical. Sabe cómo es una misa cantada; puede imaginar lo que sería una misa cantada en aquellos años remotos...
Anécdota pecuniaria
J. M. Machado de Assis
Se llama Falcão mi hombre. Aquel día -catorce de abril de 1870- quien entrase a su casa, a las diez de la noche, lo vería paseándose por el comedor, en mangas de camisa, pantalón negro y corbata blanca, refunfuñando, gesticulando, suspirando, evidentemente afligido...
Miss Dollar
J. M. Machado de Assis
Era conveniente para el relato que el lector permaneciera mucho tiempo sin saber quién era Miss Dollar. Pero por otro lado, sin la presentación de Miss Dollar, el autor se vería obligado a largas digresiones, que llenarían el papel sin hacer progresar la acción. No hay duda posible: voy a presentarles a Miss Dollar...
Misa de gallo
J. M. Machado de Assis
Nunca pude entender la conversación que tuve con una señora hace muchos años; tenía yo diecisiete, ella treinta. Era noche de Navidad. Había acordado con un vecino ir a la misa de gallo y preferí no dormirme; quedamos en que yo lo despertaría a medianoche...