
La santa
Gabriel García Márquez
Veintidós años después volví a ver a Margarito Duarte. Apareció de pronto en una de las callecitas secretas del Trastévere, y me costó trabajo reconocerlo a primera vista por su castellano difícil y su buen talante de romano antiguo...

El verano feliz de la señora Forbes
Gabriel García Márquez
Por la tarde, de regreso a casa, encontramos una enorme serpiente de mar clavada por el cuello en el marco de la puerta, y era negra y fosforescente y parecía un maleficio de gitanos, con los ojos todavía vivos y los dientes de serrucho en las mandíbulas despernancadas...

La muerte del estratega
Álvaro Mutis
Algunos hechos de la vida y la muerte de Alar el Ilirio, Estratega de la Emperatriz Irene en el Thema de Lycandos, ocuparon la atención de la Iglesia cuando, en el Concilio Ecuménico de Nicea, se habló de la canonización de un grupo de cristianos que sufrieran martirio a manos de los turcos en una emboscada en las arenas sirias. Al principio, el nombre de Alar se mencionaba junto con el de los demás mártires...

Diecisiete ingleses envenenados
Gabriel García Márquez
Lo primero que notó la señora Prudencia Linero cuando llegó al puerto de Nápoles, fue que tenía el mismo olor del puerto de Riohacha. No se lo contó a nadie, por supuesto, pues nadie lo hubiera entendido en aquel trasatlántico senil atiborrado de italianos de Buenos Aires que volvían a la patria por primera vez después de la guerra, pero de todos modos se sintió menos sola, menos asustada y distante, a los setenta y dos años de su edad y a dieciocho días de mala mar de su gente y de su casa...

El último rostro
Álvaro Mutis
Las páginas que van a leerse pertenecen a un legajo de manuscritos vendidos en la subasta de un librero de Londres pocos años después de terminada la segunda guerra mundial. Formaron parte estos escritos de los bienes de la familia Nimbourg-Napierski, el último de cuyos miembros murió en Mers-el Kebir combatiendo como oficial de la Francia libre...

La prodigiosa tarde de Baltazar
Gabriel García Márquez
La jaula estaba terminada. Baltazar la colgó en el alero, por la fuerza de la costumbre, y cuando acabó de almorzar ya se decía por todos lados que era la jaula más bella del mundo. Tanta gente vino a verla, que se formó un tumulto frente a la casa, y Baltazar tuvo que descolgarla y cerrar la carpintería...

Todos estábamos a la espera
Álvaro Cepeda Samudio
"Íbamos llegando uno a uno y nos sentábamos en los altos bancos rojos a lo largo del bar. Nos quedábamos allí, en silencio, oyendo las canciones que alguien cantaba en los discos. Otras noches había boxeo. Entonces dejábamos de echar monedas en los tocadiscos y mirábamos la pelea..."

Julio por siempre
Rusvelt Nivia Castellanos
El poeta anda distraído por la calle. Observa como pulula la gente. Va a paso lento con el dejo de su sombra, comprendiendo la amargura de ellos…

La mujer que llegaba a las seis
Gabriel García Márquez
"La puerta oscilante se abrió. A esa hora no había nadie en el restaurante de José. Acababan de dar las seis y el hombre sabia que sólo a las seis y media empezarían a llegar los parroquianos habituales..."

Libertad incondicional
Hernando Téllez
"El juez leyó el veredicto. Los cinco jurados permanecimos de pie y el acusado también, pero entre dos guardias. No había público, a excepción del que formaban algunos parientes del “asesino” y de la víctima. En total, unas veinte personas. El veredicto era absolutorio: “no es responsable”, “no es responsable” y “no es responsable”, estaba escrito con mi letra, en el papel que el juez tenía entre las manos, como respuesta a las tres preguntas del cuestionario..."

¡Tierra…!
Pedro Gómez Valderrama
El hombre tendido en el jergón estrecho incorporó levemente la cabeza. Por la escotilla alcanzaba a divisar un poco de luz de luna. La nave apenas oscilaba blandamente como si estuviese apegada al muelle. Dejó caer la cabeza, y se quedó escuchando. Se oía la respiración de los dormidos...

La Mansión de Araucaíma
Álvaro Mutis
Había sido antaño soldado de fortuna, mercenario a sueldo de gobiernos y gentes harto dudosas. Frecuentador de bares en donde se enrolaban voluntarios de guerras coloniales, hombres de armas que sometían a pueblos jóvenes e incultos que creían luchar por su libertad y sólo conseguían una ligera fluctuación en las bulliciosas salas de la Bolsa...

Ojos de perro azul
Gabriel García Márquez
"La vi caminar hacia el tocador. La vi aparecer en la luna circular del espejo mirándome ahora al final de una ida y vuelta de luz matemática. La vi seguir mirándome con sus grandes ojos de ceniza encendida: mirándome mientras abría la cajita enchapada de nácar rosado..."

Hoy decidí vestirme de payaso
Álvaro Cepeda Samudio
"Hoy decidí vestirme de payaso. Me he puesto unos grandes zapatones de caucho y me he pintado la cara de rojo y de blanco. Cuando atravesé el estrecho corredor de arena la sentí rebotar debajo de mis zapatones y tuve la agradable sensación de sentirme payaso..."

Espantos de agosto
Gabriel García Márquez
Mi esposa y yo, que no creemos en aparecidos del medio día, nos burlamos de su credulidad. Pero nuestros dos hijos, de nueve y siete años, se pusieron dichosos con la idea de conocer un fantasma de cuerpo presente...

Don Pacho —que en paz descanse— siempre fue un tipo de bien
Óscar Collazos
Tendido así, inmóvil —piensa Alberto—, el cuerpo cubierto por algo que semeja un hábito religioso, vestido de negro, su cuerpo parece distinto, es casi irreconocible. Mira luego a Efraín, su amigo de infancia, tal vez de la misma edad suya y calcula que tal vez esté pensando las mismas cosas o, por lo menos, algo relacionado con el pasado que ahora los une en esta ceremonia...

Algo muy grave va a suceder en este pueblo
Gabriel García Márquez
Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde...

La luz es como el agua
Gabriel García Márquez
En este relato, Gabriel García Márquez nos transporta a un mundo donde la luz se puede manipular como el agua, creando escenas fantásticas y sorprendentes. Descubre cómo dos niños logran convertir su apartamento en un acuario luminoso y qué consecuencias tiene su osadía.

Dos cosas
Juan Manuel Martínez
—Cuando niña había dos cosas que percibía de manera muy distinta: el paso del tiempo, más duradero, como si fuera infinito; y el eco, el eco de todas las cosas —me empezó a contar cuando íbamos de la mano…
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Sólo vine a hablar por teléfono
Gabriel García Márquez
Algo sucedió entonces en la mente de María que le hizo entender por qué las mujeres del autobús se movían como en el fondo de un acuario. En realidad estaban apaciguadas con sedantes, y aquel palacio en sombras, con gruesos muros de cantería y escaleras heladas, era en realidad un hospital de enfermas mentales...