Cuentos canadienses

Memorias de Mosby

Saul Bellow

Los pájaros no dejaban de trinar. Trrr, trrr, trrr. Y todas las cosas que hacen los pájaros, según los naturalistas. Expresaban profundos abismos de agresividad que solo el Hombre —el Estúpido Hombre— confundía con inocencia. Creemos que todo es muy inocente, porque nuestra maldad nos da miedo. ¡Ay, mucho miedo!...

La bandeja de plata

Saul Bellow

¿Qué hace uno ante la muerte, en este caso, la muerte de un padre anciano? Si uno es una persona moderna, de sesenta años de edad, y un hombre de mundo, como Woody Selbst, ¿qué es lo que hace?...

El viejo sistema

Saul Bellow

Era un día de reflexión para el doctor Braun. Invierno. Sábado. Finales de diciembre. Estaba solo en su apartamento y se despertó tarde, quedándose en la cama hasta el mediodía, en la habitación a oscuras, dándole vueltas a una idea…

Él siempre metiendo la pata

Saul Bellow

"Me pregunto si usted me recuerda siquiera, de algún modo distinto que la persona que la hirió —un hombre alto y, en aquella época, muy moreno, con bigote (no muy grueso)—, físicamente una persona singular, con un aire de camello, y un toque divertido en su conjunto..."

Dejando la casa amarilla

Saul Bellow

"Salió corriendo colina arriba. La cadena, la pala y la palanca chocaron a los lados del camión. Ella estaba asustada, se agarraba el brazo y se quejaba. Los perros de Rolfe saltaron para lamerla cuando atravesó la verja. Ella se echó un poco hacia atrás llorando: «Abajo, abajo»."

Buscando al señor Green

Saul Bellow

"El tiempo era oscuro, el suelo estaba helado, se acercaba la fecha de Acción de Gracias; el viento jugaba con el humo, dispersándolo hacia abajo, y Grebe echaba de menos sus guantes, que se había dejado en el despacho de Raynor. Y nadie quería reconocer que conocía a Green."