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Yoss
La fiesta estaba convocada para media tarde; una hora completamente absurda para mí, para no decir insultante. Así que, por supuesto, no me aparecí hasta bien caída la noche; mi excusa para la tardanza, si alguna hubiera hecho falta, habría sido que ya he aprendido que los cubanos, con respecto a la puntualidad, son muy religiosos. O sea, que llegan cuando Dios quiere.
Vampiro personal
Raúl Flores Iriarte
Así fue como conocí a este hombre que vino a sentarse a mi lado en el parque aquella noche de agosto
Diez notas escritas con sangre de la isla
Rafael Grillo
Texto introductorio a la antología Isla en rojo. Historias cubanas de vampiros y otras criaturas letales