La mujer de Lot
Abel Fernández-Larrea
"—Tolia, deberías aceptar ese traslado. —¿Qué dices, Veroshka? —Digo que deberías aceptar el traslado a Moscú. —¡Qué cosas tienes! ¡A esta hora! —Lo he estado pensando todo el día. Sería lo mejor. El pequeño Mitia iría a una mejor escuela, e incluso Masha podría ir a la universidad allí."